5 remedios caseros para tratar las infecciones en la piel
Revisado y aprobado por la dietista Renata Sylwia Kosierb Fernández
Según la sabiduría popular, existen varios remedios caseros para tratar las infecciones en la piel que podrían utilizarse en varios casos, a modo de tratamiento coadyuvante.
¿Te interesa saber cuáles son y cómo aprovecharlos? Toma nota de todo lo que vamos a comentarte a continuación.
¿Qué es la piel?
La piel es el órgano más extenso del cuerpo humano. Por lo general, tiene una extensión total de 2 metros en la edad adulta. Sin embargo, las dimensiones varían de acuerdo a la contextura y la edad.
Su función principal es servir de barrera protectora para los órganos internos del organismo ante los factores externos. También permite la regulación de la temperatura corporal, el equilibrio hidroelectrolítico y la percepción de estímulos.
El grosor de la piel varía desde los 0,5 milímetros hasta los 4 milímetros, de acuerdo a las distintas zonas del cuerpo. Su estructura se divide en tres capas principales: la epidermis, la dermis y la hipodermis.
- Epidermis: es la capa más superficial de la piel. Se encuentra constituida por queratinocitos, células que contienen una proteína llamada queratina. Esta es la encargada de actuar como órgano defensivo ante el impacto del agua.
- Dermis: es la segunda capa de la piel, la más gruesa. Se encuentra unida a la membrana basal. Su función es de protección ante los diferentes traumatismos a los que se pueda tener exposición.
- Hipodermis: es el tejido subcutáneo, la capa dispuesta para el almacenaje de grasa. Está compuesta por fibras colágenas y elásticas que le otorgan movilidad a la piel, además de capacidad para expandirse.
Resumiendo: la piel es un órgano que está expuesto a todo tipo de factores, entre ellos, las inclemencias del medio ambiente. Por ello, es necesario cuidarla a diario para prevenir que se enferme.
Sin embargo, cuando ya se ha infectado, es posible que presente alteraciones varias, como pústulas, enrojecimiento, hinchazón etc., todas ellas muy molestas, incluso desde el punto de vista estético.
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¿Por qué combatir las infecciones en la piel?
La piel es una barrera que impide el paso de patógenos y otras sustancias peligrosas en el organismo. No obstante, en algunas ocasiones los gérmenes pueden afectarla y causar una infección dérmica.
Los principales causantes de estas son:
- Infecciones bacterianas: celulitis, impétigo o estafilococo.
- Por virus: culebrillas, herpes simple, verrugas.
- Hongos que causan pie de atleta o infecciones por cándida.
- Problemas causados por parásitos como piojos y sarna.
Las infecciones en la piel que no son tratadas a tiempo pueden causar una serie de desequilibrios graves en el funcionamiento del organismo. Entre esas consecuencias, se puede destacar la producción elevada de glóbulos blancos en la sangre, que puede causar pus.
Por este motivo, resulta de suma importancia mantener al margen la producción de bacterias y microorganismos que puedan causar estos desequilibrios.
Los cuidados deben ser aún más intensos en personas con sistemas inmunitarios débiles, con mala circulación o diabetes. Asimismo la presencia de pliegues en la piel, el hecho de estar acostado mucho tiempo y la desnutrición son otros de los factores que aumentan el riesgo de padecer infecciones.
El tratamiento depende de cada tipo de problema y de su gravedad. Algunas desaparecen por sí solas y otras pueden necesitar la administración de medicamentos y procedimientos para drenar el pus.
¿Cómo prevenir las infecciones en la piel?
Resulta fundamental mantener la piel libre de cualquier tipo de lesiones. Los cortes y quemaduras, por ejemplo, son catalizadores de la proliferación de bacterias cutáneas. Si aparecen, se deben limpiar con agua y jabón.
Por otro lado, conservar la piel aseada resulta vital. Recordemos que la acumulación de gérmenes es una de las causas principales para la aparición de infecciones.
Del mismo modo, es imprescindible evitar la humedad en la piel, puesto que los microorganismos tienden a reproducirse en ambientes acuosos. Para ello también es positivo vestir ropa holgada, secarse bien la piel y usar chanclas en duchas y piscinas públicas.
Remedios caseros para infecciones en la piel
Según creencias populares, algunas infecciones de la piel comunes (y leves) podrían aliviarse con los siguientes elementos caseros.
Antes de utilizarlos, es recomendable la consulta con el médico y no aplicarlos nunca sin un diagnóstico previo. De esta manera, sabrás qué dosis utilizar, cómo usarlo, en qué momento y cuándo evitarlo por completo, entre otras cuestiones.
1. Bicarbonato de sodio
Ingredientes
- 2 cucharadas de bicarbonato de sodio (18 gramos).
- 6 cucharadas de agua tibia (90 mililitros).
Preparación
- Primero, mezcla ambos ingredientes hasta formar una pasta.
- Luego, colócala sobre la superficie del cuerpo que desees tratar.
- Enjuaga con abundante agua y seca bien la piel.
Este remedio puede ayudar a calmar el picor y mejorar algunas infecciones causadas por hongos (en piel y uñas).
Sin embargo hay que tener en cuenta que el bicarbonato de sodio es una sustancia alcalina y podría alterar el Ph de la piel. Esto podría provocar la aparición de sequedad o irritación entre otros efectos secundarios.
Por este motivo se recomienda usarlo con cuidado, de manera esporádica y no aplicarlo nunca en la piel sin diluir.
2. Ungüento de yogur y limón
El ungüento de yogur y limón es una mezcla a la que se le atribuyen propiedades antibacterianas y antisépticas, por ello se considera que podría ser útil para combatir las infecciones de la piel y los hongos de las uñas.
Ingredientes
- 2 cucharadas de yogur (40 gramos).
- 3 cucharaditas de jugo de limón (15 mililitros).
Preparación
- Combina el yogur con el jugo de limón hasta conseguir una mezcla homogénea.
- Aplica sobre la zona afectada, deja actuar unos minutos y luego enjuaga bien con agua y jabón.
Nota: los dermatólogos no recomiendan aplicarse zumo de limón u otros frutos cítricos en la piel para tratar infecciones, eliminar imperfecciones ni nada por el estilo, puesto que puede causar irritaciones, manchar la piel y agravar el problema inicial. Asimismo, comentan que el hecho de que los remedios caseros lo incluyan como ingrediente no quiere decir que sea 100 % benigno ni recomendable.
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3. Aloe vera
Aunque el gel de aloe vera se utilice para elaborar todo tipo de productos para el cuidado de la piel, no es el elemento más recomendable para tratar infecciones.
Sin embargo, hay quienes se aplican gel de aloe vera natural sobre la piel, para hidratarla, calmar el picor y reducir las bacterias que están causando la infección.
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4. Miel
La sabiduría popular considera que la miel, además de ser un alimento con abundantes nutrientes y antioxidantes, es un antibiótico natural. Algunos estudios avalan su uso como agente cicatrizante y desinfectante de pequeñas heridas.
Por ello se recomienda usarla para aliviar algunas molestias que causan las infecciones de la piel, como la resequedad y la picazón por ejemplo.
Se pueden elaborar mezclas de miel con yogur u otros alimentos para preparar cremas y mascarillas caseras para aliviar la piel, sin resecarla.
5. Infusiones de olivo
Según creencias populares, las hojas de olivo pueden ayudar a combatir las infecciones cutáneas, puesto que se cree que tienen un efecto antiséptico.
Hay quienes las humedecen y las aplican sobre la zona afectada, otros beben la infusión que se prepara con ellas, mientas otros optan por preparar la infusión y aplicársela a modo de tónico casero.
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Precauciones con los remedios caseros para las infecciones de piel
Estos remedios caseros pueden ayudar a combatir algunos de los patógenos que ocasionan infecciones en la piel. También se pueden aplicar para aliviar el picor, la sequedad y otros síntomas.
Sin embargo, como ya se ha comentado, estos no deberían aplicarse sin tener un diagnóstico seguro y sin el consejo de un/a profesional.
Asimismo, estos no son adecuados para los niños, mujeres embarazadas, lactantes o si se padece alguna enfermedad o condición de salud destacada. En estos casos sí que es necesario la consulta previa con el/la médico/a.
Antes de recurrir a un remedio, consulta con el médico
Hay que tener en cuenta que no todas las pieles son iguales ni tienen por qué reaccionar de manera favorable a los mismos tratamientos naturales. Por ello, lo maś recomendable es que consultes siempre con el médico antes de aplicarte o ingerir cualquier tipo de remedio natural.
Además, no todas las infecciones de la piel cursan con los mismos síntomas ni afectan del mismo modo a todas las personas.
Hay muchas variables a tener en cuenta, no solo el agente patógeno. Como ya comentábamos antes, también hay que considerar el tipo de piel, los hábitos de vida, etcétera.
En definitiva, para poder tratar una infección del modo correcto, lo mejor es seguir las indicaciones del dermatólogo.
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