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6 cosas que debes saber sobre la costra láctea

5 minutos
La costra láctea no es una alergia, ni tampoco se debe su aparición a una higiene deficiente. Se trata de un problema estético que, con los cuidados necesarios, se mantendrá bajo control hasta que desaparezca.
6 cosas que debes saber sobre la costra láctea
Sergio Alonso Castrillejo

Revisado y aprobado por el farmacéutico Sergio Alonso Castrillejo

Escrito por Virginia Martínez
Última actualización: 14 agosto, 2024

La costra láctea o dermatitis seborreica del lactante es relativamente común en niños de hasta tres años y suele desaparecer por sí sola. No obstante, es normal que los padres sientan cierta preocupación cuando hace acto de presencia. Por eso, en las siguientes líneas te explicamos algunas cuestiones relacionadas con esta afección.

La costra láctea

Con costra láctea denominamos un tipo de dermatitis seborreica que se da, pricipalmente, en lactantes. Se trata de la aparición de costras o escamas gruesas de color amarillento en la zona del cuero cabelludo. No obstante, puede aparecer en otras partes del cuerpo.

Por otro lado, mientras que algunos bebés la presentan en zonas muy reducidas, en otros puede aparecer en toda la cabeza, incluso en cejas o pestañas.

El cuero cabelludo es la zona más susceptible a la costra láctea, siendo una condición autolimitada que acaba desapareciendo en unos meses.

En relación a sus causas, lo cierto es que muchas están aún en estudio. Sin embargo, los investigadores creen que puede estar provocada por una mala metabolización de la grasa por parte de las glándulas sebáceas.

Asimismo, puesto que la seborrea afecta sobre todo a lactantes y adolescentes, quizás el factor hormonal cumpla un papel importante.

En cualquier caso, existen también otros factores que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar esta afección. Entre ellos, podemos destacar los climas extremos, la piel grasa, el estrés, un sistema inmunitario debilitado, etc.

A continuación, te presentamos 4 cosas que has de saber sobre la costra láctea. Se trata de preguntas que normalmente los padres se hacen en relación a esta afección. De este modo, podrás tranquilizarte y prestarle la adecuada atención y cuidados.

¿Pica o duele?

Aunque su apariencia pueda dar la sensación de que existe picor o dolor, lo cierto es que la costra láctea no suele provoca ninguna de estas sensaciones en el bebé. Si hay irritación, quizás se deba a que exista, además, una infección, pero no por la dermatitis seborreica en sí.

En efecto, se trata tan solo de un problema estético que, en la mayoría de los casos, desaparecerá por sí solo al cabo de un tiempo.

¿La costra láctea es una alergia?

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En este caso se trata claramente de un mito. No es una reacción alérgica, así como tampoco puede contagiarse.

Tradicionalmente, mitos y rumores han vinculado la aparición de la costra láctea con determinadas alergias alimentarias, especialmente a la leche. No obstante, se trata, precisamente, de un mito.

Como explicamos anteriormente, la dermatitis seborreica del lactante no tiene que ver con reacciones alérgicas, sino con una producción excesiva de sebo por parte de las glándulas sebáceas.

Te recomendamos leer: 9 alergias más comunes entre los niños

¿Es contagiosa?

No, la costra láctea no es contagiosa. No se trata de ningún tipo de infección, ni está provocada por bacterias o virus, de modo que no puede trasmitirse de una persona a otra.

Asimismo, aunque en la mayoría de los casos suele desaparecer al cabo de unos meses, algunos niños siguen presentándola hasta los 2 o 3 años de edad. Además, en algunos casos, puede que reaparezca de forma súbita una vez ha desaparecido.

¿Es por falta de higiene?

Aunque no se debe a causas higiénicas, un cepillo apropiado y el uso de aceites puede ayudar a su eliminación y a evitar infecciones.

Explicamos anteriormente que se desconocen las causas exactas que provocan la aparición de costra láctea. No obstante, seguramente se debe a la producción excesiva de grasa o sebo por parte del organismo. Por tanto, no está provocada por una falta de higiene.

Por otra parte, una vez aparece, es importante mantener determinadas medidas con el fin de evitar infecciones. Así, es conveniente colocar guantes al pequeño si tiende a tocarse, mantener sus uñas limpias y utilizar un peine cuyas cerdas estén también limpias.

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¿Cómo se trata la costra láctea?

En la mayoría de los casos no es necesario un tratamiento específico. En este sentido, la aplicación de aceite de oliva o de almendras junto con un suave masaje en la zona de las escamas puede ayudar a eliminarlas. Además, en algunos casos, quizá sea necesario dejar el aceite actuar durante un tiempo, con el fin de ablandarlas.

En cualquier caso, nunca hay retirar las escamas rascando o utilizando peines para arrancarlas. Es mejor dejar que los aceites las ablanden y que vayan desapareciendo por sí solas poco a poco.

¿Debo acudir al médico?

Siempre es importante contar con el consejo del pediatra en asuntos relacionados con la salud de los lactantes. Por eso, en caso de costra láctea, en la visita al médico habría que indicarlo para que pueda comprobar que se trata de esta afección y no de otro tipo de problemas. Además, el doctor podrá aconsejar sobre champús específicos para bebés o qué aceites utilizar.

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En cualquier caso, debemos acudir al especialista si:

  • La costra láctea empeora y se extiende a otras partes del cuerpo además de la cabeza.
  • La seborrea provoca irritación y comezón al bebé y se observa caída del cabello.
  • La zona afectada se pone roja, está caliente o empieza a supurar.
  • Además de seborrea, el pequeño tiene problemas para ganar peso.

En definitiva, como has podido comprobar, la dermatitis seborreica del lactante no es una condición seria. Basta con algunos cuidados en casa y, tarde o temprano, desaparecerá. No obstante, hay que referir su aparición al pediatra para que, además de descartar otros problemas, pueda indicar de manera profesional cómo tratarla.


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Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.