6 hábitos incorrectos que te perjudican
Revisado y aprobado por el médico José Gerardo Rosciano Paganelli
¿Alguna vez te has preguntado si mantienes hábitos incorrectos en tu vida diaria? Es importante que sepas responder a esta pregunta, ya que de tener dudas, lo más probable es que se deba mejorar algo.
A diario ignoramos lo importante que es cuidar cada uno de los aspectos de nuestra vida. Nos resulta difícil notar cómo pueden llegar a repercutir los pequeños hábitos incorrectos. En otras palabras, nos cuesta hacer la suma y apreciar el efecto.
6 hábitos incorrectos que te perjudican
Cambiar de hábitos puede ser algo complejo, sobre todo si son costumbres que tenemos arraigadas desde temprana edad. Sin embargo, estos podrían causar daños irreversibles en nuestro organismo. En especial, cuando se arraigan a nuestra rutina académica o laboral.
Los hábitos incorrectos no constituyen solo pequeñas acciones. También están conformados por pensamientos y emociones negativas que no hacen más que restarnos bienestar y, por ende, calidad de vida.
1. Estresarse con facilidad
En primer lugar, el primero de los hábitos incorrectos que nos pueden perjudicar es todo aquello que pueda promover, mantener o aumentar el nivel de estrés. Recordemos que el estrés es una réplica natural del cuerpo humano ante una situación de peligro.
En sí, no es una respuesta negativa, más bien es una simple reacción producida por la hormona cortisol. El problema surge cuando el cuerpo se mantiene en estado de alerta de manera constante y sostiene la tensión.
Para muchas personas, el estilo de vida moderno es estresante. No obstante, a menudo no se dan cuenta de que tienen una gran cantidad de hábitos incorrectos que, en lugar de ayudarles, los perjudican.
Por ejemplo, si a una persona le estresa llegar tarde pero mantiene el hábito de hacer las cosas a última hora, o simplemente no toma previsiones con anticipación... Entonces incurrirá en un estado de estrés una y otra vez.
Huellas del estrés en la salud:
- Ansiedad.
- Depresión.
- Fatiga y cansancio.
- Presión arterial alta.
- Envejecimiento prematuro.
- Problemas gastrointestinales.
- Debilitamiento del sistema inmunitario.
El mantener una rutina diaria cargada de estrés no es nada recomendable, así que procura tomar las cosas con calma y asumir los retos y las actividades de cada día con serenidad. Por tanto, ¡aprende a cuidarte y a facilitarte la vida tú mismo!
Visita este artículo: Mitos sobre el estrés que deberíamos desterrar
2. Sedentarismo
El sedentarismo es uno de los peores hábitos incorrectos que existen. No solo porque perjudica a la salud física sino porque influye de manera considerable en el aspecto psíquico y emocional de las personas.
El ejercicio es indispensable para mantener el cuerpo saludable y en forma. Cuando se lleva una vida sedentaria es común que se presenten problemas de:
- Depresión.
- Obesidad.
- Osteoporosis.
- Hipertensión.
- Diabetes mellitus.
- Deterioro en las articulaciones.
Muchos de los trabajos en la actualidad requieren pasar largas horas sentados, en la misma postura, frente a un ordenador. Esto provoca dolores de cabeza, espalda y malestar generalizado.
Procura organizar tu tiempo de tal forma que puedas dedicar, al menos 30 minutos al día, a dar una caminata. Esto te ayudará a impulsar la producción cerebral de serotonina, una hormona muy importante para reducir la ansiedad y la depresión.
3. Saltarse el desayuno
Saltarse la comida más importante del día es otro de los hábitos incorrectos que pueden perjudicarnos a diario. El desayuno es la comida mediante la cual podemos obtener la energía necesaria para realizar nuestras actividades diarias.
Desaprovechar un desayuno es negarle al cuerpo esa energía. Por ende, no funcionará de manera correcta.
Hay quienes tienen la creencia de que si no desayunan bajarán de peso con facilidad. Esto es un hábito contraproducente. Al saltarse el desayuno aumentan las ganas de comer alimentos poco sanos o excederse en la porción a la hora del almuerzo.
Por lo general, los nutricionistas recomiendan consumir alimentos 5 veces al día, desayuno, onces, almuerzo, merienda y cena. La finalidad es aportarle los nutrientes necesarios al organismo y mantener el equilibrio.
Ver también: 7 motivos por los que no te debes saltar el desayuno
4. No dormir lo necesario
Está más que comprobado que no dormir bien trae consecuencias negativas para la salud física y emocional a corto, mediano y largo plazo. Aunque tengamos un estilo de vida ajetreado, es necesario dormir entre 6 y 8 horas diarias. De esta forma evitaremos sufrir de:
- Ansiedad.
- Daños cerebrales.
- Enfermedades cardíacas.
- Envejecimiento prematuro.
- Dificultad para concentrarnos.
- Debilitamiento en el sistema inmunitario.
¿Te cuesta relajarte y lograr un descanso de calidad? Entonces te recomendamos practicar a diario algún método de relajación o recurrir a infusiones que estimulen el buen dormir.
5. Consumir demasiado gluten
Para empezar, no se puede negar que el gluten posee propiedades beneficiosas para la salud. Además, es un alimento de fácil digestión, por lo que en porciones pequeñas resulta muy útil en la dieta. No obstante, el error está en consumir esta proteína vegetal de manera exagerada, en especial cuando se trata de harinas refinadas.
Consecuencias del consumo excesivo de gluten:
- Síndrome de intestino irritable.
- Mareos o dolores de cabeza.
- Desorden hormonal.
- Cansancio.
¿En qué alimentos se encuentra?
- Repostería.
- Embutidos.
- Golosinas.
- Colorantes.
- Harinas.
- Pastas.
Hay que resaltar que solo las personas que sufren de la enfermedad celiaca son quienes deben eliminar del todo el gluten de su alimentación, o en caso de que se presente algún tipo de alergia.
6. Forzar demasiado la vista
Por último, la vida moderna nos ha obligado a mantener la vista de manera constante en una pantalla azul. Por ejemplo, por el televisor, el ordenador o el teléfono móvil.
Además, la gran mayoría de los dispositivos electrónicos nos obliga a forzar la vista por periodos de tiempo prolongados. Esto puede ocasionar:
- Fatiga en los músculos oculares.
- Resequedad en los ojos.
- Dolor de cabeza.
- Visión borrosa.
Si no corregimos el hábito de mantener la vista fija durante mucho tiempo, podemos deteriorar nuestra visión. Por lo tanto, se aconseja hacer pausas, contar con una buena iluminación y acudir al oftalmólogo, por lo menos una vez al año.
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