9 consejos para el cuidado de tu zona íntima
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Como mujer, es normal que te preocupe el cuidado de tu zona íntima. Esta área delicada requiere un trato muy especial, ya que su pH es diferente al de otras partes del cuerpo y tiende a alterarse con más facilidad.
En su estado natural cuenta con una flora que permite mantener el equilibrio y al mismo tiempo hacerle frente a los agentes patógenos. Sin embargo, a veces presenta desbalances y esa flora o “barrera protectora” se debilita, lo que da lugar a malos olores e infecciones.
Por eso, además de la higiene habitual que se le da en la ducha, es primordial poner en práctica otras recomendaciones que son determinantes para cuidar su salud. En esta oportunidad queremos compartir las 9 mejores para que las tengas en cuenta desde ahora.
1. Para el cuidado de tu zona íntima usa ropa interior apropiada
Aunque quizá lo pasas por alto, el tipo de ropa interior que utilizas es clave en la prevención de infecciones vulvovaginales y olores fuertes. Cuando estas prendas están fabricadas con materiales sintéticos, la humedad se retiene y aumenta el crecimiento de bacterias.
Además, dado que no son tejidos “transpirables”, suele producir un ambiente cálido que también facilita la proliferación de microorganismos. Por lo tanto, para evitar inconvenientes, lo ideal es elegir prendas de algodón o materiales naturales.
Asimismo es conveniente que evites utilizar prendas demasiado ajustadas, ya que estas también causan desequilibrios en la zona vaginal.
2. Tener buenos hábitos de higiene
Los hábitos de higiene son esenciales en el cuidado de tu zona íntima. También lo es el uso de productos que cuiden el equilibrio de la flora vaginal.
El uso de jabones íntimos para neutralizar el olor y los fluidos es una excelente opción, ya que no alteran el pH y mantienen la correcta higiene de la zona. No causan irritaciones, resequedad ni picazón.
Así pues, en el día a día, mantener una buena higiene no se trata de “esconder” el olor vaginal con cualquier jabón o producto de aseo. Para prevenir irritaciones e infecciones debes lavarte con agua y un jabón indicado para ello. Luego, asegúrate de secarte bien -con delicadeza- para eliminar el exceso de humedad tras la ducha, por ejemplo.
Asimismo, recuerda que después de orinar siempre debes limpiarte de adelante hacia atrás, nunca al revés, ya que así podrías pasar fácilmente la suciedad y las bacterias del ano a la vagina, y causar una infección.
3. Evitar el exceso de duchas vaginales
Algunas mujeres piensan que las duchas vaginales son las mejores aliadas para eliminar esos malos olores que aparecen en esta zona. No obstante, lejos de producir algún beneficio, ocasionan desbalances en el pH que facilitan el desarrollo de infecciones.
No por lavar más la zona o por rociarte más agua vas a tener la zona “más limpia”. Recuerda que todo en exceso es perjudicial, incluyendo la rociada de agua en la vagina.
4. Llevar una vida sexual sana
Mantener una vida sexual sana y responsable también es importante en el cuidado de tu zona íntima. Asegúrate de tomar las medidas de protección adecuadas para reducir el riesgo de contraer infecciones o enfermedades de transmisión sexual (ETS).
Si utilizas lubricantes íntimos o productos erógenos debes verificar que sean hipoalergénicos, con componentes que no alteren el ambiente vaginal. El aplicar sustancias irritantes puede desencadenar malos olores, comezón y otras molestias.
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5. Cambiar los tampones y compresas con regularidad
Los tampones y compresas que se utilizan durante el periodo menstrual se deben cambiar de forma constante, más o menos cada 4 horas. Aunque quizá no lo notes siempre, el sangrado menstrual aumenta los niveles de pH y puede causar malos olores.
Durante la menstruación hay un cambio inevitable en el ambiente vaginal, ya que la sangre es de un pH de 7.4, es decir, mucho más alto que el normal de la vagina. Por eso, para evitar tanto infecciones como irritación y mal olor, se debe hacer un uso apropiado de estos productos de higiene.
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6. Controlar la humedad es clave para el cuidado de tu zona íntima
Si bien es conveniente controlar la humedad, la vagina no puede estar del todo seca como otras partes del cuerpo (un brazo o una pierna, por ejemplo). Esto es porque requiere cierta cantidad de fluidos para mantenerse lubricada y, por ende, protegida.
Debes cuidarla contra humedades externas (como la de la ducha, la piscina, los trajes de baño y otras prendas de ropa húmedas, etc.), mas no pretender que esté seca como tu brazo. De ser así, notarías muchas molestias.
Debes evitar al máximo llevar prendas íntimas húmedas (por periodos de tiempo prolongados), trajes de baño, así como también ropa interior y pantalones demasiado ajustados.
No vigilar la humedad favorece el crecimiento y aparición de hongos, bacterias y problemas cutáneos como la dermatitis.
7. Evitar el uso de esponjas
Las esponjas no son elementos apropiados para el cuidado de tu zona íntima. Aunque pareciera que ayudan a limpiarla mejor, en realidad pueden causar efectos indeseados. Estos elementos son agresivos con la piel y pueden causarle irritación o lesiones.
Además, debido a que absorben humedad, suelen acumular bacterias y hongos que no se pueden ver a simple vista. La forma correcta de facilitar la limpieza íntima es pasando con suavidad los dedos sobre los pliegues de los labios vaginales.
8. Evitar los productos de higiene femeninos
Como se ha comentado, la mejor forma de lavar esta zona es con agua sola o bien con agua y un jabón suave. Por esto no está indicada la aplicación de talco, cremas, perfumes o desodorantes. Tampoco es recomendable utilizar aceites perfumados o realizar baños con sales y espumas.
En este caso, como en otras ocasiones, aplicar más productos no es sinónimo de un mejor aseo. Recuerda que con el objetivo de tener una mejor higiene podemos acabar perjudicando su salud y creando un ambiente más propenso a las infecciones.
9. No automedicarse
Algunas mujeres cuando detectan la existencia de síntomas como picazón o flujos vaginales anómalos, recurren a medicamentos de venta libre sin el consejo médico adecuado. Esta práctica no es aconsejable pues podría incluso empeorar el problema existente.
Otros consejos acerca del cuidado de tu zona íntima
La región genital externa femenina requiere de estas pautas de aseo y cuidado especiales desde edades tempranas. Por esto es de especial importancia educar a las niñas en la necesidad de tener cuidado de esta zona.
No sólo para adquirir los hábitos a aplicar en el futuro sino también para prevenir algunos problemas que pueden aparecer en la infancia y la adolescencia, como vulvovaginitis o infección por Candida albicans.
Existe una forma sencilla de controlar los posibles problemas que puedan aparecer sin la necesidad de usar cosméticos ni productos específicos: examinar con regularidad la vulva y estar alerta a los posibles cambios en el flujo, su olor o las condiciones de la piel.
Además es recomendable hacer un seguimiento médico regular y consultar en caso de observar irregularidades, experimentar dolor, picor u otros síntomas anormales.
Sigue estas pautas para el cuidado de tu zona íntima a diario
Todas las partes del cuerpo requieren de unos cuidados de aseo especiales. Y las zonas íntimas (tanto de las mujeres como de los hombres) también.
Una buena higiene íntima es la que te permite proteger la flora bacteriana de la vagina. Cualquier hábito que le provoque alteraciones puede ser un detonante de infecciones o molestias en la piel. Por eso, procura aplicar todas estas recomendaciones en tu rutina.
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