7 señales que te indican que estás haciendo mal tu rutina de ejercicio
Tomar la decisión de hacer ejercicio de manera regular es una de las mejores formas para perder peso, mejorar el estado físico y promover el bienestar general. Ahora bien, ¿qué pasa cuando aparecen dolores tras la rutina de ejercicio?
En el afán por conseguir resultados rápidos, muchas personas caen en ciertos errores que pueden disminuir los beneficios del entrenamiento. De hecho, en ocasiones estos conducen a lesiones o problemas físicos que pueden producir incapacidad o dificultades para cumplir con la planificación de la rutina.
Señales de problemas con la rutina de ejercicio
Por los motivos expuestos con anterioridad, hemos recopilado siete señales que te permitirán identificar si estás realizando tu rutina de ejercicio de manera incorrecta. ¡Descúbrelas y presta más atención en el futuro!
1. Cansancio permanente
Es normal tener síntomas de cansancio durante el entrenamiento o poco después de finalizarlo. No obstante, cuando se prolonga por varios días y reduce la productividad en otras actividades, puede indicar que te estás excediendo en su práctica.
En este sentido, un estudio publicado por la revista Sports Medicine indica que si un deportista no es capaz de recuperarse plenamente luego de 72 horas, posiblemente padezca del síndrome de sobreentrenamiento.
El cuerpo necesita cierto período de descanso para poder recuperarse antes de volver a un realizar un nuevo entrenamiento. Debido a esto, es importante ejecutar una rutina acorde a la capacidad física individual y, por supuesto, dedicar un tiempo oportuno para su recuperación.
2. Dolores durante el entrenamiento
El cuerpo experimenta ciertas incomodidades cuando lo sometes a ejercicios de alta exigencia física. Sin embargo, estas no se deben confundir con el dolor intenso que puede ser la señal de alguna lesión.
- Una mala ejecución del ejercicio, o hacerlo sin preparación física previa puede conducir a desgarros musculares y otras molestias que requieren atención.
- No escuchar el cuerpo ante estas manifestaciones puede dar lugar a lesiones incapacitantes que obligarán a la persona a suspender la actividad por tiempo indeterminado.
3. Imposibilidad de terminar la rutina de ejercicio
Cuando no sabes ejecutar correctamente la rutina de ejercicio, puedes llegar a un punto en el que te sientas incapaz de terminarla. En ocasiones, la exigencia de algunas actividades es demasiada y, al realizar otras, experimentas tanto cansancio que no logras finalizar.
- Lo mismo ocurre cuando ejecutas los ejercicios de forma incorrecta: desgastas ciertos músculos antes de tiempo y así es posible que percibas molestias o desgaste antes de concluir la rutina.
4. Pocas ganas de entrenar
El cuerpo siempre manifiesta aquello que le molesta. Por lo tanto, cuando no descansas lo suficiente o no consigues recuperarte antes de un nuevo entrenamiento, lo más probable es que no sientas deseos de ejercitarte más.
De hecho, el estudio de Sports Medicine citado con anterioridad indica que la falta de motivación es un síntoma del síndrome de burnout en deportistas. Este síndrome es ocasionado a menudo por un exceso de entrenamiento o presión competitiva.
- Es primordial identificar cuáles son las razones de la desmotivación para poder tomar medidas al respecto.
- Si se debe a un exceso de ejercicio, lo idóneo es tomar algunos días de descanso para que los músculos se recuperen por completo.
5. Lesiones constantes
Cuando no tienes demasiada experiencia haciendo ejercicio, lo mejor es contar con la supervisión de un entrenador profesional, quien tiene la capacidad de corregir aquellos errores que pueden causar lesiones.
Sufrir dolores fuertes, daños en los músculos o cualquier tipo de lesión física es la señal más clara de una mala ejecución de la rutina de ejercicio. Esto a menudo ocurre por aumentar las cargas sin tener suficiente preparación. También puede darse por una mala postura al hacer los ejercicios o por utilizar las máquinas de gimnasio de forma incorrecta.
6. No se da un aumento de la resistencia física
A medida que pasa el tiempo y te entrenas, se producen en el cuerpo adaptaciones fisiológicas —cardiovasculares, musculares y de otros tipos— que hacen que la capacidad física mejore. Esto se explica en un artículo publicado por la Revista Española de Cardiología.
Sin embargo, puede ocurrir que, pese a los esfuerzos, la fuerza y resistencia física continúan siendo mínimas.
- Lo normal es que el cuerpo se acostumbre a la rutina y poco a poco incremente su capacidad para levantar peso o hacer una actividad de alta exigencia con menos esfuerzo.
- Si esto ocurre, lo mejor es considerar un cambio en el plan de entrenamiento para generar nuevos estímulos que aumenten la exigencia para el organismo y provoquen nuevas reacciones adaptativas.
7. Demasiado tiempo en el gimnasio
Muchas personas piensan que pueden llegar más rápido a sus objetivos si pasan tres o más horas en el gimnasio. Sin embargo, lejos de ser algo beneficioso, esto puede traer consigo varios efectos perjudiciales, como afirma una investigación publicada por la revista The Physician and Sportsmedicine. Para planificar tu rutina, ten en cuenta lo siguiente:
- Un buen entrenamiento se puede ejecutar en un período de 45 a 60 minutos.
- La idea es conseguir un buen trabajo muscular sin llegar a sobrecargar los músculos.
- Entrenar de forma excesiva no aumenta el gasto de calorías ni produce una mayor quema de grasa.
- Este mal hábito provoca desgaste muscular y aumenta el riesgo de lesiones.
Realiza tu rutina de ejercicio con calma y sabiduría
¿Te sientes identificado con alguna de estas señales? Si te diste cuenta que estás cometiendo errores en tu rutina de ejercicio, procura corregirlos para que no te pasen factura más adelante.
Si tienes dudas al respecto, asesórate con un entrenador capacitado y acláralo antes de volver a llevar a cabo tu entrenamiento. No se trata de una cuestión menor: además de aprender una buena técnica para cada trabajo, ¡debes saber que el descanso también es una parte importante del proceso!
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