10 síntomas que experimentas cuando tus riñones comienzan a fallar
Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto
Los edemas, la disminución en la cantidad de orina que expulsamos, el aumento de la presión arterial y los dolores recurrentes en la espalda podrían ser señales de insuficiencia renal. Son advertencias que no podemos dejar pasar porque una falla renal es una situación grave y peligrosa.
La insuficiencia renal es una condición médica en la que los riñones no funcionan de manera adecuada. Por lo tanto, no se filtran los desechos de la sangre.
Se puede sufrir insuficiencia aguda o crónica. En la primera, los síntomas aparecen de repente y rápidamente se deteriora el equilibrio renal. Al contrario, en la forma crónica hay un avance progresivo y gradual que, en general, se asocia a otras enfermedades (diabetes o hipertensión arterial, por ejemplo).
A continuación, te mostramos un listado con los síntomas más usuales de fallo renal. Tómalo solo como referencia, pero no dejes de consultar al médico para obtener un diagnóstico adecuado.
1. Retención de líquidos
La retención de líquidos, también conocida como edema, es la acumulación de fluidos en los tejidos del cuerpo. Se convierte en un síntoma de insuficiencia renal cuando los riñones no pueden producir la orina suficiente y expulsarla del cuerpo.
También ocurre que los riñones dejan pasar muchas proteínas en su filtrado. Eso genera un fenómeno conocido como presión osmótica aumentada en los vasos sanguíneos. En pocas palabras, diríamos que cambia la presión interna de las venas y las arterias, por lo que el líquido sale de ellas y se desplaza hacia los tejidos.
La retención de líquidos se puede manifestar en distintas partes del cuerpo:
- Dentro del abdomen: la condición se llama ascitis y puede verse el vientre abultado e inflamado.
- Pies y tobillos: por gravedad, el edema se localiza en la parte inferior del cuerpo. Sobre todo, al final de la jornada.
- En los pulmones: es una forma grave del edema que requiere atención de urgencia. Cursa con dificultad para respirar.
- Alrededor de los ojos: los párpados son tejidos blandos que se agrandan de tamaño rápidamente cuando hay retención de líquidos.
2. Cambios en la frecuencia urinaria
La necesidad repentina y urgente de orinar puede ser un síntoma de insuficiencia renal. En especial, en algunas etapas iniciales asociadas a determinadas enfermedades. Sobre todo, si hay acumulación de desechos tóxicos en la sangre.
Luego, en etapas avanzadas del fallo renal, los riñones tienden a producir menos orina de lo normal. Aquí podrían presentarse dos escenarios:
- Oliguria: se llama así a la producción disminuida de orina, cuando la cantidad total que se expulsa en 24 horas es menor a 400 ml en los adultos.
- Anuria: es el término técnico que se usa cuando la producción de orina es mínima, menor a 100 ml en un día, o directamente se pasan 24 horas sin orinar. Es una emergencia que necesita atención médica.
3. Aparición de espuma en la orina
La espuma en la orina se refiere a la formación de burbujas en el líquido cuando se produce o cuando se deja reposar. Varía desde una apariencia espumosa leve hasta una capa blanca persistente.
En el contexto de la insuficiencia renal, el fenómeno suele ser causado por la presencia de muchas proteínas en la orina. El fenómeno se conoce como proteinuria. En condiciones normales, la orina contiene muy pocas proteínas, pero cuando los riñones están dañados, se filtran más y alteran la tensión superficial del líquido.
4. Cambios en el color de la orina
La orina puede salir más oscura de lo habitual en la insuficiencia renal. Estos tonos irán desde el amarillo oscuro hasta el marrón.
Si los riñones no eliminan eficientemente desechos como la urea y la creatinina, el líquido a expulsar los concentra y su presencia en suspensión cambia la coloración. A ello hay que sumar el fenómeno de deshidratación que hay por la salida de los líquidos hacia los tejidos por el edema.
Por último, en algunos pacientes sucede una insuficiencia hepática al mismo tiempo. Ello conlleva un aumento de la bilirrubina en la sangre y su consiguiente paso a la orina. La bilirrubina es un pigmento que oscurece el líquido.
5. Sangre en la orina
La hematuria es la presencia de sangre en la orina. Se puede clasificar en macroscópica, cuando la sangre es visible a simple vista, y microscópica, cuando se detecta a través de análisis de laboratorio. La sangre en la orina por insuficiencia renal se debe a alguna de las siguientes causas:
- Tumores
- Tubulopatía
- Litiasis renal
- Glomerulonefritis
- Síndrome nefrítico
- Pielonefritis crónica
El grado de hematuria no determina la gravedad. Es decir, mayor cantidad de sangre en la orina no se traduce en una peor insuficiencia renal.
6. Picazón
El prurito es la sensación incómoda que provoca el deseo de rascarse. Es uno de los síntomas cutáneos más comunes en pacientes con insuficiencia renal.
La acumulación de productos de desecho, como la urea y la creatinina, puede ocasionar la picazón. Además, es común que el fallo renal se acompañe de un aumento en los niveles de la hormona paratiroidea, que también contribuye al prurito.
7. Sequedad de la piel
La xerosis se refiere a una piel seca, áspera y escamosa. Es un síntoma que progresa a medida que la insuficiencia renal se agrava y altera la calidad de vida.
La falta de hidratación adecuada en los tegumentos favorece su agrietamiento. Y no solo la piel lo sufre, sino también las mucosas, por lo que es común que la boca se sienta reseca todo el tiempo y que cueste calmar el síntoma, aún tomando agua.
8. Dolor en la zona lumbar
El dolor lumbar por los riñones se suele localizar en la parte baja y lateral de la espalda. Puede variar desde una molestia sorda y persistente hasta una punzada aguda.
No siempre está clara la causa del dolor por insuficiencia renal. El mal funcionamiento en sí mismo no es el origen directo, pero sí puede aparecer por culpa de la enfermedad que está subyacente al fallo.
Lo que sí sucede es que la enfermedad renal crónica, con el paso de los meses, genera inflamación en el órgano y en los tejidos aledaños. Ello deriva en dolor.
Por otro lado, si hay infecciones urinarias concomitantes o se formaron cálculos, entonces el dolor se hará más evidente. Incluso, podría presentarse con su clínica habitual en forma de cólico y con recorrido de hemicinturón, con inicio en la espalda e irradiación hacia la ingle.
9. Presión arterial alta
La hipertensión arterial es una condición crónica caracterizada por una elevación persistente de la tesión de las arterias. Se define con valores iguales o superiores a 140/90 mmHg.
La insuficiencia renal disminuye la capacidad de los riñones para eliminar sodio y agua. Ello lleva a un aumento del volumen sanguíneo y, por ende, a una mayor presión arterial.
A su vez, cuando los riñones fallan, el sistema de angiotensina también falla. Este es un mecanismo de secreción de sustancias que se encarga de regular, entre otras cosas, la presión de las arterias.
De todas maneras, también existe el mecanismo inverso. Es decir, que primero exista hipertensión arterial en una persona y, debido al mal control, a largo plazo se desarrolle insuficiencia renal con sus síntomas propios.
El problema es que la hipertensión contribuye a la progresión de la insuficiencia renal. Los pacientes con ambos problemas tienen mayor riesgo de sufrir complicaciones cardiovasculares.
10. Fatiga y cansancio
En la insuficiencia renal, los riñones no pueden eliminar de manera efectiva los desechos, como urea y creatinina. Su acumulación afecta diversas funciones corporales y provoca fatiga, incluidas dificultades para la concentración y la memoria, ya que los tóxicos pueden alcanzar la zona del encéfalo.
Otra condición asociada es la anemia. Los pacientes con fallas en los riñones producen menos glóbulos rojos, debido a una cantidad insuficiente de la hormona eritropoyetina y a otros mecanismos.
Esta anemia ocasiona síntomas similares a cualquier otra anemia. Hay cansancio, alteraciones de la piel, caída de cabello y uñas frágiles.
Finalmente, la insuficiencia renal también cambia el metabolismo de la vitamina D. Y si bien no está claro el vínculo, se asocian los problemas con este micronutriente a modificaciones en la energía vital.
¿Qué hago si tengo síntomas de insuficiencia renal?
Si experimentas síntomas de un fallo en el funcionamiento de los riñones, es crucial que tomes medidas adecuadas. La insuficiencia renal, tanto aguda como crónica, puede ser una condición grave.
Programa una cita médica lo más rápido posible. Los especialistas en enfermedades renales son los nefrólogos y resultan los profesionales idóneos para el caso.
Mientras tanto, puedes hacer algunos ajustes en tu estilo de vida:
- Haz ejercicio leve y regular. Mantén un régimen de actividad física moderada y adaptada a tus condiciones.
- Reduce el consumo de sodio. Como parte de una nutrición adecuada para tus riñones, contribuirá a bajar la presión arterial y reducir la retención de líquidos.
- Controla la ingesta de fluidos. Revisa que tomes suficiente agua y que no estés ingiriendo líquidos no recomendados, con alto contenido de alcohol o azúcares.
- Controla el peso corporal. Busca alternativas para que tu índice de masa corporal esté por debajo de 25, ya que a mayor masa, mayor será el esfuerzo de los riñones.
- Investiga sobre la enfermedad renal. Aprende todo lo que puedas sobre cómo controlar los síntomas, cuándo consultar y qué opciones de tratamiento a largo plazo existen.
El fallo de los riñones es algo serio
La insuficiencia renal es una condición severa. Pero el reconocimiento temprano de sus síntomas y una respuesta proactiva pueden marcar la diferencia en su manejo.
Busca atención médica y sigue el plan de tratamiento que te propongan los profesionales. A la par, realiza cambios en tu estilo de vida para mejorar tu salud.
Aunque la fatiga o los cambios en la orina te parezcan algo pasajero, su repetición y persistencia debe alertarte. No te quedes con la duda y recopila información sobre lo que te pasa para evitar complicaciones futuras.
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