8 cosas de las que debes conversar honestamente con tu pareja
Revisado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña
Si acabas de dar el gran paso o estás a punto de hacerlo, debes conversar honestamente con tu pareja sobre algunas cuestiones para que ambos puedan las ideas claras y, entre ambos, establecer una buena comunicación. La idea no es sentarse a dar ultimátum ni mucho menos, sino exponer inquietudes de la manera más objetiva posible, y hacer una lluvia de ideas sobre posibles soluciones entre ambos.
Una buena comunicación no solamente consiste en decirse las cosas del día a día, hacerse halagos o comentar trivialidades. Consiste también en comunicar aquello que inquieta de alguna forma, proponer una solución o bien idearla en equipo, con el fin de superarlo y cuidar el equilibrio de ambos. Esto no solo ayuda a sobrellevar situaciones difíciles, sino que ayuda a disfrutar de una relación estable y duradera, así como crear y fortalecer un vínculo sano.
Ocultar u omitir información, reprimir emociones y no buscar un diálogo constructivo sino recriminador no es beneficioso. Al contrario, solo causa roces, desconfianza y dolor. Por ello mismo, es importante evitarlos, incluso en cuestiones que parezcan “sin importancia”.
Veamos a continuación cuáles son las 8 cosas de las que debes conversar honestamente con tu pareja.
1. El amor evoluciona con el tiempo (y eso no es malo)
Aunque en la etapa del enamoramiento pueda ser difícil imaginar cambios en la relación, es importante tener en cuenta que van a suceder. Es parte del proceso de evolución de toda relación, y eso no necesariamente implica algo negativo.
El hecho de que un día se pase de la etapa de enamoramiento a otra etapa, no quiere decir que “la llama del amor” se apagó o que ya no se tenga afecto o ilusión por el otro. Simplemente, el afecto, y todo lo que ello conlleva, evolucionan y se manifiestan de otras formas, dentro de la nueva estabilidad.
Por otra parte, hay que tener claro que, aún en etapas difíciles, es posible sobrellevar las adversidades, seguirse queriendo y salir fortalecidos. Una dificultad no tiene por qué ser el fin de una relación, de hecho, muchas pueden hacer que el vínculo sea más profundo.
2. El amor se hará sentir de diferentes formas
El amor verdadero no está solamente en los momentos de relax, alegría y diversión. También está en los momentos de angustia y agobio, y se hace sentir de diferentes formas: un abrazo, una palabra tranquilizadora, un silencio de respeto, una escucha activa, un lavado de platos a modo de colaboración, etc.
Si sabemos apreciar los gestos que el otro, a su manera, es capaz de aportar a la relación para cuidarla, entonces sabremos que somos amados y apreciados.
3. La atracción física también evolucionará
Es importante que ambos tengan en cuenta que así como la expresión del afecto evoluciona, la atracción física también. No siempre van a poder mirarse y notar un gran fuego interior, pero eso no significa que no se vayan a desear o que ya estén mirando hacia otro lado.
En ocasiones, las variaciones del deseo pueden traerte algunas dudas acerca de la relación e incluso hacerte cuestionar si dejaste de amar a tu pareja o al revés. Esto es algo por lo que todas las parejas pasan en algún momento.
Cuestionarte tu relación cuando los periodos de atracción cambian es algo normal, por lo que debes conversar honestamente con tu pareja sobre esto para despejar inquietudes y volver a apreciar -entre los dos- la llama o la chispa que los une.
4. Lo material siempre será secundario
A pesar de que suena bonito decir que se podría vivir con amor, no es acertado. El amor es lo principal, pero para cuidarlo hace falta crear y mantener una estabilidad económica. Ojo, esto no quiere decir que lo material prime sobre el amor, sino que debe estar presente, al menos en un segundo plano, para que la relación pueda avanzar con la menor cantidad de tropezones posible.
Una buena planificación familiar puede hacer mucho por la relación. Proporciona tranquilidad, permite tener solvencia y resolver con relativa facilidad las dificultades económicas que puedan surgir. Asimismo, puede minimizar el impacto de las crisis. En cambio, cuando no hay una buena planificación, la relación puede ser mucho más vulnerable a diversos problemas.
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5. La vida de casados es un viaje
Puede que sientas haber logrado el objetivo final con tu pareja al haber dado el sí en el altar, pero el matrimonio como tal no es la “cima” de la montaña ni tampoco el “paraíso” definitivo. Para hacer que funcione, es necesario cuidarlo cada día, y sobre todo, buscar avanzar siempre como equipo. Nunca dejar que uno de los dos reme el bote por el otro, o peor aún, por ambos.
Hay momentos difíciles que parecen estar diseñados para sacar a flor de piel todas las emociones negativas y las peores palabras, pero más allá de estos, la vida sigue.
Si bien todos somos humanos y podemos “estallar” y decir algo que pueda ser dañino para el otro, hay que aprender a responsabilizarse por lo que se piensa, dice y hace, disculparse, rectificar y buscar la manera de seguir construyendo y avanzar en equipo, no quedarse en lo que se ha “derribado” o en señalar supuestos culpables.
Siempre se pueden utilizar las emociones negativas y las dificultades para crecer -tanto de forma individual como en pareja- y fortalecer el vínculo.
Si te decides a conversar honestamente con tu pareja, puede que ambos descubráis un sinnúmero de formas de crecer juntos.
6. Los hijos no tienen que ser el “fin del amor”
Todos saben que tener hijos es una parte maravillosa de la vida pero, a la vez, es un cambio en la vida de la pareja. Es posible que, aunque estés viviendo el mejor de los matrimonios, sufras de un período de tensión. Es normal, pues ambos tendrán que habituarse a una nueva dinámica.
Como ya mencionamos antes, el hecho de que las cosas cambien no necesariamente tiene que ser algo malo. Por ello mismo, no hay que predisponerse y anticiparse, sino más bien, procurar trabajar en equipo para sortear las dificultades, y poco a poco, encontrar el equilibrio.
Por este motivo, es importante conversar sobre en qué momento consideráis buena idea tener hijos. Deja claro que, a pesar de las responsabilidades, deben intentar pasar un tiempo juntos, a solas, para cuidar su amor de pareja.
7. El amor físico necesita de conexión emocional
El sexo es uno de los pilares de la relación de pareja, pero no es el único. Se trata de una forma de demostrar afecto, afianzar el vínculo y promover tanto la seguridad como la validación de la pareja.Si bien cada pareja tiene una dinámica diferente (de ahí lo de “cada pareja es un mundo”), es importante tener en cuenta que, cuando el sexo va de la mano con una buena conexión emocional, las diferencias que puedan haber de una etapa a otra en la relación, serán mucho más fáciles de sobrellevar. En cambio, si la relación se basa en lo físico y poco más, todo lo contrario.
8. La terapia de parejas puede venir muy bien en más de una ocasión
Ahora que conoces cuáles son algunas de las cosas que debes conversar honestamente con tu pareja, ten en cuenta que, al conversar, es necesario hacerlo siempre desde la calma y el respeto y con la voluntad de entenderse mejor y avanzar. Nunca con ánimo de culpabilizar, señalar, recriminar o imponer al otro.
Si ya han conversado sobre algunos temas y has notado dificultades, siempre puedes proponer acudir a una sesión de terapia de pareja para empezar a mejorar ese aspecto y lograr un buen entendimiento.
La terapia de pareja no está reservada exclusivamente para los casos de crisis más extremos, como puede ser un divorcio, sino también para ayudar a resolver otras inquietudes y malos entendidos.
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