9 señales que indican un nivel bajo de serotonina en tu cuerpo
Escrito y verificado por el médico Mario Benedetti Arzuza
Tener un bajo nivel de serotonina en el cuerpo se traduce en molestias que van desde alteraciones en el estado de ánimo hasta síntomas digestivos y cardíacos. Este neurotransmisor, como lo detalla una publicación en National Center for Biotechnology Information, interviene en la regulación del comportamiento, la memoria y diversas funciones fisiológicas.
Por lo tanto, el organismo experimenta cambios que se manifiestan con malestares físicos y emocionales cuando los niveles de serotonina se encuentran más bajos de lo normal. Así, pueden aparecer problemas como la tristeza, la irritabilidad, la falta de concentración, los trastornos del sueño, entre otros. ¿Quieres saber más al respecto? ¡Sigue leyendo!
¿Qué es la serotonina?
La serotonina es una sustancia química producida por las células nerviosas, aunque también se encuentra en los intestinos y el aparato respiratorio. De hecho, la mayor parte se encuentra fuera del sistema nervioso central, como en el sistema digestivo y las plaquetas, que podrían ser sus transportadoras.
Actúa como neurotransmisor y su función principal es modular la actividad neuronal y una amplia variedad de procesos neuropsicológicos. Asimismo, y de acuerdo con lo divulgado en Annual Review of Medicine, interviene en funciones biológicas como las siguientes:
- Función cardiovascular.
- Motilidad intestinal.
- Latencia eyaculatoria.
- Control de la vejiga.
Además, está hecha a partir de un aminoácido llamado triptófano, que se obtiene a través de alimentos como las nueces, los quesos y las carnes. Si hay bajos niveles de triptófano, también tiende a disminuir la serotonina. En consecuencia, el cuerpo experimenta síntomas físicos y psicológicos.
Funciones principales de la serotonina
Al tratarse de un neurotransmisor, la principal función de la serotonina es llevar mensajes de un área nerviosa a la otra, incluyendo al cerebro. Así, interviene tanto en las emociones como en las funciones cognitivas y las habilidades motoras.
En particular, incide en los siguientes procesos y funciones:
- Regular la depresión y la ansiedad.
- Incrementar la sensación de bienestar.
- Estimular la curación de las heridas.
- Promover las náuseas.
- Mantener la salud ósea.
- Controlar los movimientos intestinales y su función.
- Estimular las partes del cerebro que regulan el sueño y la vigilia.
- Incidir en la función sexual.
Señales de niveles bajos de serotonina
En ocasiones, ciertas condiciones como la depresión o el comportamiento agresivo están asociadas con una disminución de los niveles de serotonina. Por supuesto, es una situación que se debe determinar de la mano de un médico o especialista. Aun así, es conveniente conocer algunos síntomas que pueden ayudar a detectarlo de forma oportuna. ¡Toma nota!
1. Trastornos del estado de ánimo
Los estudios sugieren que una baja recaptación de serotonina incide en el aumento de la ansiedad, debido a que se reducen los niveles del neurotransmisor en ciertas zonas del cerebro. Esto se debe a que esta sustancia regula en gran medida los impulsos y las emociones. En este sentido, su disminución también se vincula a los siguientes trastornos:
- Pánico.
- Depresión.
- Ansiedad generalizada.
- Trastorno obsesivo compulsivo (TOC).
2. Problemas digestivos
El 95 % de esta hormona se produce dentro del intestino. Debido a esto, el déficit de esta sustancia afecta directamente a los procesos gastrointestinales, al punto de desarrollar un síndrome de colon irritable.
Este trastorno produce cólicos abdominales, distensión y gases excesivos. Cuando la causa es una disminución de los niveles de serotonina, suele asociarse a estreñimiento (mientras que un exceso de la hormona se relaciona con diarrea).
3. Deterioro cognitivo
Más allá de su impacto en el estado de ánimo, la serotonina incide en procesos cognitivos relevantes, como la memoria. Así, como lo evidencia un estudio compartido en Translational Neuroscience, la alteración en ciertos receptores del neurotransmisor influye en el rendimiento cognitivo, pudiendo vincularse a enfermedades como el alzhéimer y la esquizofrenia.
Inclusive en las enfermedades crónicas se ha visto en ciertos estudios que los cambios en los hábitos alimenticios pueden favorecer el rendimiento cognitivo. Además de consumir alimentos ricos en triptófano (como frutos secos, algunas semillas y quesos), seguir los principios de una dieta mediterránea es beneficioso.
4. Necesidad de ingerir carbohidratos
Si una persona tiene un nivel bajo de serotonina, es normal que el cuerpo trate de compensarlo mientras ingiere carbohidratos y dulces. Estos alimentos mejoran el estado de ánimo y alivian la ansiedad, según algunas investigaciones realizadas en modelos animales. Por esa razón, la persona experimenta mucha satisfacción al ingerir comidas repletas de azúcar.
5. Fatiga
Cuando los niveles de serotonina se encuentran más bajos, la energía disminuye y aparece la fatiga. Esto se asocia a una teoría llamada «fatiga central», por sus efectos sobre el sueño y la pérdida de la motivación, según algunas publicaciones. Es usual que las personas que lo sufren tengan una sensación de:
- Apatía.
- Letargo.
- Cansancio.
- Falta de motivación.
6. Alteraciones de la libido
Los descontroles en los niveles de serotonina tienen un impacto negativo en la libido. Si bien su aumento suele asociarse con un menor deseo sexual, su disminución reduce la capacidad de conectar emocionalmente con la pareja, lo que se traduce en relaciones poco satisfactorias.
7. Dificultades para conciliar el sueño
Un nivel bajo de serotonina incide en la aparición de los trastornos del sueño. Tal y como lo explica un estudio en Sleep Medicine Reviews, la neurotransmisión serotoninérgica desempeña un papel importante en la modulación del ritmo circadiano, el sueño y la vigilia. Por eso, si la hormona disminuye, se presentan los siguientes síntomas:
- Insomnio.
- Pesadillas constantes.
- Incapacidad de relajarse.
- Problemas para conciliar el sueño.
- Dificultades para obtener un sueño profundo.
- Problemas para permanecer dormido durante la noche.
8. Autoestima baja
Si de repente la autoestima baja y hay sentimientos de frustración o insatisfacción con uno mismo, es posible que se esté presentando un nivel bajo de serotonina. Aunque muchos lo ignoran, este neurotransmisor también es clave para sentir bienestar con uno mismo.
La falta de autoestima también se manifiesta con comparaciones, hipersensibilidad a las críticas, falta de confianza, entre otros.
Esta condición suele asociarse al trastorno depresivo mayor. Si bien se conoce el papel de la serotonina en esta enfermedad, no hay manera de medir dicha sustancia en el cerebro. También se ha comprobado que medir los niveles plasmáticos (en sangre) no resulta de utilidad.
9. Dolor crónico
Clásicamente, se ha asociado a la serotonina como parte fundamental en la percepción del dolor, y su comportamiento puede variar en función de los procesos patológicos que se estén desarrollando.
Un estudio publicado en International Journal of Molecular Sciences describe cómo esta sustancia participa en el «síndrome del intestino irritable, la fibromialgia, la migraña y algunos tipos de dolores de cabeza» en cuanto a la percepción del dolor se trata.
También se destaca el papel de las hormonas sexuales femeninas en este proceso, las cuales podrían vincularse a las diferencias en el umbral del dolor entre los diferentes sexos. En este sentido, puede que estas sustancias influyan en el balance neuroquímico de la serotonina.
¿Crees que tienes un nivel de serotonina bajo?
Si acabas de reconocer estos síntomas y crees que tienes un nivel de serotonina bajo, lo idóneo es buscar atención profesional. El médico, tras hacer los exámenes correspondientes, determinará si es necesario consumir medicamentos (como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina) o si basta con mejorar la dieta y el estilo de vida.
Por supuesto, en caso de depresión y trastornos del estado de ánimo, la ayuda psicológica también es esencial. Así pues, puede ser que el problema requiera un abordaje multidisciplinar. Por eso, en la medida de lo posible, hay que consultar de forma temprana.
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