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5 remedios naturales para limpiar tus oídos de forma segura

6 minutos
Si no hay sospechas de tapones de cera o infecciones, puedes recurrir a algunos ingredientes caseros para limpiar tus oídos, como la manzanilla.
5 remedios naturales para limpiar tus oídos de forma segura
Nelton Abdon Ramos Rojas

Revisado y aprobado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas

Última actualización: 05 febrero, 2025

Hay una serie de remedios naturales a los que puedes recurrir si quieres limpiar tus oídos en casa, sin afectar sus conductos o el tímpano. Desde gotas con solución salina, pasando por agua oxigenada, aceite de oliva y vapores, dispones de varias alternativas para ablandar el cerumen y evitar que su acumulación te genere obstrucciones, inflamación o infecciones.

De todos modos, debes recordar que los oídos tienen un mecanismo de autolimpieza que funciona mediante el movimiento de la mandíbula —al hablar o masticar—, lo que permite desplazar de forma natural todos los residuos hacia el exterior. Por eso, no es necesario recurrir a estas soluciones de forma constante, sino cuando percibas un exceso de cera o molestias leves asociadas. ¿Te animas a probarlos? ¡Toma nota!

1. Solución salina

La solución salina puede ser todo lo que necesitas para limpiar tus oídos de manera segura. Este remedio ablanda y disuelve los restos de cerumen acumulados, facilitando su eliminación sin dejar irritación. La mezcla de agua y sal tiene un pH neutro que imita las condiciones naturales del oído, lo que la hace suave para usar en el canal auditivo.

Sin embargo, no debe aplicarse si hay signos de infección (dolor, enrojecimiento o fiebre), heridas o perforaciones en el tímpano, pues puede causar complicaciones.

Instrucciones

  1. Disuelve 1 cucharadita de sal en ½ taza de agua tibia.
  2. Aplica unas gotas en el oído usando un gotero, deja actuar durante unos minutos y luego inclina la cabeza para drenar el líquido.
  3. Haz este procedimiento con cuidado, sin forzar la entrada del líquido al oído.

2. Agua oxigenada

El agua oxigenada (peróxido de hidrógeno al 3 %) tiene un efecto efervescente que ayuda a descomponer la cera seca que se acumula en el canal auditivo. Sin embargo, hay que tener precaución al utilizarla, sobre todo de forma casera. Utilizar una forma concentrada puede ser perjudicial para el oído; lo mismo ocurre si se emplea cuando hay heridas o infecciones.

Instrucciones

  1. Si te es posible, adquiere en el mercado gotas para los oídos formuladas con agua oxigenada. Son la opción más segura y recomendable.
  2. También puedes mezclar partes iguales de peróxido de hidrógeno al 3 % y agua natural. Aplica 5 o 6 gotas en cada oído, deja actuar el líquido y drena.

3. Aceite de oliva

Durante mucho tiempo, entre los remedios naturales más utilizados para limpiar los oídos ha destacado el aceite de oliva. Su composición hidratante permite ablandar el cerumen endurecido y facilita su expulsión.

No suele ser irritante y es bien tolerado por la mayoría de las personas; sin embargo, conviene utilizarlo con cuidado, en pequeñas cantidades, siempre atentos a la reacción individual.

Instrucciones

  • Pon unas 5 o 6 gotas de aceite tibio (nunca caliente) en el oído afectado con un gotero.
  • Deja actuar durante unos minutos y luego drena inclinando la cabeza.

4. Vapor 

Acercar los oídos a una fuente de vapor caliente puede contribuir a deslizar el exceso de cerumen al exterior. No obstante, es un remedio que debes emplear con sumo cuidado, para evitar quemaduras o irritaciones.

Instrucciones

  1. Calienta agua en una olla hasta que hierva.
  2. Con precaución, acerca la cabeza al recipiente y cúbrete con una toalla para evitar que el vapor se escape.
  3. Realiza la exposición al vapor durante 10 o 15 minutos.
  4. Evita hacer este procedimiento si tienes alguna lesión o infección en el oído.

5. Infusión de manzanilla

Conocida por sus propiedades calmantes y antiinflamatorias, la manzanilla es otra opción interesante para ayudar a la descomposición de la cera y la limpieza natural del oído. Sus compuestos activos, como los flavonoides y aceites esenciales, la hacen idónea para hidratar, reducir la irritación y aliviar molestias asociadas a la acumulación de partículas.

Instrucciones

  1. Prepara infusión de manzanilla y deja enfriar hasta que esté tibia.
  2. Con un gotero, coloca 2 o 3 gotas en el oído afectado, deja actuar durante 5 a 10 minutos y luego inclina la cabeza para drenar el líquido.
Evita abusar de este remedio y resérvalo para casos muy esporádicos, ya que un uso excesivo de líquidos en el oído puede generar infecciones o irritaciones. Además, en caso de infección o dolor, evita su uso y prioriza la atención médica.

Remedios que debes evitar por seguridad

Hay algunos remedios naturales populares que, aunque han tenido gran difusión como aliados para limpiar los oídos, su uso es riesgoso para la salud. Por seguridad, es preferible evitar su utilización y optar por alternativas suaves, como las mencionadas en los puntos anteriores. Veamos en detalle:

  • Gotas de vinagre o alcohol: pueden causar dolor e irritación en el canal auditivo.
  • Hisopos de algodón: puede empujar el cerumen más adentro, causando obstrucciones o incluso perforaciones del tímpano.
  • Limón o jugos cítricos: son demasiado ácidos y existe el riesgo de afectar la membrana mucosa del oído con su uso.
  • Ajo y el jugo de cebolla: contienen propiedades antimicrobianas, pero su concentración puede irritar o quemar el oído debido a su acidez. Además, aumentan el riesgo de infecciones o reacciones alérgicas.
  • Velas para los oídos: son ineficaces y riesgosas. De hecho, pueden provocar quemaduras, obstrucciones o incluso dañar el conducto auditivo si no se usan de forma correcta.
  • Introducir objetos puntiagudos: como clips o alfileres, ya que pueden perforar o lesionar el conducto auditivo.

¿Cuándo consultar al médico?

No puedes recurrir a los remedios caseros, si lo que buscas es destapar un oído lleno de cera u obstruido. En estos casos, la consulta médica es esencial, debido a la posible formación de tapones dentro del canal auditivo, que pueden requerir una limpieza especializada.

También, es crucial consultar al profesional si hay signos de infección, como dolor intenso, fiebre, secreción con mal olor o pérdida de audición, ya que podría tratarse de una otitis o infección en el oído, ambas de tratamiento distinto.

Por último, si has sufrido un traumatismo o tienes heridas considerables en el conducto auditivo, acude para evaluar la situación y, de ser necesario, hacer pruebas complementarias. Al establecer el tipo de daño, el médico puede orientarte hacia un tratamiento idóneo para el caso.

Cuida la higiene de tus oídos

Si lo que te preocupa es que tus oídos estén sucios o llenos de cera, considera que estos tienen un sistema de autoremovido natural que, siempre que estés sano, funciona de manera eficiente y mantiene a la raya el cerumen, dejando solo la cantidad necesaria para protegerte de partículas, polvo y bacterias.

A través de un estilo de vida saludable (buena alimentación, descanso, ejercicio, gestión del estrés) y evitando la exposición excesiva al agua y a ambientes sucios, este mecanismo asegurará la limpieza sin inconvenientes.

Si aun así sientes la necesidad de retirar el exceso de cera, opta por métodos suaves e inofensivos, y descarta los que pueden ser irritantes. A través de estos cuidados disfrutarás una higiene auditiva segura y evitarás posibles complicaciones.

Hay una serie de remedios naturales a los que puedes recurrir si quieres limpiar tus oídos en casa, sin afectar sus conductos o el tímpano. Desde gotas con solución salina, pasando por agua oxigenada, aceite de oliva y vapores, dispones de varias alternativas para ablandar el cerumen y evitar que su acumulación te genere obstrucciones, inflamación o infecciones.

De todos modos, debes recordar que los oídos tienen un mecanismo de autolimpieza que funciona mediante el movimiento de la mandíbula —al hablar o masticar—, lo que permite desplazar de forma natural todos los residuos hacia el exterior. Por eso, no es necesario recurrir a estas soluciones de forma constante, sino cuando percibas un exceso de cera o molestias leves asociadas. ¿Te animas a probarlos? ¡Toma nota!

1. Solución salina

La solución salina puede ser todo lo que necesitas para limpiar tus oídos de manera segura. Este remedio ablanda y disuelve los restos de cerumen acumulados, facilitando su eliminación sin dejar irritación. La mezcla de agua y sal tiene un pH neutro que imita las condiciones naturales del oído, lo que la hace suave para usar en el canal auditivo.

Sin embargo, no debe aplicarse si hay signos de infección (dolor, enrojecimiento o fiebre), heridas o perforaciones en el tímpano, pues puede causar complicaciones.

Instrucciones

  1. Disuelve 1 cucharadita de sal en ½ taza de agua tibia.
  2. Aplica unas gotas en el oído usando un gotero, deja actuar durante unos minutos y luego inclina la cabeza para drenar el líquido.
  3. Haz este procedimiento con cuidado, sin forzar la entrada del líquido al oído.

2. Agua oxigenada

El agua oxigenada (peróxido de hidrógeno al 3 %) tiene un efecto efervescente que ayuda a descomponer la cera seca que se acumula en el canal auditivo. Sin embargo, hay que tener precaución al utilizarla, sobre todo de forma casera. Utilizar una forma concentrada puede ser perjudicial para el oído; lo mismo ocurre si se emplea cuando hay heridas o infecciones.

Instrucciones

  1. Si te es posible, adquiere en el mercado gotas para los oídos formuladas con agua oxigenada. Son la opción más segura y recomendable.
  2. También puedes mezclar partes iguales de peróxido de hidrógeno al 3 % y agua natural. Aplica 5 o 6 gotas en cada oído, deja actuar el líquido y drena.

3. Aceite de oliva

Durante mucho tiempo, entre los remedios naturales más utilizados para limpiar los oídos ha destacado el aceite de oliva. Su composición hidratante permite ablandar el cerumen endurecido y facilita su expulsión.

No suele ser irritante y es bien tolerado por la mayoría de las personas; sin embargo, conviene utilizarlo con cuidado, en pequeñas cantidades, siempre atentos a la reacción individual.

Instrucciones

  • Pon unas 5 o 6 gotas de aceite tibio (nunca caliente) en el oído afectado con un gotero.
  • Deja actuar durante unos minutos y luego drena inclinando la cabeza.

4. Vapor 

Acercar los oídos a una fuente de vapor caliente puede contribuir a deslizar el exceso de cerumen al exterior. No obstante, es un remedio que debes emplear con sumo cuidado, para evitar quemaduras o irritaciones.

Instrucciones

  1. Calienta agua en una olla hasta que hierva.
  2. Con precaución, acerca la cabeza al recipiente y cúbrete con una toalla para evitar que el vapor se escape.
  3. Realiza la exposición al vapor durante 10 o 15 minutos.
  4. Evita hacer este procedimiento si tienes alguna lesión o infección en el oído.

5. Infusión de manzanilla

Conocida por sus propiedades calmantes y antiinflamatorias, la manzanilla es otra opción interesante para ayudar a la descomposición de la cera y la limpieza natural del oído. Sus compuestos activos, como los flavonoides y aceites esenciales, la hacen idónea para hidratar, reducir la irritación y aliviar molestias asociadas a la acumulación de partículas.

Instrucciones

  1. Prepara infusión de manzanilla y deja enfriar hasta que esté tibia.
  2. Con un gotero, coloca 2 o 3 gotas en el oído afectado, deja actuar durante 5 a 10 minutos y luego inclina la cabeza para drenar el líquido.
Evita abusar de este remedio y resérvalo para casos muy esporádicos, ya que un uso excesivo de líquidos en el oído puede generar infecciones o irritaciones. Además, en caso de infección o dolor, evita su uso y prioriza la atención médica.

Remedios que debes evitar por seguridad

Hay algunos remedios naturales populares que, aunque han tenido gran difusión como aliados para limpiar los oídos, su uso es riesgoso para la salud. Por seguridad, es preferible evitar su utilización y optar por alternativas suaves, como las mencionadas en los puntos anteriores. Veamos en detalle:

  • Gotas de vinagre o alcohol: pueden causar dolor e irritación en el canal auditivo.
  • Hisopos de algodón: puede empujar el cerumen más adentro, causando obstrucciones o incluso perforaciones del tímpano.
  • Limón o jugos cítricos: son demasiado ácidos y existe el riesgo de afectar la membrana mucosa del oído con su uso.
  • Ajo y el jugo de cebolla: contienen propiedades antimicrobianas, pero su concentración puede irritar o quemar el oído debido a su acidez. Además, aumentan el riesgo de infecciones o reacciones alérgicas.
  • Velas para los oídos: son ineficaces y riesgosas. De hecho, pueden provocar quemaduras, obstrucciones o incluso dañar el conducto auditivo si no se usan de forma correcta.
  • Introducir objetos puntiagudos: como clips o alfileres, ya que pueden perforar o lesionar el conducto auditivo.

¿Cuándo consultar al médico?

No puedes recurrir a los remedios caseros, si lo que buscas es destapar un oído lleno de cera u obstruido. En estos casos, la consulta médica es esencial, debido a la posible formación de tapones dentro del canal auditivo, que pueden requerir una limpieza especializada.

También, es crucial consultar al profesional si hay signos de infección, como dolor intenso, fiebre, secreción con mal olor o pérdida de audición, ya que podría tratarse de una otitis o infección en el oído, ambas de tratamiento distinto.

Por último, si has sufrido un traumatismo o tienes heridas considerables en el conducto auditivo, acude para evaluar la situación y, de ser necesario, hacer pruebas complementarias. Al establecer el tipo de daño, el médico puede orientarte hacia un tratamiento idóneo para el caso.

Cuida la higiene de tus oídos

Si lo que te preocupa es que tus oídos estén sucios o llenos de cera, considera que estos tienen un sistema de autoremovido natural que, siempre que estés sano, funciona de manera eficiente y mantiene a la raya el cerumen, dejando solo la cantidad necesaria para protegerte de partículas, polvo y bacterias.

A través de un estilo de vida saludable (buena alimentación, descanso, ejercicio, gestión del estrés) y evitando la exposición excesiva al agua y a ambientes sucios, este mecanismo asegurará la limpieza sin inconvenientes.

Si aun así sientes la necesidad de retirar el exceso de cera, opta por métodos suaves e inofensivos, y descarta los que pueden ser irritantes. A través de estos cuidados disfrutarás una higiene auditiva segura y evitarás posibles complicaciones.


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