Adolescencia tardía: todo lo que debes saber

Durante la adolescencia tardía los jóvenes consolidan su identidad y comienzan a mirar hacia el futuro. Descubre cómo acompañar a tus hijos en esta etapa.
Adolescencia tardía: todo lo que debes saber
Elena Sanz

Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz.

Última actualización: 31 mayo, 2023

La adolescencia es una etapa compleja y determinante en la vida de todo ser humano. Constituye un punto de inflexión entre la niñez y la edad adulta. Sin embargo, la realidad de un niño de 13 años dista mucho de la que puede vivir un menor de 18, por lo que es importante conocer las distintas etapas. En este caso, queremos hablarte de la adolescencia tardía.

No es un secreto que los padres también se ven afectados cuando sus hijos atraviesan esta convulsa y emocionante fase. Así, una vez pasada la pubertad y todos los desafíos, podemos pensar que el trabajo ya está hecho.

No obstante, los últimos años de la adolescencia son tan relevantes como los primeros y la labor de los progenitores continúa siendo tan importante como al inicio. De este modo, para que puedas acompañar a tus hijos en esta transición, te mostramos lo que debes saber al respecto.

¿Qué es la adolescencia tardía?

La adolescencia es un periodo amplio que abarca desde la pubertad hasta el inicio de la edad adulta. Por lo mismo, no es posible ofrecer una definición única.

El nivel de madurez de los jóvenes varía a medida que crecen. Los retos y los cambios que experimentan también son diferentes en función de su edad.

Así, para obtener una mejor comprensión de lo que acontece en estos años, la adolescencia se divide en varias fases:

  • Adolescencia temprana: es la primera y abarca desde los 10 a los 13 años. Se caracteriza por los cambios físicos y hormonales derivados de la pubertad.
  • Adolescencia media: es el periodo que transcurre entre los 14 y los 16 años. La identificación con el grupo de iguales y la búsqueda de independencia son las constantes.
  • Adolescencia tardía: etapa que tiene lugar de los 17 años en adelante. Podría considerarse como una vuelta a la calma y un restablecimiento del equilibrio.

La adolescencia tardía es la antesala de la edad adulta, el momento en que se asientan los resultados de todo lo acontecido durante los años anteriores. Aún así, el joven continúa madurando y transformándose a varios niveles.

Construcción de amistades en la adolescencia.
La adolescencia se marca por el grupo de pertenencia y el compartir con los otros iguales.

Características de la adolescencia tardía

Si tienes un hijo que se encuentra en esta etapa o está próximo a atravesarla, seguramente te gustará conocer qué puedes esperar al respecto. Por lo mismo, te mostramos cómo evolucionan el cuerpo, la mente y las emociones de los jóvenes durante la adolescencia tardía.

Asentamiento de la identidad

La búsqueda de la propia identidad es uno de los principales objetivos de la adolescencia. Para ello, los jóvenes tienden a buscar la aceptación del grupo de iguales. Es común que asuman los valores, las actitudes e incluso la imagen física de sus pares.

Sin embargo, al alcanzar la adolescencia tardía el joven ya no manifiesta tanto esta dependencia. Ha desarrollado su propio esquema moral, sus opiniones, prioridades y su propio estilo.

Madurez cognitiva

A medida que avanza la adolescencia, mejora la capacidad de abstracción del joven, su manejo de la lógica y sus funciones ejecutivas. De este modo, a partir de los 17 años son ya más capaces de controlar sus impulsos, tomar decisiones y planificar tomando en consideración las consecuencias de sus actos.

El egocentrismo y la necesidad de inmediatez se diluyen para dar paso a un razonamiento más maduro y capaz de posponer la gratificación. Aún así, el desarrollo cognitivo no ha finalizado, ya que ciertas regiones cerebrales (como la corteza prefrontal) continúan madurando hasta los 25 años.



Aceptación de la imagen corporal

Los cambios más drásticos a nivel físico ocurren durante la pubertad y la adolescencia temprana. Por ello, al alcanzar esta etapa final, los jóvenes generalmente han logrado una aceptación de su nueva imagen. Pese a que pueden seguir existiendo complejos, los adolescentes se sienten más cómodos en su cuerpo y se identifican con ese aspecto más adulto.

Afirmación personal

Derivado de lo anterior el adolescente tardío ha superado la etapa egocéntrica y fantasiosa de la niñez, ha ganado independencia y el círculo de amigos se consolida. Comienza a manejar tareas propias de la adultez. Sus intereses se han estabilizado y está más consciente de sus límites y capacidades; en base a esos elementos, planifica.

Aparece en el horizonte la meta vocacional e inicia el camino hacia la independencia financiera en el marco de sus posibilidades y su realidad. Controla mejor sus impulsos, regula las gratificaciones y entiende la seriedad de asumir compromisos.

Búsqueda de intimidad emocional

Si durante los primeros años de la adolescencia los jóvenes tienden a sumergirse en grandes grupos de iguales, ahora comienza a primar la calidad sobre la cantidad. Es común que busquen más cercanía emocional con sus amistades y traten de desarrollar una mayor intimidad.

Así, puede que se relacionen con un grupo menos numeroso de personas, pero que lo hagan a un nivel profundo. A la vez, existe un mayor grado de independencia respecto a los otros que en épocas anteriores.

Reconexión con la familia

La adolescencia tardía es el periodo en el que los padres ven regresar a esos hijos que se alejaron emocionalmente. Son los mismos que se opusieron a ellos para encontrarse y desafiaron la autoridad para explorar sus propias reglas.

Si bien es cierto que en cada familia este distanciamiento se produce en diferente grado, hacia el final de la adolescencia se puede notar una tendencia en los jóvenes a volver a considerar las opiniones y consejos paternos. Es tiempo de acercar posturas e integrarse de nuevo en el núcleo familiar como participantes activos.

Madre e hija en adolescencia tardía.
Esta etapa marca el regreso a la familia con una actitud menos desafiante y más conciliadora.

Adolescencia tardía: prolongación del apego o prolongación del deseo

En los cambios que ha sufrido la estructura de las familias, se encuentra lo que podemos llamar la prolongación del apego. Un sentimiento protagonizado por los padres en cierta medida temerosos de que el adolescente se desprenda del hogar e inicie su propia vida.

Ello se une a la prolongación social, “bien porque las sociedades opulen tas se lo pueden permitir alargando la escolarización obligatoria o bien porque las sociedades en crisis no pueden ofrecer trabajo a buena parte de los adolescentes y jóvenes”.

Otra de las razones de la adolescencia tardía sería la necesidad del joven de extender la adolescencia por considerarla una etapa inolvidable, cargada de la magia de lo espontáneo, libre y despreocupado.

Esto es porque la adultez estaría asociada a responsabilidades y problemas en general poco atractivos.

La adolescencia tardía aún no es adultez

Si bien muchas de las actitudes, emociones y conductas de los adolescentes se suavizan o se estabilizan durante esta última etapa, es importante recordar que aún no estamos ante adultos plenamente maduros y desarrollados. La confusión, la incertidumbre, la impulsividad o la falta de realismo están presentes.

Además, existe una tendencia generalizada en las sociedades occidentales a alargar la adolescencia, de modo que ciertos autores consideran que se extiende hasta los 25 años. Y es que las condiciones laborales y socioeconómicas impiden muchas veces que los jóvenes se independicen.

Lo importante es que durante este proceso se logre el objetivo de asentar la identidad, desarrollar la autonomía y adquirir los recursos cognitivos y emocionales necesarios para ser adultos funcionales e independientes. Si tienes un hijo atravesando la adolescencia tardía, acompáñale y oriéntale con la comprensión de que aún se halla en transición.


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