Agua dura y agua blanda: ¿qué son y cuáles son sus diferencias?
Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto
La dureza del agua es el término que se usa para medir la cantidad de minerales de calcio y magnesio que se encuentran en una determinada proporción del recursos hídrico. Esta característica química permite clasificar al líquido en agua dura o agua blanda y es importante reconocer cuál es la que tenemos en nuestro hogar.
Las propiedades del agua dependen de las condiciones del terreno por el que circulen, pues durante los recorridos subterráneos entran en contacto con las sales que están albergadas en las piedras. Además, elementos como el hierro, el estroncio y el bario también inciden en la dureza.
¿Qué es el agua dura?
El agua dura es aquella que posee una alta concentración de minerales. Se suele presentar en las áreas costeras, debido a que se caracterizan por tener suelos que tienen un porcentaje elevado de carbonato de calcio.
Una de las medidas con las que se puede medir la dureza del agua son los grados hidrométricos franceses (° H F). Debido a ello, los expertos han establecido que las aguas duras tienen entre 32 y 54 ° H F y las aguas muy duras contienen más de 54 ° H F.
Por otra parte, las aguas duras pueden ser temporales o permanentes. Las primeras se componen de carbonatos de calcio o magnesio y al ponerse a hervir logran perder dureza. Las segundas tienen sulfatos de calcio o magnesio y no se reducen al emplear técnicas de ebullición.
¿Qué son las aguas blandas?
El agua blanda es la que tiene una cantidad muy mínima de sales minerales. Proviene de los lugares montañosos y de los pozos, debido a que las rocas de allí no acumulan tanto calcio ni magnesio.
Este tipo de agua también se puede medir con los grados hidrométricos franceses. Debido a esto, se determina que las que poseen menos de 7 ° H F son muy blandas y las que disponen entre 7 y 14 ° H F son blandas.
Las aguas blandas son las ideales para usar en los sectores industriales, pues permiten un ahorro óptimo y no alteran el rendimiento de las máquinas. Por ello, es fundamental que las empresas verifiquen de manera frecuente los niveles de sus recursos hídricos.
¿Qué diferencia hay entre el agua dura y blanda?
Aparte de la presencia de minerales que tiene cada una, hay otras diferencias que se deben tener en cuenta. La primera es que mientras el agua blanda es apta para la limpieza, el agua dura debilita los detergentes, porque las moléculas del jabón se rompen cuando interactúan con los iones de calcio o magnesio.
El sabor es otro de los factores que cambia. Por un lado, al degustar las aguas duras se puede sentir que son más fuertes, debido a la alta presencia de sales. Por otro lado, las aguas blandas se caracterizan por tener un sabor mucho más ligero.
Adicional a ello, cada una genera diferentes sensaciones en la piel. Las aguas blandas se reconocen por dejar la piel suave, mientras que las duras pueden causar resequedad e irritación.
¿Cómo puede afectar el agua dura en el hogar?
El agua dura es un factor que desata muchos problemas al interior del hogar. A nivel de plomería obstruye las tuberías; cuando el agua se calienta libera trozos de cal que se aglomeran de manera paulatina.
Asimismo, la elevada concentración de cal también genera problemas a los grifos y a las paredes. Esto es porque producen un sarro que mancha de manera notable a los elementos que son rociados de manera frecuente con esta agua.
Este tipo de agua también produce daño de los electrodomésticos, pues los residuos sólidos de las sales se pueden quedar al interior de las máquinas. Las aguas duras reducen la eficacia de los detergentes y ocasionan que se eleven los costos de limpieza del hogar.
Además, al no permitir un rendimiento óptimo de los jabones, la loza adquiere manchas irreversibles. En el lavado de ropa, las prendas de vestir se decoloran.
¿Cómo analizar qué dureza tiene el agua de tu hogar?
Los expertos recurren al uso de un dispositivo que es un analizador de dureza. Consta de una probeta y unos líquidos especiales que reaccionan con el agua.
El funcionamiento es simple, pues solo se tiene que llenar la probeta con agua y aplicar unas pocas gotas del líquido especial. Después, si el recurso hídrico adquiere un color azul significa que el agua es blanda; si se visualiza roja se determina que el agua es dura.
Adicional a ello, también se puede hacer un testeo casero utilizando una botella de agua con sal y otra con agua destilada. Durante el proceso, a ambas se les tiene que aplicar detergente, deben ser agitadas y si la primera opción queda con menos espuma significa que el hogar posee agua dura.
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