¿Qué es el amor?
Revisado y aprobado por la psicóloga Elena Sanz
El amor es uno de los sentimientos más intensos que puede experimentar el ser humano. Aunque suene paradójico, se asocia con buenos y malos momentos. Todos han reído por amor y también han llorado por él. Definir qué es el amor no es una tarea fácil, aunque por supuesto podemos decir muchas cosas al respecto.
Para tratar de responder a la interrogante daremos un paseo por la ciencia, la psicología y la filosofía. Descubriremos las características de este sentimiento que todos añoran.
El amor desde la ciencia
El amor es una experiencia química. Esto es algo que sabemos desde hace varias décadas. La bioquímica y la neurobiología, entre otras, han dado luz sobre los procesos que se desarrollan en el cerebro del enamorado.
Los estudios señalan que las personas enamoradas desarrollan una respuesta fisiológica a la liberación de dopamina, serotonina, oxitocina, vasopresina, noradrenalina, testosterona y estrógeno. Por ejemplo, la aceleración de los latidos del corazón, la sudoración de las manos, el tartamudeo y el aparente bloqueo del pensamiento se relacionan directamente con estas hormonas.
Por supuesto, no todas las manifestaciones del amor son las mismas. ¿Significa esto que algunas hormonas se relacionan con cada manifestación? Has acertado bien. Al menos esto es lo que pregona la Dra. Helen Fisher, una de las autoras de referencia cuando se habla del amor. Junto a su equipo distingue tres categorías.
1. Lujuria
La lujuria es el deseo casi incontrolable por satisfacer el placer sexual. A pesar de sus relaciones negativas, es una de las manifestaciones del amor. El término se asocia de manera estrecha con la libido y con las hormonas del deseo sexual, como son los estrógenos y la testosterona.
En efecto, cuando sientes atracción sexual por alguien, los niveles de estas hormonas en tu cuerpo son mayores. El centro de comando para ambas lo encontramos en el hipotálamo, que ordena a los ovarios o testículos su secreción, respectivamente.
2. Atracción
La atracción es una de las partes más potentes del enamoramiento. Es su estado inicial, que se prolonga durante los primeros meses de una relación.
No es extraño que se asocie con las hormonas que nos hacen sentir felicidad. En parte, por la necesidad de consolidar la unión con esa persona especial.
De acuerdo con la autora, las hormonas segregadas en esta etapa lo hacen a modo de recompensa. Son la dopamina, la noradrenalina y la serotonina. La sensación abrumadora, eufórica y enérgica al estar con el otro se debe a estas tres sustancias.
3. Apego
Si la secreción de las hormonas anteriores solo dura un par de meses, ¿qué es lo que hace que las relaciones duren años o décadas? Bueno, la respuesta la encontramos en la oxitocina y la vasopresina. Son las sustancias que consolidan el apego y el vínculo.
Por ejemplo, las madres liberan grandes cantidades de ambas durante el parto y la lactancia. También se conocen como hormonas del abrazo. El que puedas mantener relaciones de amistad y de pareja durante años es responsabilidad de ellas.
El amor desde la psicología
Existen decenas de la teorías sobre el amor desde el punto de vista de la psicología. Desde Sigmund Freud, pasando por Erick Fromm, hasta Robert J. Sternberg, no son pocos los estudiosos que se han interesado en desentrañar las particularidades de este sentimiento.
Mencionar aquí todas las perspectivas desde este campo es imposible. De manera que nos enfocaremos en una que ha resonado con intensidad: la teoría triangular del amor. Propuesta por Robert J. Sternberg, intenta describir los distintos elementos que formar parte del sentimiento y las relaciones.
Intimidad
La intimidad son los sentimientos de cercanía, afecto y unión que se profesan hacia otra persona. Gira en torno a la vinculación, la proximidad y la conexión que se entabla con alguien sin que exista un compromiso muy importante.
La intimidad es el pilar que se encarga de sembrar hábitos como el respeto, la comunicación, el bienestar, la felicidad y entendimiento mutuo. También la alteridad, la confianza, la aceptación, el apoyo emocional y muchos otros. Está estrechamente ligada a la amistad y al afecto.
Pasión
El segundo pilar del triángulo lo encontramos en la pasión. Se relaciona con el romance, la consumación sexual y la atracción física. Se trata de un estado de deseo intenso hacia otra persona que se retroalimenta a medida que se logra consumar.
De acuerdo con el autor, la pasión disminuye a medida que se satisface de manera reiterada. Se incrementa, sin embargo, cuando la satisfacción es intermitente.
Compromiso
Por último, Sternberg cataloga como tercer pilar del triángulo al compromiso. Este puede ser a corto o largo plazo. En el primer caso hace referencia al amor correspondido, a la decisión de amar de manera abierta a una persona. A largo plazo se relaciona con la intención de perpetuar esa decisión.
La fidelidad, la lealtad y la responsabilidad determinan si esta relación será a corto o largo plazo. El autor señala que los tres componentes del triángulo tienen estados de evolución diferentes. Pueden crecer y decrecer a medida que se consolida la unión.
El amor desde la filosofía
Al igual que el caso anterior, es una tarea titánica resumir todos los modelos de ideas que ha proporcionado la filosofía al definir qué es el amor y cuál es su importancia. Dado que no podemos recorrer más de dos mil años de pensamientos, sintetizamos a continuación la idea que se mantenía en la Antigua Grecia.
Los griegos de entonces no creían que el amor fuera un concepto unitario. Al contrario, tenían varias palabras para describir sus distintas manifestaciones.
Se han identificado una docena de vocablos para aludirlo, aunque las principales eran las siguientes:
- Agape: hace referencia al amor incondicional. Es decir, uno que trasciende a pesar de las circunstancias. El amor de los padres hacia sus hijos o el que puede sentir Dios por el hombre en las religiones monoteístas.
- Storge: definido como el amor familiar. Relacionado con el afecto que se percibe en círculos familiares, amigos e incluso animales.
- Philia: para los griegos era la más elevada manifestación del sentimiento. Aristóteles se refiere a ella en su “Ética a Nicómaco”. Se asocia con conceptos como virtud e igualdad. Aunque engloba varias manifestaciones, por lo general la más común es el grado de afecto que sientes por amigos de toda la vida.
- Eros: a diferencia de los anteriores, este concepto recogía componentes de pasión, erotismo, sensualidad y deseo. Es lo opuesto al amor platónico, es decir, al amor sin atracción sexual.
- Xenia: se dice del amor que se puede sentir hacia los invitados o los extranjeros. Está ligado a la generosidad y forma parte de las tradiciones morales.
- Philautia: no es otra cosa que el amor propio. Muchas veces se asocia con el egoísmo, el narcicismo o la vanidad.
Lo que es el amor depende de la cultura
Todo lo anterior nos sirve como base para proclamar que el amor está siempre ligado a la cultura. La idea que puede tener una persona está condicionada por su formación, su país, su religión y sus costumbres morales. Esto también aplica al amor romántico, como señala la evidencia.
Con esto último cerramos nuestro breve recorrido sobre qué es el amor. Lejos de confundirte o abrumarte, nuestra intención es que comprendas que el sentimiento no se puede encapsular solo desde un punto de vista. Forma parte de lo que somos y es un protagonista al momento de establecer relaciones con amigos, familiares y personas que nos atraen.
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- Sternberg, R. J. A triangular theory of love. Psychological review. 1986; 93(2): 119.
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