Anestesia local en odontología: mira sus beneficios y riesgos

Es habitual que en odontología se recurra a la anestesia local para eliminar el dolor durante los tratamientos. ¿Cuáles son sus ventajas y complicaciones?
Anestesia local en odontología: mira sus beneficios y riesgos
Vanesa Evangelina Buffa

Escrito y verificado por la odontóloga Vanesa Evangelina Buffa.

Última actualización: 25 mayo, 2023

La anestesia local que se utiliza en odontología permite realizar varios de los procedimientos dentales habituales que, de otra manera, no se podrían concretar. Esta técnica elimina el dolor y la sensibilidad de la boca para evitar que la persona sienta molestias durante los tratamientos orales.

A menudo, se emplea en aquellos procedimientos complejos e incómodos que buscan corregir alguna anomalía o lesión. También para tratamientos de enfermedades orales complejas. Y aunque su aplicación supone un pinchazo, permite que la persona reciba los tratamientos orales sin pasar sufrimiento.

Como sea, es una intervención que no está exenta de efectos adversos. La posibilidad de que se generen reacciones desfavorables depende de varios factores. No obstante, el odontólogo siempre procurará tomar las precauciones necesarias para evitarlas. ¿Quieres saber más al respecto? ¡Sigue la lectura!

¿Qué es la anestesia local que se utiliza en odontología?

La anestesia local que se aplica en odontología es un procedimiento que se realiza para inhibir la conducción nerviosa en determinadas zonas de la boca. Consiste en aplicar una sustancia especial en un sitio de la cavidad bucal para eliminar las molestias y la sensibilidad a la hora de realizar un tratamiento.

Si bien existen distintas maneras de lograr la supresión del dolor en el paciente, este método suele ser el que más se utiliza. Se emplea en procedimientos habituales, como los siguientes:

La persona está consciente y puede comunicarse al recibir la anestesia y durante toda la intervención dental. Solo se elimina la sensibilidad de la zona en la que se realiza el tratamiento dental.

Son varias las sustancias que se pueden aplicar para lograr los efectos anestésicos. Algunas de las más comunes son las siguientes:

  • Prilocaína.
  • Articaína.
  • Bupivacaína.
  • Lidocaína.
  • Mepivacaína.

Las mismas pueden combinarse con vasoconstrictores como la epinefrina, que prolongan y localizan su efecto y disminuyen el sangrado de los tejidos.

En general, la anestesia tarda alrededor de 10 minutos en hacer efecto. La falta de sensibilidad tiene una duración de entre 30 y 60 minutos, en función del fármaco usado y de las características del paciente.

Luego de su aplicación, la persona siente que la zona se adormece y pierde la sensibilidad. También puede percibir un hormigueo y la sensación de tener la boca hinchada; sin embargo, esto último no es así. El efecto desaparece pasadas unas horas después de la intervención.

¿Qué es la anestesia local que se utiliza en odontología?
La anestesia local en odontología ayuda a evitar la sensibilidad y el dolor durante diversos tratamientos.

Tipos de anestesia local en odontología

En odontología podemos diferenciar distintos tipos de anestesia local, según la zona de la boca donde se inyecte la medicación.

  • Infiltrativa: la punción se realiza en cercanías a las raíces de las piezas dentarias que se quieren insensibilizar. Una vez colocada la inyección, el líquido se difunde hacia las terminaciones nerviosas. Se utiliza con frecuencia en la arcada superior y en algunas zonas del maxilar inferior, sobre todo en los niños.
  • Troncular: en este caso, se bloquea todo el nervio sensitivo que inerva una zona de la boca. Se utiliza con frecuencia para quitar la sensibilidad del nervio dentario inferior y así anestesiar toda la arcada de abajo, incluyendo dientes, lengua y labio. Además, se puede usar en el nervio infraorbitario, el palatino mayor, el nasopalatino, el mentoniano y el bucal.
  • Intraligamentosa: se aplica en el espacio periodontal, entre el hueso dental y la raíz dentaria. Se suele complementar con alguna de las dos anteriores.


Beneficios de la anestesia local en odontología

La principal ventaja de usar anestesia local en odontología es la posibilidad de realizar tratamientos en la boca sin que la persona sienta molestias y dolor. De lo contrario, las intervenciones no se podrían realizar. Además, aporta otros beneficios, tanto para el paciente como para el odontólogo.

  • La persona permanece consciente y es capaz de colaborar durante la intervención.
  • El paciente puede retirarse de la consulta por sus propios medios sin depender de la asistencia de otra persona.
  • Es fácil de colocar.
  • Hay una distorsión mínima de las funciones normales del paciente.
  • El porcentaje de fracasos es muy pequeño.
  • Son económicas y su uso no supone un gasto adicional para el paciente.


Riesgos

Como toda medicación que se aplica en el cuerpo, la anestesia local que se utiliza en odontología, no está exenta de provocar efectos adversos. De todos modos, estas situaciones son esporádicas y poco frecuentes.

Según un estudio del Ilustre Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de la Iª Región (COEM) sobre las complicaciones asociadas a la anestesia bucal, pueden ocurrir las siguientes situaciones:

  • Dolor durante la punción: como en la mayoría de las inyecciones, el paciente puede sentir el dolor del pinchazo. Este se incrementa si se realizan varias punciones en el mismo sitio, se inyecta el líquido con mucha rapidez, la solución está muy fría o el operador es poco cuidadoso.
  • Trismo: se trata de un espasmo de los músculos masticatorios que impide abrir la boca con normalidad. Puede asociarse a un acto reflejo por dolor originado por hemorragias, hematomas o por el trauma del músculo pterigoideo interno durante la colocación de la inyección que se aplica en la mandíbula.
  • Parálisis del nervio facial: la parálisis puede suceder de manera inmediata, al inyectar el anestésico, o de forma tardía. Ocurre por colocar la anestesia de manera accidental en el lóbulo profundo de la glándula parótida, por la que pasa el nervio facial.
  • Parestesia: la persona percibe un entumecimiento, pérdida parcial de la sensibilidad, ardor y hormigueo en la zona, incluso después de que haya terminado el efecto de la anestesia.
  • Lesiones autoinducidas de los tejidos blandos: al no tener sensibilidad en la zona de las mejillas o la lengua, el paciente puede morderse o lastimarse sin darse cuenta. En ese momento no sentirá dolor, pero cuando pasen los efectos anestésicos, la lesión en la boca molestará.
  • Reacciones alérgicas: si bien son poco comunes, la medicación usada para anestesiar puede desencadenar una reacción alérgica. La misma puede provocar urticaria, prurito, edema, rinitis y, con menos frecuencia, un proceso anafiláctico.

Otras complicaciones asociadas a la anestesia local en odontología

Algunos pacientes pueden experimentar otras complicaciones asociadas a la anestesia. De manera local, algunas personas sufren hematomas en el sitio de punción, isquemia en la piel de la cara o desarrollan infecciones en la zona anestesiada. 

A nivel general, pueden presentarse náuseas o vómitos. También puede haber episodios de cefalea o dolor de cabeza, sudoración, temblores, mareos, cansancio y sequedad en la boca. En casos muy raros existe la posibilidad de experimentar convulsiones, problemas cardíacos, insuficiencia respiratoria y coma.

Mujer en odontología
Para reducir los riesgos al aplicar anestesia local en odontología, es importante informar al odontólogo sobre posibles embarazos, enfermedades subyacentes, entre otras condiciones especiales.

Precauciones especiales antes de usar anestésicos locales

Hay condiciones y situaciones que requieren una evaluación especial por parte del odontólogo antes de proceder a usar un anestésico en la boca. Para evitar inconvenientes, es fundamental que exista una adecuada comunicación entre el dentista y el paciente.

Por un lado, el odontólogo debe informar a la persona sobre los riesgos y las medidas de seguridad que se realizan para evitarlos. En contraparte, el paciente debe aclarar al profesional todos los datos de salud, enfermedades, medicación habitual y la información que considere de utilidad antes del procedimiento.

Estas son algunas situaciones que el paciente debe informar al visitar al dentista:

  • Embarazo: la mujer embarazada debe avisar al dentista sobre su estado (incluso si se trata de una sospecha). Si bien la anestesia local es segura durante la gestación, es preferible utilizarla en el segundo trimestre.
  • Necesidades especiales: algunos pacientes con necesidades especiales pueden sufrir complicaciones médicas que ameritan una evaluación general previa. Además, muchas veces requieren el ajuste de la dosis de los anestésicos. Puede ser conveniente combinar el procedimiento con algún tipo de sedación que facilite la realización de las maniobras de punción.
  • Edad: la niñez y los adultos mayores también pueden requerir consideraciones especiales a la hora de utilizar anestesia local.
  • Problemas hepáticos, renales, pulmonares o cardíacos: las personas con estas afecciones pueden necesitar ajustar la dosis o usar productos sin vasoconstrictores.
  • Infecciones orales o llagas abiertas en la boca: se debe esperar que curen las lesiones antes de realizar la inyección.

La comunicación entre el dentista y el paciente

Como hemos visto, la anestesia local en odontología aporta muchos beneficios a la hora de realizar los tratamientos dentales habituales. De todos modos, puede llegar a producir algunas reacciones adversas, aunque no es lo más habitual.

Una de las maneras de evitar los contratiempos es establecer un diálogo entre el dentista y el paciente. Despejarse las dudas e informar aquellas situaciones asociadas al estado de salud es clave para emplear este recurso con éxito.


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