Beethoven era sordo: ¿cómo hacía para componer sus canciones?

Cuando el artista creó las obras musicales que lo hicieron trascender en la historia, ya sufría sordera. Conoce las estrategias que usó Beethoven para convertirse en uno de los referentes de la música clásica.
Beethoven era sordo: ¿cómo hacía para componer sus canciones?

Última actualización: 16 junio, 2023

A pesar de la progresiva pérdida auditiva que padeció, Beethoven encontró en la música una forma de comunicación única y poderosa. Su audacia creativa y su búsqueda incansable de nuevos compuestos sonoros sentaron las bases para el desarrollo de melodías que dejaron una marca imborrable.

En el progresivo desarrollo de su padecimiento, usó estrategias que permitieron mantener viva la musa de la composición. Obras maestras como la Sonata claro de luna, que sumerge al oyente en un paisaje de misterio y melancolía, y la Novena sinfonía, con su himno universal Oda a la alegría, siguen resonando con fuerza en el presente.

El desafío de Beethoven para crear música

Su condición de sordera comenzó a manifestarse alrededor de 1796, cuando tenía 26 años. Sin embargo, este obstáculo no impidió que continuara creando algunas de las obras más memorables de la música clásica. A medida que su audición se deterioraba, Beethoven se volvía cada vez más dependiente de su instinto interno, al tener la capacidad de recordar y trabajar con la música en su mente.

Hasta el día de hoy, la causa de la sordera de Beethoven sigue siendo un tema controversial. Algunos sugieren que pudo haber sido el resultado de una enfermedad autoinmune, como el lupus, o una enfermedad inflamatoria, como la sarcoidosis. Sin embargo, investigaciones como la publicada en The Laryngoscope, recalcan que su padecimiento se dio por envenenamiento con plomo, pues se dice que al compositor le gustaba beber vino, el cual se habría encontrado contaminado.

A pesar de que Beethoven era sordo, esto no fue un impedimento desarrollar sus dotes musicales. De hecho, algunas de sus obras más reconocidas, como la Sinfonía no. 9, fueron compuestas cuando ya había perdido casi toda su audición. A partir de 1819, Beethoven ya no podía escuchar nada, pero eso no fue un limitante para seguir creando música.



Más allá de los oídos: las estrategias que usó Beethoven para componer

A pesar de su sordera, Beethoven usó estrategias para continuar componiendo música, que te compartimos a continuación.

Uso de un audífono especial

Beethoven utilizó un dispositivo, en forma de tubo de metal, que colocaba en su piano. Al hacerlo, el compositor podía sentir las vibraciones de la música en su cuerpo.

En ocasiones, también usaba una varilla de madera que agarraba por un extremo con sus dientes y por el otro lado tocaba la tapa armónica del piano para tener una mejor sensación del sonido. Una investigación de 2018 reveló que estos artefactos no fueron de mucha ayuda, debido a que su problema era sensorioneural y no de conducción.

Cortar las patas de su piano

En un intento por sentir las vibraciones de la música de manera más directa, Beethoven cortó las patas de su piano para colocarlo directamente en el suelo. Al hacer esto, podía sentir mejor las vibraciones de la música. Esta táctica le permitió tener una percepción física de lo que estaba creando.

Composición a través de la audición interna

Beethoven tenía la capacidad de escuchar y trabajar con la música en su mente. A pesar de su sordera, podía imaginar cómo sonaría la música que estaba componiendo.

Esta habilidad, conocida como «audición interna», es una que muchos músicos desarrollan. Pero en su caso, se convirtió en una herramienta esencial para el proceso de composición.

Apoyo en su conocimiento de la teoría musical

Beethoven tenía un profundo conocimiento de la teoría musical. Este conocimiento le permitía comprender cómo funcionaban, juntas, las diferentes notas, y cómo se estructuraban las composiciones.

Memoria de cómo sonaban los diferentes instrumentos y notas

A pesar de su sordera, Beethoven tenía una memoria notable sobre los instrumentos y las notas. Podía recordar e imaginar el sonido de cada dispositivo, lo que le permitió componer música orquestal de gran escala.



La sordera de Beethoven lo llevó al aislamiento

A medida que Beethoven luchaba contra una progresiva sordera, también experimentó un creciente aislamiento. La pérdida de audición afectó su capacidad para comunicarse con los demás y para disfrutar plenamente de la música.

Esta sordera lo alejó de la sociedad y profundizó su sensación de soledad. En una carta escrita a sus hermanos Carl y Johann, en 1802, Beethoven se confesaba:

Durante dos años he evitado casi todas las reuniones sociales porque me es imposible decirle a la gente «estoy sordo». Si perteneciera a cualquier otra profesión, sería más fácil, pero en mi profesión es un estado espantoso.

~ Carta de Beethoven a sus hermanos ~

Sin embargo, a pesar de estas dificultades, Beethoven encontró en la música una vía de escape y expresión, utilizando su arte para trascender las barreras físicas y emocionales. Su legado ha perdurado en el tiempo, inspirando a generaciones de músicos y oyentes.

Incluso, sus composiciones han sido interpretadas en innumerables escenarios alrededor del mundo, llevando su mensaje de resiliencia a personas de todas las culturas y épocas.


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