6 pasos para tener tu lengua limpia y evitar el mal aliento

¿Te cepillas los dientes todos los días, pero aún tienes mal aliento? Quizás estás olvidando limpiar tu lengua. En ella se acumulan bacterias, células muertas y restos de comida, que provocan malos olores. Hay seis pasos que te ayudarán a reducir el mal aliento de manera efectiva, son sencillos y no complicarán tu rutina de higiene bucal.
1. Usa todos los días un raspador lingual
Esta es una herramienta que remueve la capa blanquecina que se forma en la superficie de la lengua. Para utilizarlo solo debes colocarlo en la parte posterior de la lengua, sin provocarte arcadas. Arrastra el raspador ejerciendo presión suave y repite entre 5 y 7 veces. Tras cada pasada, enjuaga el raspador. Incluye este paso de limpieza por la mañana y antes de acostarte.
Los raspadores de acero inoxidable y de cobre son los más duraderos e higiénicos. También los hay de plástico. Si no tienes uno, puedes usar el cepillo de dientes y raspar tu lengua con las cerdas.
2. Cepíllate los dientes después de cada comida o mínimo dos veces al día
El cepillado elimina la placa bacteriana que también afecta a la lengua. Dedica dos minutos cada vez que te cepilles y cubre todas las superficies dentales y las encías. La pasta con flúor fortalece el esmalte y reduce las bacterias que causan caries y mal aliento.
Limpia también la cara interna de las mejillas y el paladar con suavidad. Cambia tu cepillo cada tres meses o antes si las cerdas están desgastadas.
3. Limpia entre los dientes con hilo dental
El hilo dental y los cepillos interdentales son los indicados para quitar los restos de comida que el cepillo normal no alcanza. Estos residuos se descomponen y generan mal olor. Usa hilo dental al menos una vez al día, preferiblemente por la noche. Si el hilo te resulta incómodo, prueba los cepillos interdentales o el irrigador bucal.
4. Enjuaga con productos sin alcohol
Los enjuagues bucales con alcohol resecan la boca y reducen la saliva, que actúa como un limpiador natural. Elige los que contengan clorhexidina o cloruro de cetilpiridinio, efectivos contra las bacterias sin deshidratar la boca. Enjuaga durante 30 segundos.
Es recomendable no usar el enjuague inmediatamente después de la pasta fluorada, porque eliminas el flúor que protege tus dientes. Espera al menos 30 minutos.
5. Mantente hidratado durante el día
La saliva arrastra bacterias y neutraliza ácidos. Beber agua con regularidad estimula su producción y evita que la boca se seque y el mal aliento aparezca. Lleva una botella de agua contigo y trata de no respirar por la boca, porque reseca más las mucosas.
6. Ajusta hábitos que empeoran el problema
El tabaco, el exceso de azúcar y el alcohol irritan la mucosa bucal y alimentan las bacterias. Reducir su consumo mejora el aliento de forma considerable. Si fumas, considera dejarlo o al menos disminuir la cantidad diaria. Luego del café o alcohol, enjuaga tu boca con agua, pues estos líquidos reducen la saliva.
Si después de aplicar estos pasos el mal aliento persiste, consulta con tu dentista. Puede que tengas problemas como caries profundas, enfermedad periodontal o infecciones que requieren tratamiento específico. También, en algunos casos, el mal olor es causado por reflujo gástrico, sinusitis o alteraciones metabólicas.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.







