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Manicura japonesa: el detox que necesitan tus uñas después de las fiestas

4 minutos
La manicura japonesa es una opción suave para dejar descansar la uña después de las fiestas, mejorar su aspecto y recuperar algo de hidratación.
Manicura japonesa: el detox que necesitan tus uñas después de las fiestas
Escrito por Gabriela Matamoros
Publicado: 16 diciembre, 2025 08:00

¿No te pasa que, después de las fiestas, tus uñas ya no se ven igual? Entre varios cambios de color y limados más agresivos, es normal que aparezcan estrías o cierta sensación de sequedad. Enero suele ser el mes en que muchas deciden darle un respiro al esmalte y ver en qué estado quedó realmente la uña.

En ese momento suele elegirse la manicura japonesa, un cuidado más natural que se apoya en un pulido suave y una mezcla nutritiva para dejar la uña más uniforme. No es milagrosa, pero funciona como un pequeño reset cuando buscas que recupere hidratación después de las fiestas.

¿Qué es la manicura japonesa?

Aunque hoy la manicura japonesa aparece en TikTok como “la alternativa natural” para descansar del esmalte, su origen es mucho más antiguo. Nació en hogares aristocráticos nipones hace varios siglos, donde el cuidado de las uñas era sinónimo de bienestar. Su filosofía sigue vigente: prioriza devolverle a la uña su brillo propio.

El proceso implica un pulido muy suave en una sola dirección, suficiente para uniformar la superficie sin adelgazarla. Una vez preparada la uña, se aplica la pasta nutritiva y luego el polvo sellador, que se “pulsa” sobre la placa para conseguir ese acabado más homogéneo y luminoso.

Las fórmulas de estos productos suelen incluir cera de abeja, lanolina o sílice, mientras que las versiones tradicionales incorporaban botánicos como arroz, bambú o algas. No cambian la estructura de la uña, pero sí crean una película que retiene hidratación.

Al nutrir las uñas desde la raíz y evitar productos agresivos, la manicura japonesa protege las uñas de futuros daños o quiebres.

¿Cómo hacerla en casa?

La manicura japonesa puede hacerse en casa sin complicaciones si cuentas con las herramientas adecuadas. Aquí tienes el paso a paso para consentir tus uñas con esta técnica.

1. Prepara las uñas

Empieza retirando cualquier resto de esmalte con un removedor suave. Lava tus manos y, si lo necesitas, remójalas un par de minutos en agua tibia para ablandar la cutícula sin irritar.

2. Empuja con cuidado las cutículas

Con un palito de naranjo, empuja la cutícula hacia atrás con suavidad. No la recortes, ya que actúan como una barrera protectora para la uña. Si están muy secas, aplica una gota de aceite para hidratarlas.

3. Pule la superficie

Utiliza un pulidor para uniformar la placa. Este paso es importante y debe realizarse con cuidado, ya que asegura que la pasta de cera de abeja y el polvo de perla se adhieran. Recuerda realizarlo siempre en una sola dirección para evitar debilitamientos.

4. Aplica la pasta nutritiva

Toma una pequeña cantidad y distribúyela sobre cada uña. La mezcla, que suele incluir cera de abeja o lanolina, crea una capa que ayuda a retener hidratación y a mejorar el aspecto de la superficie.

5. Pule con el buffer de cuero

Una vez aplicada la pasta, usa el pulidor de piel de becerro para trabajar la superficie. Hazlo hasta que el producto se funda con la uña. El movimiento genera el brillo natural propio de la técnica.

6. Sella con el polvo de perla

Añade una fina capa de polvo de perla sobre la uña y vuelve a pulir con suavidad con el buffer de cuero. Esto fija el acabado y evita que la superficie se opaque con rapidez.

7. Hidrata tus uñas

Finaliza con aceite de cutícula o una crema alrededor de la uña. Evita aplicar productos agresivos durante las siguientes 24 horas para maximizar los beneficios de la técnica.

Cuándo evitarla y qué tener en cuenta antes de empezar

Aunque es una técnica poco agresiva, no conviene aplicarla sobre uñas muy debilitadas, con descamación o con lesiones. Tampoco sustituye un tratamiento para la fragilidad: no corrige daños estructurales ni modifica el grosor de la uña. Si ese es tu caso, será más útil incorporar un fortalecedor y limitar agresores habituales como los removedores fuertes.

Darle unas semanas de descanso al esmalte puede marcar una diferencia en cómo se ven y se sienten tus uñas. La manicura japonesa no promete milagros, pero sí ofrece un acabado más limpio y una sensación de hidratación que ayuda a empezar el año con una rutina de cuidado más consciente.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.