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¿Rostro brillante y con grasa? Prueba estos remedios caseros para una piel más fresca

3 minutos
El sebo es necesario para proteger la piel. El objetivo no es eliminarlo, sino equilibrarlo. Una rutina de limpieza e hidratación suave es la clave para una piel mate, pero saludable.
¿Rostro brillante y con grasa? Prueba estos remedios caseros para una piel más fresca
Escrito por Valentina Vallejo
Publicado: 08 noviembre, 2025 10:00

La piel del rostro puede volverse brillante y grasosa por múltiples factores, desde desequilibrios en la rutina de cuidado hasta condiciones ambientales o hormonales. Aunque es una característica común, muchas personas buscan formas de reducir ese brillo sin alterar la salud de su piel. El objetivo no es eliminar la grasa por completo, sino aprender a regularla con hábitos que respeten el equilibrio natural del cutis.

En este artículo te compartimos algunas prácticas para mantener la piel más fresca y menos brillante a lo largo del día. También te señalamos algunos errores frecuentes que conviene evitar si quieres mejorar el aspecto de tu rostro sin generar efectos indeseados.

1. Limpieza suave dos veces al día

La tentación de usar un limpiador fuerte para “arrastrar” la grasa es un error común. Puede irritar la piel y provocar un efecto rebote, haciendo que produzca aún más sebo. Elige un limpiador facial suave, en formato gel o espuma, y lávate con agua tibia por la mañana y por la noche.

2. Hidratación ligera todos los días

Otro mito frecuente es que la piel grasa no necesita hidratación. En realidad, una piel deshidratada suele producir más grasa para protegerse. Usa a diario una crema de textura ligera, que sea no comedogénica (formulada para no obstruir los poros) y, preferiblemente, oil-free.

3. Protección solar sin brillo añadido

El protector solar es imprescindible, incluso en pieles grasas. Hoy existen fórmulas ultraligeras, en gel o con acabado mate, pensadas para pieles mixtas o con tendencia al brillo. Protegen sin dejar sensación pesada ni aumentar el sebo.

Remedios suaves para controlar el brillo facial

Una vez que tienes una buena rutina, puedes incorporar estas herramientas para un control extra.

  • Alivio inmediato con papelillos matificantes: son prácticos y eficaces para eliminar el brillo durante el día. Absorben el exceso de sebo con una suave presión, sin añadir más producto al rostro. Ideales para llevar en el bolso y usar cuando lo necesites.
  • Mascarillas de arcilla como ritual semanal: las arcillas como la verde, el caolín o la bentonita ayudan a limpiar en profundidad y a reducir el exceso de grasa. Úsalas una o dos veces por semana, durante 10 a 15 minutos, para mantener la piel equilibrada y libre de impurezas.
  • Extracto de té verde como activo natural: este ingrediente ha demostrado, en estudios tópicos, su capacidad para regular la producción de sebo. Puedes encontrarlo en tónicos, sérums o cremas ligeras. Es una opción suave y efectiva para incorporar a tu rutina diaria.

3 errores comunes que empeoran el brillo

En la búsqueda de una piel mate, a veces caemos en prácticas que resultan contraproducentes.

  1. Usar productos con mucho alcohol: los tónicos o limpiadores con un alto contenido de alcohol dan una falsa sensación de sequedad. A largo plazo, irritan la piel y pueden provocar un aumento en la producción de grasa.
  2. Lavarse la cara constantemente: lavar la cara más de dos veces al día (salvo que hayas sudado) elimina los aceites protectores naturales de la piel, alterando su barrera de protección.
  3. Aplicar remedios caseros agresivos: ten cuidado con los remedios que encuentras en internet. Aplicar ingredientes como el limón puro o el bicarbonato directamente sobre el rostro puede alterar gravemente el pH de tu piel, causando irritación.

El control del brillo facial no se logra luchando contra tu piel, sino trabajando en armonía con ella. Una rutina equilibrada, constante y suave es la estrategia más eficaz para conseguir un rostro de aspecto saludable, mate y luminoso.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.