Cómo evitar verte como un "bloque" con tu abrigo: ajustes rápidos para darle estilo al volumen

Un abrigo de invierno es la pieza central del armario durante los meses de frío. Te envuelve y te protege, pero a menudo lo hace a costa de tu silueta, creando lo que se conoce como el “efecto bloque”. Es decir, dándote una figura rectangular sin ninguna forma.
Sin embargo, no tienes que sacrificar el estilo por la calidez. Además de saber cómo llevar el abrigo, debes tener en cuenta cómo lo eliges. Entendiendo qué elementos estructurales favorecen tu figura y aplicando unos sencillos trucos de estilismo, puedes devolverle la definición a tu cuerpo y transformar por completo cómo te ves.
1. Define la cintura
Este simple truco puede romper la estructura de un abrigo voluminoso. Si el abrigo tiene su propio cinturón, olvídate de la hebilla. Átalo con un nudo simple y ligeramente ladeado para un aire más relajado.
Si el abrigo no tiene cinturón, añade uno de cuero, colocado por encima del abrigo cerrado, para crear un punto focal instantáneo. Un truco profesional es situarlo ligeramente por encima de tu cintura natural para alargar ópticamente las piernas.
2. Llévalo abierto para crear líneas verticales
Esta es una estrategia visual fácil de aplicar. Al llevar el abrigo abierto, creas dos líneas verticales a cada lado de tu cuerpo que guían la mirada de arriba hacia abajo, generando un efecto que alarga y estiliza la figura.
Funciona aún mejor si el look que llevas debajo es monocromático, ya que el contraste acentuará aún más esa línea vertical central.
3. Elige un largo que no corte tu silueta
El punto donde termina el abrigo es crucial. Evita los largos que acaban en la parte más ancha de tus caderas o pantorrillas. Los abrigos tres cuartos, que terminan justo por encima o por debajo de la rodilla, suelen ser los más versátiles y estilizan la mayoría de las figuras.
Si eres bajita, un abrigo que termine a la altura del muslo puede ser una excelente opción para no acortar tus piernas.
4. Fíjate en la estructura de los hombros y las solapas
Un abrigo con una estructura bien definida en la parte superior equilibra el volumen del resto de la prenda. Entonces, busca abrigos que tengan los hombros bien marcados.
Las solapas en forma de V también son tus mejores aliadas. Alargan el cuello y el torso, creando una línea estilizada. También puedes levantar un poco el cuello por la parte de atrás, ya que ayuda a enmarcar el rostro.
5. Deja a la vista las partes más estrechas de tu cuerpo
Mostrar algunas zonas estrechas del cuerpo rompe con la masa de tela y devuelve la proporción a tu silueta. Un gesto tan simple como arremangarte las mangas deja a la vista las muñecas y añade un punto de estructura.
Otra opción es combinar tu abrigo con pantalones de corte cropped o con calzado ajustado para que se vean tus tobillos. Mostrar esta parte estrecha de la pierna crea un contraste que evita la sensación de una silueta demasiado ancha.
6. Controla el volumen
Existen dos zonas en las que debes evitar el volumen excesivo. Por un lado, en el cuello. Evita añadir una bufanda muy gruesa por fuera del abrigo y opta por un pañuelo de seda o un jersey de cuello alto por dentro para no añadir volumen extra.
Por otro lado, en los bolsillos. No los llenes con el celular, las llaves o la cartera. El bulto añade un volumen innecesario en la zona de las caderas y rompe con la línea del abrigo.
Recuerda adaptar el truco al tipo de abrigo
Según el tipo de abrigo, algunos de estos tips funcionarán mejor. Por ejemplo, en los abrigos wrap u oversized, el cinturón es tu mejor amigo para ajustar la cintura y jugar con el volumen en el resto del cuerpo. En los abrigos de corte sastre, llevarlos abiertos o arremangarse funciona a la perfección.
De todos modos, lo más recomendable es pararte frente al espejo con tu abrigo más voluminoso y probar distintas variantes, como dejarlo cerrado o abierto, levantar el cuello o añadirle un cinturón. Así podrás decidir cuál de estos trucos favorece tu silueta.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.







