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Cómo mostrar tu desacuerdo con clase, sin quejarte ni ponerte a la defensiva

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Aprender a discrepar fortalece relaciones y te ayuda a entender otras perspectivas. Transforma conflictos en diálogos productivos con la aplicación de técnicas de comunicación efectiva.
Cómo mostrar tu desacuerdo con clase, sin quejarte ni ponerte a la defensiva
Última actualización: 30 septiembre, 2025

Es habitual no estar siempre de acuerdo con los demás. Cada persona tiene su propia forma de ver el mundo, lo que a veces puede generar choques. Procura no tomarte nada a nivel personal ni ponerte a la defensiva, ya que en muchas ocasiones lo que dicen otras personas no es un ataque, sino una discrepancia de opiniones. Utiliza estos momentos para comprender mejor al otro, adquirir nuevos conocimientos o encontrar una solución en conjunto; de este modo, el desacuerdo se hace mucho más tolerable.

La empatía ayuda mucho: ponerse en los zapatos del otro te da claridad sobre su forma de pensar. Te compartimos algunas estrategias sencillas para mostrar tu desacuerdo sin ponerte a la defensiva.

1. Sé asertivo con tu mensaje

Define tu intención antes de hablar, pregúntate si quieres resolver algo o solo liberarte. Tener claridad sobre el objetivo del mensaje te ayuda a pensar de manera positiva.

En lugar de utilizar frases como “Siempre haces esto mal”, puedes decir “Me siento frustrado cuando ocurre esto”. De esta forma, comunicas el impacto en ti sin acusar o juzgar. También puedes abrir la conversación con: “Mi perspectiva es…”, “Entiendo tu punto, y me gustaría añadir que…”, “Podríamos considerar…” Estas afirmaciones invitan a la otra persona a escuchar.

2. Escucha con atención

No te limites a oír; presta atención y procura entender lo que la otra persona dice. Hazle ver que comprendes lo que dijo. Por ejemplo, “Si entiendo bien, lo que te inquieta es…” Esto valida su punto y evita malentendidos. También puedes ir más allá de las palabras e identificar las emociones y necesidades subyacentes para demostrar que estás escuchando.

3. Evita la defensiva

La actitud defensiva suele reflejar miedo al rechazo, inseguridad sobre tus propias ideas o sensación de que tu identidad está siendo atacada. Si alguien cuestiona tu postura, puedes sentirte juzgado. Reconocer estas reacciones es el primer paso para evitarlas. Identifica el origen de tu defensiva, y elige una respuesta más tranquila y orientada al diálogo, en lugar de una protección impulsiva.

4. Busca puntos en común

El objetivo es entender la situación y encontrar una salida juntos, no solo “ganar” el argumento. Para esto, reconoce las áreas donde ambos están de acuerdo. Esta forma de abordar el desacuerdo cambia la dinámica de confrontación a colaboración, facilitando soluciones.

5. Mantén la calma y el control emocional

Aunque tu opinión sea diferente, el respeto es innegociable. Si la tensión aumenta, haz respiraciones profundas o sugiere una pausa para retomar la conversación más tarde. Además, las emociones son contagiosas, tu serenidad puede ayudar a que la otra persona se relaje, favoreciendo un diálogo constructivo. Trata de no reaccionar de forma impulsiva.


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Expresar tus diferencias con elegancia es una habilidad que mejora con la práctica. Pero ten en cuenta que no todas las personas reaccionan igual. En algunos casos, las discrepancias son percibidas como desafíos. Sin embargo, enfócate en comunicar tu punto de vista de forma respetuosa, sin buscar cambiar el pensamiento del otro a la fuerza. Poner en práctica estas estrategias es una oportunidad para crecer personalmente y fortalecer tus relaciones.


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  1. Bramson, B., Toni, I., & Roelofs, K. (2023). Emotion regulation from an action-control perspective. Neuroscience and Biobehavioral Reviews153, 105397. https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0149763423003664?via%3Dihub

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