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Por qué un simple contratiempo puede arruinarte el día, lo que debes saber de los "hassles"

3 minutos
Los pequeños inconvenientes diarios, o "hassles", pueden desgastar tu energía y afectar tu estado de ánimo. Aprende a identificarlos y a aplicar estrategias psicológicas para gestionarlos y proteger tu bienestar.
Por qué un simple contratiempo puede arruinarte el día, lo que debes saber de los "hassles"
Última actualización: 16 octubre, 2025

En el día a día es normal encontrarse con pequeños inconvenientes, ya sea un atasco en el tráfico, una conexión a internet que falla o una fila interminable en el supermercado. Estos eventos, que pueden parecer insignificantes, se conocen en psicología como hassles o fastidios diarios.

Aunque de forma individual no parecen tan graves, cuando se acumulan ocasionan mucho malestar y enojo. Y esto, a largo plazo, es perjudicial para tu salud. Te contamos cómo pueden afectarte y qué hacer para controlarlos.

Cómo te afectan los hassles

Los hassles son pequeños estresores cotidianos. El término nace con las investigaciones de Richard Lazarus y Susan Folkman, pioneros en el estudio del estrés. A diferencia de estresores mayores, como un divorcio o perder un empleo, los hassles actúan de una forma más sutil.

Para Lazarus y Folkman, el estrés es la reacción del cuerpo ante los estímulos externos que se perciben como dañinos. Por eso, no es tanto cada evento estresante en particular, es la suma de ellos lo que puede desgastar la salud con el tiempo y generar agotamiento. Esto se refleja en un estado de preocupación, enojo, irritabilidad e infelicidad que puede deteriorar tu poder de control.

Por qué algunas personas son más vulnerables a estos estresores

La forma en que cada persona reacciona a los contratiempos varía. La personalidad, el afrontamiento de las dificultades y la resiliencia son algunas características que diferencian cómo estos estresores afectan.

Factores individuales

La percepción sobre la situación tiene un papel crucial. Según Lazarus y Folkman, la manera en que cada uno reacciona o interpreta cada evento puede tener un efecto más estresante que el propio hecho en sí. Así, es probable que, si has descansado mal, un embotellamiento de tráfico te estrese más que si tienes un mejor humor.

Resiliencia y afrontamiento

La capacidad de adaptarse y recuperarse ante la adversidad puede ser muy importante a la hora de responder a los percances. Una mayor resiliencia puede mitigar el impacto de los estresores cotidianos.

Relacionado con ello, Lazarus y Folkman identificaron estrategias que influyen en cómo esos estresores se afrontan; entre ellas, el afrontamiento centrado en el problema (dirigido a cambiar el estresor) y el afrontamiento centrado en la emoción (dirigido a manejar las reacciones emocionales).

Cómo gestionar los hassles y mantener tu bienestar

Los siguientes métodos pueden ayudarte a manejar esos fastidios diarios y lograr que no te afecten.

Identifica y evalúa tus hassles 

Empieza por reconocer cuáles son los contratiempos que te afectan y por qué lo hacen. Quizás pueda servirte recordar que no son los eventos en sí mismos los que te estresan, sino la visión que tienes sobre ellos. Por eso, lo que debes hacer es cambiar tu perspectiva para reducir su impacto.

Cultiva tu resiliencia

La resiliencia es una cualidad que puedes desarrollar si mantienes una actitud positiva y aprendes de las experiencias pasadas. También, puedes explorar distintas formas de afrontamiento, desde revisar tus expectativas hasta usar el humor ante algún evento estresante, o desahogarte de una manera más saludable.

Aplica técnicas de afrontamiento

Tener ciertos hábitos saludables contribuye a enfrentar estos contratiempos diarios para no estresarte, mantener la calma y liberar tensiones:

  • Busca apoyo: habla con tus amigos o familiares sobre tus preocupaciones.
  • Haz ejercicio físico: al menos 30 minutos de actividad física moderada al día.
  • Escribe un diario: anota tus pensamientos y sentimientos cada mañana o cada noche.
  • Prioriza el autocuidado: dedica tiempo a hacer actividades que te gusten y te relajen.
  • Mantén una dieta equilibrada: una buena nutrición ayuda a que tengas energía y mantengas un buen estado de ánimo.
  • Practica mindfulness y respiración profunda: dedica unos minutos de cada día a hacer meditación o a practicar ejercicios de respiración.

En definitiva, existen distintas maneras de gestionar los hassles, aunque cabe destacar que no todos se podrán “eliminar”. De todas formas, reconocer su impacto y darles importancia a ciertos factores, como la calidad de sueño y la dieta, pueden ayudar a mejorar la manera de afrontarlos.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Gruen, R. J., Folkman, S., & Lazarus, R. S. (1988). Centrality and individual differences in the meaning of daily hassles. Journal of Personality56(4), 743–762. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/3230505/
  • Udayar, S., Urbanaviciute, I., Morselli, D., Bollmann, G., Rossier, J., & Spini, D. (2023). The LIVES Daily Hassles Scale and Its Relation to Life Satisfaction. Assessment30(2), 348–363. https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC9902985/

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.