¿Usar bótox en la lactancia puede hacerle daño al bebé?
Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina
Hay ciertas actividades, alimentos y tratamientos no recomendables durante el embarazo y en pleno amamantamiento. El bótox en la lactancia es un procedimiento controversial. Esta sustancia es un neuromodulador que suaviza las líneas de expresión y contornea el rostro.
Aplicar cantidades erróneas de la toxina botulínica, nombre real del inyectable, podría afectar los tejidos nerviosos y acarrear otras consecuencias. Es entendible que las embarazadas anhelen retomar las rutinas estéticas que dejaron temporalmente a un lado, pero el cuidado de la piel con relleno de tejidos blandos queda en un segundo plano.
¿Cómo se aplica y funciona el bótox?
Botox es el nombre de una marca utilizada para generalizar a la toxina botulínica, que también comercializan Jeuveau ®, Xeomin ® y Dysport ®, por ejemplo. Su fin es esfumar las arrugas, las patas de gallo y las líneas finas con dosis que evidencian efectos en pocos días, prolongando los resultados hasta por 4 o 6 meses.
Las zonas frecuentemente tratadas son la cara y el cuello. Los cirujanos plásticos y los dermatólogos emplean estas inyecciones con fines estéticos.
También es común llevar el tratamiento a las axilas para controlar los problemas de sudoración excesiva. Algunos especialistas apelan a dicha fórmula como medicación para migrañas, espasmos en el cuello y parálisis cerebral, por ejemplo.
La inyección directa en el músculo bloquea la actividad nerviosa, gracias a las proteínas neurotóxicas que previenen por un tiempo la contracción de las células musculares. Los resultados dependen de la dosis y de cumplir con las advertencias, como asevera un artículo de la Revista Internacional de Investigación en Ciencias Farmacéuticas.
¿Cuál es el riesgo de usar bótox en la lactancia?
En una publicación la Administración de Alimentos y Drogas de los Estados Unidos (FDA) se acota que se desconoce la seguridad de las inyecciones de relleno dérmico durante la lactancia o el embarazo. En general, se espera que la sustancia se mantenga en la parte del cuerpo donde se administró y que no se disemine hasta la placenta o la leche materna, pero esto no puede certificarse al 100 %.
Lo recomendable es aguardar el término del embarazo y de dar pecho para volver a las sesiones de bótox. Coinciden los expertos en que, por más pequeñas que sean las cantidades inoculadas, es mejor esperar en vez de arriesgar tanto. Lo correcto es consultar con tu médico el momento idóneo para regresar al tratamiento y prevenir los efectos secundarios.
Las dosis inadecuadas de bótox derivan en complicaciones o enfermedades de gravedad.
Especialistas resaltan que el bótox se fabrica a partir de una bacteria llamada Clostridium botulinum. La toxina del microorganismo es la responsable de la intoxicación alimentaria conocida como botulismo, reseña un texto difundido por la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
Entre otras complicaciones vinculadas a las inyecciones de toxina botulínica están las siguientes:
- Dolor de cabeza.
- Sarpullido y ronchas en la piel.
- Debilidad o parálisis muscular.
- Visión borrosa.
- Párpados caídos.
- Inflamación o sangrado en la parte inyectada.
Consejos de usos para el bótox
Las cremas, un estilo de vida sano y las terapias alejadas de ciertas sustancias son mejores alternativas frente al bótox en la lactancia y el embarazo. Cuidar la alimentación y optar por suplementos y vitaminas ofrece resultados favorables en cuanto a la disminución de las arrugas.
Una vez que obtengas la aprobación médica para retomar la inoculación de bótox, asegúrate de usar la toxina recetada. Deja las dosis en manos de profesionales, en lugar de confiar en centros no autorizados que pongan en tu piel cantidades incorrectas. Las secuelas van desde la desfiguración del rostro hasta el peligro de muerte.
Para las no lactantes, los consejos sobre el uso de bótox se basan en contar con doctores o esteticistas acreditados que trabajen la técnica respetando la musculatura de la paciente. Otras pautas básicas son las siguientes:
- Tener más de 20 años y menos de 65.
- No consumir alcohol antes del procedimiento.
- En 24 horas no masajear el área inyectada.
- Evitar la exposición al sol.
¿Cómo atender la piel durante la lactancia?
Que no sea recomendable el bótox en la lactancia no quiere decir que no puedas probar otros productos antienvejecimiento. Las fórmulas de uso tópico contienen ingredientes más seguros y funcionan en el cuidado de la piel de las lactantes.
Además, los péptidos sintéticos contenidos en sueros y lociones imitan los efectos de la toxina botulínica e implican menos riesgos. El ácido hialurónico, por ejemplo, es un ingrediente clave en humectantes, máscaras y limpiadores que suavizan sin provocar daños mientras amamantas. Las exfoliaciones, los masajes y las cremas con colágeno constituyen opciones válidas.
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- Aswale S, Dahihandekar C, Godbole S, Mistry R, Pisulkar SK, Purohit H. Botox: terapia más allá de la belleza. Revista Internacional de Investigación en Ciencias Farmacéuticas. 2020. https://www.mendeley.com/catalogue/af31acd8-588d-3949-aa03-42f68afc254e/?utm_source=desktop&utm_medium=1.19.4&utm_campaign=open_catalog&userDocumentId=%7B9dfa11f9-a8da-4851-8efb-389ab39cf6d2%7D
- Botox. Biblioteca Nacional de Medicina. Estados Unidos. https://medlineplus.gov/spanish/botox.html
- Rellenos dérmicos (relleno de tejidos blandos). Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos. https://www.fda.gov/medical-devices/aesthetic-cosmetic-devices/rellenos-dermicos-rellenos-de-tejidos-blandos
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