Calcio en las arterias
Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto
El calcio en las arterias es un factor de riesgo para desarrollar enfermedades cardiovasculares. Estas últimas son las que afectan al corazón y a los vasos sanguíneos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), son la principal causa de muerte en el mundo, con un 31 % de incidencia, aproximadamente.
A la presencia acumulada de calcio en las arterias también se le conoce con el nombre de calcificación vascular. Diversos estudios han comprobado que esta condición está asociada con el riesgo de morir por problemas cardiovasculares, especialmente en pacientes diabéticos o con insuficiencia renal.
Por lo anterior, es importante hacerse un examen que permita establecer el volumen de calcio en las arterias, cuando el médico lo indique. Esto permitirá predecir qué porcentaje de riesgo tiene una persona de sufrir un infarto en los siguientes años. Así, es posible tomar las medidas necesarias para evitarlo.
Calcio en las arterias
La acumulación de calcio en las arterias, o calcificación vascular, ocurre cuando las sales de fosfato de calcio se depositan en la pared de las arterias. Esto lleva a que se formen una especie de rocas que limitan la capacidad de las arterias para dilatarse o contraerse normalmente.
Así mismo, si un depósito de grasa, o de otra sustancia, se adhiere también a la pared de las arterias, una pequeña roca de fosfato-calcio podría desprenderse. Si esto tiene lugar en la arteria coronaria, puede dar origen a un infarto coronario; si ocurre en la carótida, a un infarto cerebral.
Y, precisamente, es en la arteria coronaria y en la carótida donde más frecuentemente se encuentran las calcificaciones, particularmente en las personas de mayor edad y en los pacientes con diabetes o insuficiencia renal.
Por otro lado, es importante señalar que la acumulación de calcio en las arterias hace que las paredes de estas sean más rígidas. Por lo tanto, el corazón debe trabajar más para llevar la sangre a los tejidos. Tal condición termina por dañar el corazón y, obviamente, incrementa el riesgo de accidentes cardiovasculares.
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¿Por qué se origina este problema?
Los huesos y todos los tejidos duros del organismo necesitan fosfato y calcio para producir una sustancia llamada hidroxiapatita. En condiciones normales, el organismo crea unos inhibidores para impedir que dicha sustancia llegue y se acumule en los tejidos blandos, como los vasos sanguíneos.
Sin embargo, hay circunstancias en las que tales inhibidores no se producen, o no funcionan como deberían. Esto ocurre principalmente en personas mayores de 50 años, pacientes diabéticos y/o con insuficiencia renal. Es entonces cuando se produce la acumulación de calcio en las arterias.
Existen una serie de estudios dirigidos por Jorge Cannata Andía, investigador del Servicio de Metabolismo Óseo y Mineral del Hospital Universitario Central de Asturias y de la de la Red de Investigación Renal (REDinREN) del Instituto de Salud Carlos III.
En dichos estudios se señala que hay una relación entre la calcificación de las arterias y la pérdida de masa ósea causada por la osteoporosis. Las expertos señalaron que, entre mayor es la pérdida de hueso, mayor es también la calcificación de las arterias. El tema aún se encuentra en investigación.
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Prueba de calcio en las arterias
Un examen de calcio en las arterias es aconsejable para aquellas personas que corren algún riesgo de padecer una enfermedad cardiaca, aunque no la tengan. Factores como la presión arterial, diabetes, insuficiencia renal, antecedentes familiares y otros son tomados en cuenta por el médico para ordenar la prueba.
El examen de calcio en las arterias se hace a través de una tomografía computarizada. Dura alrededor de 30 minutos y permite establecer el volumen de calcio presente en las paredes de una arteria. Se mide numéricamente. Cuanto más elevada sea la puntuación resultante, mayor es el riesgo de sufrir una enfermedad cardiaca.
En base a los resultados, el médico determinará el nivel de riesgo e indicará las medidas o tratamiento a seguir para reducir el peligro. Estas suelen incluir cambios en el estilo de vida o modificaciones en los tratamientos para los problemas de salud concomitantes.
La ausencia de calcio en las paredes de las arterias no es una señal concluyente para determinar que no hay riesgo cardiaco. Se puede obtener una puntuación baja y estar en riesgo aún así. El examen no es conveniente para quienes no presentan ningún factor de riesgo de enfermedad cardiaca, ya que podría generar confusión.
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