Todo lo que hay que saber sobre las ceramidas para cuidar la piel y el cabello
Revisado y aprobado por la farmacéutica Franciele Rohor de Souza
Las ceramidas son uno de esos compuestos que están en infinidad de productos cosméticos. Se promocionan como grandes aliados de la belleza, pero lo cierto es que no siempre sabes por qué son tan valoradas.
Lo primero que se debe decir es que las ceramidas son uno de los grandes ingredientes anti-envejecimiento. Tienen especial impacto sobre la piel y el cabello, pues en ambos casos ayudan a retener la humedad y a formar una barrera de protección.
Al igual que ocurre con el colágeno, el cuerpo dejan de producir ceramidas a medida que avanzan los años. Su paulatina carencia hace que se produzcan cambios que contribuyen a la aparición de los signos de envejecimiento.
¿Qué son las ceramidas?
Las ceramidas son una forma de ácidos grasos que reciben el nombre de lípidos. Se encuentran de forma natural en las capas superiores de la piel, en altas concentraciones. De hecho, constituyen el 50 % de la composición de la piel.
Para entender la función de las ceramidas se puede acudir a un ejemplo. Pensemos en un muro hecho de ladrillos. Para que la estructura se mantenga, tiene que haber un componente que ligue un ladrillo con otro. En la piel, las células serían esos ladrillos y las ceramidas el compuesto que las mantiene unidas.
Estas sustancias crean una barrera para impedir la pérdida de humedad en la piel. De este modo, protegen de la resequedad.
Por lo tanto, si se reduce su eficacia, la piel se verá más seca, áspera, con arrugas y con diversos signos de envejecimiento. Algo similar ocurre en el cabello, que también contiene ceramidas.
Los beneficios de las ceramidas
Las ceramidas aportan grandes beneficios a la piel y al cabello. Estos no solo son estéticos, sino también de salud general. De hecho, las personas con afecciones como rosácea, eccema o acné tienen un nivel más bajo de esas sustancias en su piel.
Como ya lo anotábamos, estos compuestos crean una barrera protectora, de modo que esta pueda retener la humedad. Así las cosas, ayudan a evitar que haya resequedad, lo que es muy importante en épocas como el invierno.
De la misma manera, protegen de las agresiones externas, tales como el sol y la contaminación, así como de las infecciones bacterianas. También inciden en la regulación de secreción de sebo, lo que es clave para tener una piel sana.
En conjunto, sus beneficios se pueden sintetizar de esta manera:
- Ayudan a retrasar algunos signos de envejecimiento, como las arrugas.
- Previenen el fotoenvejecimiento y contribuyen a reparar el daño solar.
- Reducen los síntomas en afecciones cutáneas, como la rosácea, la dermatitis atópica, el eccema y el acné.
- En tanto, las ceramidas también están presentes en la cutícula del cabello.
¿Dónde encontrar las ceramidas?
Las ceramidas pueden ser de diversos tipos:
- AP.
- EOP.
- NG.
- NP.
- NS.
- Fitoesfingosina.
- Esfingosina.
Todas ellas se encuentran de forma natural en la piel y algunas se elaboran de forma sintética para incorporarlas a los productos cosméticos. Pero veamos ahora las fuentes de obtención que podrías aprovechar.
Productos cosméticos
No hay una gran diferencia entre las ceramidas naturales de la piel y las que se fabrican de forma sintética. Los productos cosméticos que las contienen las incluyen dentro de sus componentes en la etiqueta.
Los productos con ceramidas deben estar empaquetados en la forma correcta. Esto es, en tubos o botellas opacas que cuenten con bombas o dispensadores herméticos. Se debe a que son elementos fotosensibles; pierden su eficacia si se exponen a la luz.
Suplementos orales
Hoy en día también se encuentran las ceramidas en suplementos orales. Son elaborados a partir de plantas. Todo indica que tienen eficacia en el propósito de incrementar la hidratación de la piel. Sin embargo, no hay suficiente investigación que lo avale por completo.
Fuentes naturales
Las ceramidas están presentes en muchos vegetales como el trigo y sus derivados, la remolacha, el arroz, las patatas y la soja. Los lácteos y huevos tienen una elevada cantidad de esfingolípidos. Estos estimulan la producción de ceramidas.
Sin embargo, cuando se busca que estas sustancias restauren la humedad de la piel, no es suficiente con lo que se obtiene de la alimentación. El aceite de semilla de brócoli se puede aplicar de forma directa sobre la piel. Todo indica que estimula la producción de ceramidas de forma natural.
Cómo usar las ceramidas y qué esperar de ellas
Los productos con ceramidas se pueden utilizar en cualquier tipo de piel. Están particularmente indicados cuando hay resequedad, irritación, enrojecimiento, inflamación o líneas finas y arrugas.
El efecto es más eficaz cuando estas se emplean en combinación con otros ingredientes para restaurar la piel. En particular, se potencian con los antioxidantes, el retinol, la niacinamida, el ácido linoleico y los péptidos.
Estos compuestos se consideran seguros. En especial cuando se aplican por vía tópica. Sin embargo, siempre es conveniente hacerse la prueba de parche. Esto consiste en hacer una aplicación pequeña en una zona cutánea para corroborar que no haya efectos secundarios.
Respecto a los suplementos, no hay evidencia de que provoquen alguna reacción adversa. De todas maneras, no se pueden esperar grandes cambios de la noche a la mañana.
Ceramidas: aliadas para la salud cutánea
Aunque las ceramidas se consideran un compuesto seguro, lo mejor es consultar con el dermatólogo para que aconseje cuál es el mejor producto a utilizar según tu caso particular. Esto es más importante si tienes alguna afección en la piel.
Los champús o tónicos para el cabello que contienen ceramidas suelen ser eficaces. Están indicados para cabellos resecos o maltratados. Aunque no hay reportes al respecto, si se presenta alguna reacción, lo indicado es suspender y consultar con el profesional.
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