Christina Applegate: los primeros síntomas de su EM que no identificaron a tiempo
Christina Applegate reveló a sus seguidores cómo recibió la noticia de su diagnóstico de esclerosis múltiple (EM) y sorprendió al señalar que pudo pasar por alto los primeros síntomas de esta enfermedad. De acuerdo con los dichos de la actriz, la noticia llegó mientras grababa, el verano pasado, la tercera y última temporada de la serie Dead to me (Netflix).
Me diagnosticaron mientras trabajábamos. Tuve que llamar a todos y decirles: “tengo esclerosis múltiple, muchachos”.
Continúa leyendo para conocer más sobre el diagnóstico de la famosa actriz, así como algunos de los aspectos fundamentales a considerar sobre la EM.
¿Cuáles fueron los síntomas de EM que Christina Applegate pasó por alto?
Desde que la actriz confirmó que fue diagnosticada con EM, han sido muchos los medios de comunicación que se han interesado por conocer su historia. Hace poco, la mujer de 50 años dio detalles inéditos al New York Times sobre las primeras manifestaciones de la enfermedad que ella dijo desestimar.
Puntualmente, comentó que empezó a sentirse mal y a notar cambios en su cuerpo hace algunos años, durante la filmación de la primera temporada de Dead to me. Especificó que durante una escena de baile, tuvo que luchar para mantener el equilibrio. Luego, mientras jugaba tenis, notó que estaba fallando muy seguido. Pero atribuyó su desempeño a la falta de esfuerzo.
También reseñó que experimentó hormigueo y entumecimiento en las extremidades, síntomas que empezaron a empeorar con los años. Asimismo, identificó dolor, dificultad para hablar y temblores. Al respecto, dijo que ojalá hubiera prestado más atención.
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¿Qué es la esclerosis múltiple (EM)?
De acuerdo con investigaciones al respecto, la esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad desmielizante de tipo neurodegenerativo, que se presenta de preferencia en adultos jóvenes, con un promedio de edad de aparición entre 20 y 40 años. No hay una única causa de la patología. Se considera que es el resultado de la interacción de diversos factores, tanto ambientales, como biológicos, inmunitarios y genéticos.
La característica desmielinizante da cuenta de que, con el paso de los años, las neuronas pierden su recubrimiento graso (la mielina). Esto conlleva problemas en la transmisión del impulso nervioso.
Afecta el cerebro, la médula espinal y los nervios ópticos, sobre todo. Su origen es desconocido, como ya adelantamos. Sí se sabe que hay un ataque de parte del sistema inmunitario hacia el sistema nervioso central. Este daño progresivo a la mielina interrumpe las señales que van desde y hacia el encéfalo.
Síntomas de la EM
Según se ha podido documentar, cada paciente diagnosticado con EM tiene una experiencia diferente y puede reportar síntomas únicos. No obstante, estudios científicos han determinado los signos más frecuentes:
- Ataxia, fatiga o debilidad.
- Neuritis óptica unilateral o visión borrosa asociada con dolor.
- Mielitis parcial o alteración de la sensación en áreas como el torso.
- Oftalmoplejía, vértigo, hipoacusia y alteración de la sensibilidad facial.
- Parestesias en las extremidades, en la zona abdominal o en el tórax.
La literatura mencionada ha reportado que el 80 % de los pacientes refiere que la fatiga es una de las condiciones que más les genera incomodidad. Por otro lado, el 53,3 % ha relacionado la cefalea o dolor de cabeza como un síntoma inicial de la patología.
Del mismo modo, hay referencias de entre un 80 % y un 96 % de los pacientes con esclerosis múltiple que fueron remitidos a consulta urológica al presentar incontinencia urinaria, fecal o disfunción sexual. Ahora bien, también se han reseñado trastornos neuropsiquiátricos relacionados: depresión en un 23,7 % y trastornos del sueño en un 67 %.
Según un análisis del año 2020, la depresión podría ser un pródromo significativo de la EM. O sea, una manifestación que aparecería meses o hasta años antes del desarrollo del cuadro clásico de la enfermedad.
Hallazgos a través de exámenes médicos
El diagnóstico de EM se sospecha considerando los síntomas declarados por los pacientes, una serie de hallazgos evidentes a través de los exámenes neurológicos y las imágenes específicas, como las resonancias magnéticas.
Algunos de los signos detectables por un neurólogo pueden ser la pupila dilatada, la alteración de la sensibilidad, la debilidad motora, la ataxia o la alteración de la marcha o hiperreflexia. A través de las imágenes de resonancia magnética (RM) se pueden observar lesiones en áreas focales, producto de la desmielinización e inflamación de la sustancia blanca.
Aprendiendo de Christina Applegate: el reconocimiento temprano es fundamental
Diagnosticar la EM no es fácil.
Sus síntomas pueden confundirse con otras patologías que también comparten la característica neurodegenerativa. Y a veces, las evidencias son tan generales, que la sospecha parece imposible. No obstante, los expertos coinciden en que hacer un diagnóstico temprano mejora la calidad de vida a futuro de los pacientes.
Esto se debe a que el tratamiento puede tener mayor efecto, haciendo que los pacientes logren retrasar un poco el deterioro propio del trastorno. Un abordaje multidisciplinar puede tener efectos tempranos beneficiosos en la salud física, en el desempeño social y en la estabilidad de las relaciones interpersonales.
Después de compartir su diagnóstico y de poner en boca de muchos la EM, Christina Applegate aseguró que se retirará de los escenarios tras el lanzamiento de la serie que protagonizó para Netflix. Ahora se abocará al abordaje de su enfermedad.
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