Cómo usar clavos oxidados para aportar hierro a las plantas

Si tienes una buena cantidad de clavos oxidados en casa, no dudes en usarlos para tus plantas. Cuando se empiezan a degradar y a liberar óxido de hierro, el mineral puede ser aprovechado en beneficio de tus consentidas.

Esto se debe a que las plantas tienen una gran capacidad para tomar los nutrientes del entorno. Si te quedan dudas sobre los beneficios que tienen las puntillas oxidadas para tus plantas, sigue leyendo para saber más.

¿Por qué es importante el hierro para las plantas?

Como lo explican expertos, los óxidos de hierro están presentes en el suelo de forma natural y son muy importantes para el desarrollo de las plantas. El hierro mejora la síntesis de la clorofila y permite un correcto proceso de fotosíntesis.

Si bien es extraño que se presenten deficiencias de hierro en la tierra, las plantas de interior pueden ver disminuidos los niveles de este mineral, ya que el sustrato permanece estancado y suele regarse con agua de la llave, porque contiene mucha cal. Por ello, no solo se recomienda usar los clavos oxidados, sino remover y cambiar la tierra de forma continua, para garantizar oxigenación.

Si bien todas las plantas se verán beneficiadas de las puntillas oxidadas, aquellas que se consideran acidófilas son las que mejor provecho obtendrán de esta práctica. Las acidófilas son las que prefieren suelos con un pH ácido.

Prepara el agua de clavos oxidados para tus plantas

Una alternativa para usar los clavos oxidados en beneficio de tus plantas es colocándolas directamente en el sustrato. Puede hacerse con una «cama» de ellos entre la tierra o en la parte superior. No obstante, esto entraña riesgos si en casa tienes niños pequeños o mascotas curiosas por llevarse a la boca cualquier cosa.

Ahora bien, en el caso de querer aplicar la técnica en el jardín, alguien de la familia podría pisar un clavo en este estado, lo cual resultaría peligroso. Por ello, la forma más segura de aprovechar óxido de hierro de las puntillas y tornillos es haciendo un caldo.

¡Sigue estos pasos y fabrica tu propia agua de óxido!

Lo que vas a necesitar

• 1 recipiente plástico con capacidad de 1 litro
• Clavos oxidados
• 1 litro de agua

Paso a paso

1. Llena de agua el recipiente plástico.
2. Agrega la cantidad de clavos oxidados que tengas.
3. Remueve y deja reposar por un lapso de 5 a 6 días.
4. Cada día tendrás que remover la mezcla para que se libere mejor el óxido.
5. Coloca el agua en la regadera y vuelve a llenar el recipiente con más agua y más clavos, si los tienes.
6. Usa cuando lo necesites.

¿Cómo saber si mis plantas necesitan hierro?

Las plantas que más necesitan hierro son las acidófilas, entre ellas:

• helechos,
• gardenias,
• camelias
• brezo.

Las demás pueden llegar a tener deficiencias que serán evidentes a través de la observación de sus hojas. El síntoma más claro es conocido como clorosis férrica, en el que las hojas van perdiendo su color verde, observándose desteñidas o amarillas, según refiere un estudio botánico.

Este síntoma es mucho más notorio en los brotes nuevos, pues los antiguos ya han tomado el hierro necesario durante su crecimiento. Si bien no es un problema para el desarrollo de la planta, evidencia que hay deficiencias nutricionales en el sustrato que es mejor solucionar.

¿El truco de los clavos oxidados realmente funciona para mis plantas?

Hay quienes dicen que el método de los clavos de hierro no funciona porque, como lo indican algunos expertos, agregar los ácidos ferrosos a través del riego hace que estos se conviertan a su forma insoluble, complicando el hecho de que las plantas puedan absorber el mineral.

Sin embargo, en la cultura popular, este truco es muy apreciado gracias a los resultados evidenciados. Hay quienes indican que esa mejoría se produce, no porque la planta tome el hierro, sino porque al incluirlo, el pH del sustrato se equilibra, permitiendo que la planta absorba el hierro disponible.

Considerando las dos tesis, lo mejor es que pruebes por tus propios medios qué pasa al poner agua de clavos oxidados en el agua de tus plantas. De todas maneras, si hay síntomas que no revierten y el verde se sigue convirtiendo en amarillo, consulta a un especialista en jardinería.