Cortarse el pelo en casa: materiales, consejos y errores a evitar

¿La peluquería está cerrada? ¿Te dieron ganas de hacerte un extreme makeover por tu cuenta? Todas hemos pasado por ahí. Ya sea por necesidad, por falta de tiempo, de dinero o simplemente por curiosidad, más de una vez hemos pensado en cortarnos el pelo en casa, sobre todo si se trata de retocar las puntas o darle forma al flequillo.
Durante el confinamiento, muchas se animaron a dar ese paso. Y aunque lo más recomendable sigue siendo acudir a una profesional, entendemos que a veces la idea de arreglarte el cabello tú misma resulta tentadora.
Si ese es tu caso, antes de lanzarte con las tijeras en mano, hay ciertas pautas que deberías tener claras. De lo contrario, el riesgo de arrepentimiento es alto. Por eso, si estás decidida, aquí te contamos cómo cortar el pelo en casa paso a paso para que el resultado sea lo más favorecedor posible.
1. Lava y seca tu cabello
El primer paso para cortar el pelo en casa es asegurarte de que esté limpio. Lava tu melena con un champú suave y aplica acondicionador si lo necesitas para facilitar el desenredo. Esto permite que el cabello caiga con su peso natural, algo de suma importancia para que el corte sea más preciso y equilibrado.
Luego, elimina el exceso de agua con una toalla sin frotar con fuerza, solo presionando con suavidad. Si vas a hacer un corte en húmedo, déjalo ligeramente mojado pero no empapado. Si prefieres cortar en seco (sobre todo si tienes el cabello rizado o muy fino), asegúrate de secarlo por completo con secador o al aire.
2. Peina y desenreda
Es fundamental eliminar todos los nudos antes de empezar. Usa un peine de dientes finos o un cepillo adecuado para tu tipo de cabello y péinalo desde las puntas hacia la raíz para evitar tirones o quiebres.
El objetivo es dejarlo lo más alineado posible, ya que cualquier mechón fuera de lugar puede alterar la simetría del corte. Si tienes el cabello ondulado o rizado y vas a cortarlo en húmedo, procura no forzar su textura natural: solo desenreda lo justo para poder trabajar con precisión, sin romper la forma del rizo.
3. Marca la longitud
Antes de acercar las tijeras, tómate un momento para decidir cuánto cabello deseas cortar. Evalúa si buscas solo sanear las puntas o realizar un cambio más notorio. Una vez que lo tengas claro, utiliza un peine para alinear el cabello y desliza los dedos hasta marcar el punto exacto donde harás el corte.
Es importante que te asegures de que ambos lados queden a la misma altura, en especial si estás haciendo un corte recto. Puedes ayudarte colocando pequeñas ligas o pinzas justo en el lugar donde harás el corte para mantener la simetría. Recuerda: es mejor cortar de a poco, y luego ajustar, que ir directo a un cambio drástico del que puedas arrepentirte.
4. Elige el estilo de corte que deseas
Antes de comenzar a cortar, es importante tener claro el estilo que quieres lograr. Buscar imágenes de referencia en línea puede ayudarte a visualizar mejor el resultado final y a entender cómo dividir tu cabello para trabajar por secciones. Recuerda que no todos los cortes favorecen por igual a todas las personas: la forma del rostro, la textura del cabello y la densidad también influyen en cómo lucirá el resultado.
Si es tu primera vez, lo más recomendable es optar por un corte sencillo y fácil de controlar, como un corte recto a la altura de los hombros o unas capas largas que aporten movimiento sin riesgo de errores visibles. Estos estilos suelen adaptarse bien a la mayoría de los rostros y requieren menos precisión.
Evita improvisar estilos que requieren técnica avanzada —como el corte blunt— si no tienes experiencia. En cambio, apuesta por uno funcional y favorecedor, que puedas mantener hasta la próxima vez que necesites retocar.
5. Prepara las herramientas que vas a necesitar
Antes de pensar en cómo tomar las tijeras, asegúrate de tener estos elementos a la mano. No improvises con tijeras de cocina ni cortes con el pelo seco si no sabes cómo reacciona tu textura capilar.
- Tijeras para cabello: deben ser afiladas y diseñadas para cortar pelo. Las tijeras comunes dañan las puntas y dejan cortes disparejos.
- Peine de dientes finos: ayuda a marcar las secciones con precisión.
- Pulverizador con agua: para mantener el cabello húmedo mientras trabajas.
- Pinzas o clips: fundamentales para dividir el cabello y trabajar por partes.
- Espejo de mano o de cuerpo entero: para ver la parte trasera de tu cabeza.
- Capa o toalla sobre los hombros: para proteger la ropa y facilitar la limpieza.
6. Divide tu cabello en secciones
Una buena división del cabello es lo que diferencia un corte bien ejecutado de uno improvisado. Incluso si vas a cortar el cabello recto, no debes saltarte este paso. Las secciones permiten trabajar con mayor precisión, mantener el equilibrio en ambos lados y evitar esos errores típicos de un corte casero mal planificado.
Primero, traza una raya al medio desde la frente hasta la nuca, separando el cabello en dos mitades iguales. Después, haz una división horizontal de sien a sien, generando así cuatro secciones básicas: dos frontales y dos posteriores. Usa pinzas o ligas para sujetar cada sección de manera firme.
Si vas a cortar el cabello solo en capas, este paso también es muy importante, pero deberás hacer divisiones verticales adicionales según el tipo de capas que desees: suaves, largas, o más marcadas. Para cortes en capas con técnica de coleta (como el famoso «ponytail cut»), la división puede ser diferente: todo el cabello hacia adelante en una sola sección bien estirada, sujetada en lo alto de la frente. Pero si prefieres más control, dividir por capas horizontales (de abajo hacia arriba) es más seguro.
Trabaja con clips de seccionado profesionales si los tienes. Son más precisos que las ligas comunes y evitan que el cabello se deslice. Y nunca cortes grandes cantidades de pelo sin soltar y revisar cómo está quedando cada sección; recuerda que el cabello mojado puede «engañarte» con la longitud.
7. Corta en cada sección con precisión
Una vez que tu cabello esté bien dividido, llegó el momento clave: comenzar a cortar. En esta etapa es fundamental avanzar con calma y de forma metódica, en especial si es la primera vez que te animas a cortar el cabello tu sola. Ya sea que optes por un corte recto o en capas, cada técnica tiene su lógica y estructura. A continuación, te explico cómo proceder en ambos casos para lograr un resultado armónico y bien ejecutado.
Para un corte recto clásico
Si buscas un acabado parejo, prolijo y fácil de mantener, el corte recto es ideal. Su ventaja es que no requiere demasiada técnica, pero sí precisión.
Comienza soltando una de las secciones posteriores inferiores. Peina el cabello hacia abajo y mantén los dedos a la altura exacta donde quieres cortar. Usa el peine como guía horizontal y asegúrate de que el cabello esté bien estirado. Haz un corte limpio y recto, sin inclinar la tijera.
Una vez hecho ese primer corte, úsalo como guía para las demás secciones. Suelta la siguiente capa, peina bien, y recorta igualando con la longitud anterior. Repite el proceso en ambos lados y al frente, siempre alineando con tu primer corte guía.
Para verificar la simetría, lleva los dos mechones delanteros hacia el centro del rostro. Si terminan a la misma altura, vas por buen camino.
Para un corte en capas
Si quieres dar más movimiento o aligerar volumen, puedes optar por capas largas. En este caso, el proceso cambia un poco, pero sigue siendo posible hacerlo tú misma en casa.
Una opción sencilla es la técnica de capas por sobreposición: trabaja desde la nuca hacia arriba, soltando una sección a la vez. Cada vez que bajes una nueva capa, toma un mechón de la anterior (ya cortada) como guía. Eleva el cabello formando un ángulo (puede ser de 90° o ligeramente inclinado hacia arriba, según el efecto que busques) y corta siguiendo esa referencia.
Otra forma práctica para principiantes es el método de la coleta alta: reúne todo el cabello hacia la parte frontal superior de la cabeza, como si hicieras un unicornio. Cuanto más al frente esté la coleta, más marcadas quedarán las capas. Luego corta en línea recta y suelta. Este método da un efecto en capas suaves, ideal para melenas largas.
Importante: no cortes demasiado de una sola vez. En los cortes en capas, menos es más. Siempre puedes perfeccionar al final.
8. Verifica y ajusta después de cada corte
Una vez que terminas de cortar una sección, no sigas sin antes revisar cómo ha quedado. Este paso es clave para mantener la simetría y evitar que el corte se descontrole conforme avanzas. Tanto si estás cortando el cabello recto como si trabajas en capas, revisar cada sección antes de continuar es lo que permite corregir pequeños desajustes a tiempo, sin afectar el resultado final.
Peina bien la sección ya cortada y compárala con su contraparte (en especial en los laterales). Observa si ambas caen a la misma altura, si el borde se ve limpio y si las puntas están parejas. En cortes en capas, asegúrate de que el cambio de longitud entre secciones sea gradual y no se vean saltos marcados.
En caso de que tengas que ajustar, usa las tijeras en posición vertical para hacer pequeños retoques tipo «picoteo», lo que ayuda a suavizar el borde y darle un acabado más natural. Si notas que un lado quedó más largo que el otro, no iguales desde el más corto: ajusta milímetro a milímetro, siempre guiándote por el mechón más equilibrado.
Trabaja con la iluminación a tu favor y cambia el ángulo del espejo para ver el corte desde distintos puntos. A veces, lo que parece parejo desde el frente, se ve diferente desde atrás. Si puedes, grábate con el celular para revisar tu técnica o pedir una segunda opinión antes de seguir recortando.
Recomendaciones útiles para principiantes
Si es la primera vez que te enfrentas a unas tijeras con la intención de cortarte el cabello tú misma, lo más importante es mantener una estrategia sencilla y bien pensada. La clave está en no precipitarse, trabajar con paciencia y aplicar técnicas básicas que minimicen los errores.
- Elige un corte fácil de mantener: evita estilos que requieran retoques constantes. Los cortes rectos a la altura de los hombros o las capas largas son mucho más manejables para principiantes. Además, permiten crecer de forma pareja en caso de que necesites corregir en otra ocasión.
- Corta siempre con el cabello desenredado y en su estado natural: no alises ni modifiques la forma natural de tu cabello antes de cortar. La textura real —ya sea lisa, ondulada o rizada— es la que te dará una lectura precisa de cómo caerá el corte después.
- Trabaja siempre frente a un espejo y en un espacio con buena luz: evita cortar en lugares oscuros o sin espejos amplios. Una iluminación directa y un espejo que te permita ver la parte trasera de la cabeza (idealmente con ayuda de uno de mano) te darán mayor control visual durante todo el proceso.
- No cortes en horizontal, a menos que domines la técnica: si bien el corte horizontal es el más intuitivo, también es el más difícil de ejecutar con precisión sin herramientas profesionales. Colocar las tijeras en vertical o en diagonal, con pequeños cortes controlados, permite lograr un borde más suave y disimular errores si no queda perfectamente parejo.
- Haz pausas entre cada sección: no intentes cortar todo de una sola vez. Cada sección necesita su tiempo. Una buena práctica es detenerse después de cada zona, peinar, observar y solo entonces continuar.
¿Te animas a ser la protagonista de tu makeover?
Atrévete a intentarlo. Aprender cómo cortar el pelo en casa no solo te ahorra una visita al salón, también puede ser una experiencia interesante. Ya sea que prefieras un corte recto clásico o que quieras agregar capas con movimiento, lo importante es que te sientas cómoda con el resultado.
Recuerda que no necesitas ser profesional para conseguir un look bonito. Con una guía clara, las herramientas adecuadas y un poco de práctica, puedes lograr que tu melena luzca bien, sin dramas ni errores garrafales.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.