¿Cómo hacer y utilizar el aceite de lavanda?
Escrito y verificado por la nutricionista Eliana Delgado Villanueva
El aceite de lavanda es un producto que se ha popularizado por sus interesantes aplicaciones en la cosmética y la medicina natural. Asimismo, es uno de los favoritos a la hora de realizar sesiones de aromaterapia porque resulta muy agradable al olfato y además ayuda a relajar la mente y el cuerpo. ¿Sabías que puedes prepararlo tu misma en casa?
Aunque hoy en día se puede adquirir aceite de lavanda en herbolarias, cosméticas y farmacias, muchos prefieren prepararlo en casa para aprovechar directamente la planta. Por eso, te invitamos a descubrir cómo prepararlo y sus principales aplicaciones.
Características de la lavanda
La lavanda o espliego es típicamente una planta de flores moradas y vistosas. Estas son utilizadas para extraer un aceite esencial rico en linalol, geraniol, linalino, saponinas y borneol, que lo vuelven imprescindible en la cosmética y la medicina natural tradicional.
De acuerdo con información publicada en Phytotherapy Research, aunque los estudios no son del todo concluyentes, a este producto se le atribuyen propiedades antiinflamatorias, antisépticas, carminativas, antifúngicas y sedantes. Incluso, puede resultar beneficioso en caso quemaduras y picaduras de insectos.
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¿Cómo hacer el aceite de lavanda?
Según los agricultores, la lavanda se debe colectar en mazos, cuando comienza su período de floración. Puedes dejarlos secar en una habitación fresca y oscura hasta que la necesites.
Materiales
- Flores secas de lavanda.
- Aceite de oliva o girasol.
- 1 frasco pequeño de cristal.
Procedimiento
- Coloca las flores de lavanda en el frasco de cristal, añade el aceite y déjalas macerar al sol durante 3 días.
- Luego de este período, agita el contenido y pásalo a otro frasco utilizando un colador fino o un filtro de café. ¡Y ya está!
Nota importante: recuerda que los aceites esenciales nunca deben ser ingeridos. Prueba tu sensibilidad echando unas gotas del producto en un algodón y pasándolo sobre el antebrazo. Si hay reacción, evita utilizarlo.
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¿Cómo usar aceite de lavanda?
Las aplicaciones del aceite de lavanda son variadas, ya que suele emplearse contra problemas cutáneos, problemas de ansiedad y ciertas dolencias. Sin embargo, es fundamental tener en cuenta que no es un remedio para remplazar los tratamientos recetados por el médico y, de ser posible, se debe usar con supervisión del profesional.
Contra los dolores
La aplicación tópica de aceite esencial de lavanda resulta beneficiosa contra el alivio de algunas dolencias comunes. Por ejemplo, una investigación publicada en The Journal of Alternative and Complementary Medicine, determinó que, combinado con salvia y rosa, puede mitigar los calambres menstruales.
Acelerar la curación de heridas
Una investigación publicada a través de BMC Complementary and Alternative Medicine, respaldó los beneficios del aceite de lavanda sobre el proceso de cicatrización de la piel.
Según los hallazgos, la aplicación tópica de este producto ayudó en la síntesis de colágeno y la diferenciación de fibroblastos, lo que mejora la cicatrización en fases tempranas.
Descubre: ¿Para qué sirve el colágeno?
Para el cabello
La aplicación tópica de aceite de lavanda combinado con otros aceites esenciales podría contribuir al tratamiento de la caída del cabello.
De acuerdo con un estudio publicado en Archives of Dermatology, los individuos que se frotaron los aceites esenciales de lavanda, tomillo, romero y madera de cedro lograron una regeneración capilar en un periodo de 7 meses, disminuyendo la pérdida excesiva.
Contra la ansiedad
Como destaca una publicación a través de Mental Health Clinician, el aceite esencial de lavanda tiene una extensa historia anecdótica de beneficio ansiolítico que actualmente está siendo respaldada con varios estudios clínicos.
Según este texto, este aceite esencial muestra muchas propiedades de un ansiolítico, incluido un efecto calmante sin sedación. Por lo tanto, resulta ser un buen complemento para los pacientes con trastornos de ansiedad.
Sin embargo, dada la falta de estudios en cuanto a dosis y seguridad, debe emplearse con precaución. En este caso, su forma de uso suele ser la aromaterapia.
Cuidado al aplicarlo sobre la piel
Recuerda que debes evitar el uso de aceite esencial puro sobre la piel. Si deseas aprovechar sus propiedades como tratamiento complementario, dilúyelo en agua o mézclalo con un aceite portador, como de almendras u oliva. También puedes diluirlo en el agua de la tina, cuando vas a hacerte baños de pies.
Asimismo, no olvides que las evidencias sobre el aceite de lavanda son limitadas y no establecen su uso seguro. Por eso, debes emplearlo con precaución, solo con el fin de complementar el tratamiento convencional.
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