Cómo limpiar cristales muy sucios, de forma fácil y sin dejar marcas
Las huellas dactilares y las manchas difíciles son algunas de las pesadillas cuando de ventanas y puertas de vidrio se trata. Sin embargo, con el uso de productos como el vinagre blanco y el alcohol isopropílico —disueltos en agua destilada—, lograrás deshacerte de esta tediosa mugre.
Al higienizar estas superficies, no solo importa la técnica y las herramientas adecuadas: también es clave considerar el cuándo, debido a que si eliges hacerlo durante un día soleado, aparecerán marcas porque los productos limpiadores suelen evaporarse más rápido por el calor y es difícil lograr un secado uniforme. Si quieres saber más sobre cómo limpiar los cristales muy sucios, continúa la lectura de este artículo.
1. Retira el polvo
Es conveniente retirarlo de los cristales —y también de las persianas y rieles— antes de aplicar una limpieza con una solución casera. Este paso previo permitirá prevenir los rayones, que pueden causar las partículas que contiene el polvo y optimizar la eficiencia del producto aplicado para eliminar la suciedad.
Para quitarlo, solo necesitas un plumero o un trapo de microfibra, aunque también puedes recurrir a una aspiradora con el accesorio de cepillo suave. Es importante que no descuides los marcos y las esquinas porque son áreas donde se acumula la mugre.
2. Prepara una solución casera y aplícala con las herramientas adecuadas
El vinagre blanco, el alcohol isopropílico, el jabón líquido para lavavajillas y el amoníaco son algunos productos que puedes utilizar para hacer limpiavidrios caseros efectivos. Disuélvelos en agua destilada, ya que la del grifo contiene minerales que pueden dejar residuos en tus cristales y provocar rayas durante el proceso de secado o pulido de la superficie.
No pierdas de vista que la mezcla casera es tan importante como la escogencia de las herramientas para su aplicación. En este caso, opta por un paño de microfibra para evitar daños y una escobilla de goma para un mejor acabado. A continuación, te compartimos algunas alternativas para dejar tus vidrios relucientes:
Vinagre blanco y agua destilada
El vinagre blanco es un producto de limpieza ecofriendly y un potente desinfectante. Se trata de una solución efectiva para la eliminación de bacterias y la descomposición rápida de manchas de agua dura, en ventanas y puertas de vidrio, debido a la acción del ácido acético. Además, por tratarse de un desengrasante, dejará los cristales sin residuos.
Ingredientes y materiales
- 1 taza de vinagre blanco
- 1 taza de agua destilada
- 1 limón (cortado por la mitad)
- 1 paño de microfibra
- 1 botella con atomizador
- 1 escobilla de goma
- Papel periódico
Procedimiento
- En una botella con atomizador, mezcla una taza de vinagre blanco con una taza de agua destilada.
- Rocía la solución sobre el cristal. Deja actuar por unos 10 minutos.
- Frota con un paño de microfibra, en forma de S. Si notas la presencia de una mancha persistente, frota con medio limón la superficie.
- Enjuaga el cristal para eliminar los residuos.
- Emplea una escobilla de goma para retirar el agua.
Alcohol isopropílico, agua destilada y jabón líquido para lavavajillas
Prepara esta solución cuando necesites remover suciedad grasosa, producida por las marcas de huellas dactilares, insectos y otros residuos. En este sentido, el jabón líquido para lavavajillas tiene propiedades desengrasantes que actúan sobre la oleosidad sin causar daños en las superficies.
Por su parte, el alcohol isopropílico deja menos marcas en los vidrios. Gracias a su composición química, se mezcla de forma homogénea con el agua, se distribuye de forma uniforme sobre el cristal y no deja residuos durante el secado.
Ingredientes y materiales
- 4 tazas de agua estilada
- 4 tazas de alcohol isopropílico
- 3 gotas de jabón líquido para lavavajillas
- 1 botella con atomizador
- 1 paño de microfibra
- 1 escobilla de goma
- 1 cepillo de dientes
Procedimiento
- En una botella con atomizador, mezcla cuatro tazas de agua destilada con la misma cantidad de alcohol isopropílico. También añade tres gotas de jabón líquido para lavavajillas y agita la solución.
- Rocía la solución sobre toda la superficie del cristal. Deja actuar unos minutos.
- Frótala con un paño de microfibra, en forma de S, para quitar la suciedad. En caso de manchas difíciles de eliminar, recurre a un cepillo de dientes.
- Enjuaga con agua limpia y seca con un paño limpio de microfibra.
Amoníaco, alcohol isopropílico y agua destilada
Esta mezcla es la más recomendada para vidrios de ventanas exteriores que están expuestos a contaminantes ambientales del aire, como las emisiones de los vehículos. En vista de que estas superficies requieren de una limpieza profunda, la acción conjunta del amoníaco y el alcohol isopropílico descompone la suciedad adherida, al tiempo que garantiza la desinfección y la eliminación de residuos.
Ingredientes y materiales
- 2 cucharadas de amoníaco
- 8 cucharadas de alcohol isopropílico
- 3 tazas de agua destilada
- 1 botella con atomizador
- 1 paño de microfibra
- 1 escobilla de goma
Procedimiento
- En tres tazas de agua destilada, vierte dos cucharadas de amoníaco con ocho cucharadas de alcohol isopropílico. Vacía la mezcla en una botella con atomizador y agita bien.
- Aplica la solución sobre el cristal y deja actuar por unos minutos.
- Con un paño de microfibra, frota la superficie en forma de S.
- Enjuaga con agua y seca el cristal con un paño de microfibra limpio o una escobilla de goma.
Recuerda utilizar el amoníaco con precaución en un espacio ventilado, debido a que su olor es muy fuerte.
3. Elimina las manchas difíciles con un raspador limpiavidrios o un borrador mágico
Una esponja de melanina o borrador mágico es una herramienta que se puede usar sobre el vidrio para remover manchas persistentes en las ventanas, los espejos y la mampara de la ducha. Esta herramienta no dejará rayas sobre la superficie, siempre y cuando no lo utilices con demasiada fuerza y sigas el procedimiento adecuado.
¿Cómo usar un raspador limpiavidrios?
- Realiza una prueba en una esquina pequeña y discreta para asegurarte de que no cause daños.
- Rocía el vidrio con un poco de solución limpiadora.
- Posiciona el raspador limpiavidrios en un ángulo de 45 grados contra la superficie del cristal.
- Desliza el raspador con suavidad y aplica presión moderada sobre la suciedad adherida. Repite el proceso si la mancha persiste.
- Limpia la punta después de cada pasada con un paño de microfibra.
- Higieniza el vidrio con limpiador y un paño de microfibra para eliminar residuos.
¿Cómo utilizar la esponja de melanina?
- Realiza una prueba en una esquina pequeña y discreta para observar su acción sobre el cristal.
- Humedece el borrador mágico con agua destilada. No olvides exprimir el exceso, para que no quede empapado y deje marcas.
- Frota con suavidad para quitar la mancha.
- Enjuaga con agua limpia y seca con un paño de microfibra.
4. Aplica trucos para reducir las marcas
Aunque elijas una solución casera muy efectiva y logres remover las manchas más rebeldes, si quedan marcas sobre el cristal, la tarea de limpieza no se habrá realizado con éxito. Para evitar que esto ocurra, sigue estas recomendaciones:
- Higieniza la parte interna y luego la externa, cada una con movimientos distintos: La primera suele estar más limpia que la segunda. Además, al higienizar una en dirección horizontal y otra en vertical te permitirá determinar con mayor facilidad de qué lado está la marca.
- Limpia de arriba a abajo: De esta forma, le sacarás provecho a la gravedad y las gotas caerán en dirección al área que falta por limpiar, en lugar de la que ya has limpiado.
- Lava los cristales un día nublado: La luz solar directa evapora con rapidez la solución limpiadora, dejando marcas y residuos.
- Utiliza hisopos de algodón o un pincel para limpiar las esquinas: Con esta técnica podrás eliminar los residuos acumulados.
- Descarta el uso de toallas de papel: Este material deja pelusas y rayas; en su lugar, usa una camiseta desgastada si no tienes un paño de microfibra.
5. Dale brillo a la superficie
¡Este paso no puedes saltártelo! Se trata de una acción esencial para que tus cristales queden con un acabado profesional, ya que garantiza una mejor visibilidad, en las ventanas del hogar y del coche, y refleja mejor la luz.
Materiales
- Alcohol isopropílico
- 1 taza de agua destilada
- 1 botella con atomizador
- 1 paño de microfibra o papel periódico
Procedimiento
- Rocía un poco de agua destilada sobre el cristal.
- Con ayuda de un paño de microfibra o papel periódico seco, pule la superficie con movimientos en forma de S o circulares.
- Aplica una pequeña cantidad de alcohol isopropílico sobre el paño de microfibra para un acabado más brillante.
¿Cómo mantenerlos limpios por más tiempo?
Para evitar que la suciedad se acumule en la superficie de los vidrios, puedes llevar a cabo algunas prácticas preventivas y frecuentes. De esta forma, lograrás que permanezcan limpios por más tiempo. Se trata de las siguientes:
- Realiza una limpieza regular: Así evitarás la acumulación de polvo. Si se trata de ventanas de exteriores, hazlo cada dos o tres meses; si son interiores, cada 6 meses bastará. Las puertas internas y externas cada mes (si hay niños y mascotas en casa), mientras que las mamparas de la ducha y los cristales del coche cada semana.
- Actúa de forma inmediata sobre una mancha difícil: Entre más tiempo esperes, más difícil será eliminarla.
- Aplica un tratamiento repelente de agua: Este tipo de productos hacen que el agua y la suciedad se deslicen por la superficie, manteniendo el vidrio más limpio.
Cristales transparentes y brillantes con productos caseros y herramientas adecuadas
Las soluciones caseras, preparadas con productos como vinagre, amoníaco y alcohol isopropílico —aplicadas con una escobilla de goma y unos paños de microfibra— te permitirán dejar relucientes los cristales de las ventanas y las puertas de tu hogar, así como de tu coche.
Para minimizar las marcas, higieniza de arriba a abajo, usa hisopos para limpiar las esquinas y no utilices toallas de papel, porque dejan residuos de pelusa. Por último, recuerda darle brillo a tus vidrios y aplicar los consejos compartidos para mantenerlos limpios por más tiempo.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.