Cómo trasplantar un cactus para no dañarlo a él ni a ti: guía paso a paso

Los cactus nunca pasan de moda. De hecho, son una de las plantas ornamentales que más vemos. ¿Cómo cambiarlos de una maceta a otra sin incidentes?
Cómo trasplantar un cactus para no dañarlo a él ni a ti: guía paso a paso

Última actualización: 10 julio, 2023

Hace rato que las Cactaceae dejaron de ser plantas de exterior. Es común verlas en las salas, adornando repisas o encima de un escritorio. Esta particularidad acrecienta el interés por saber sobre las atenciones que requiere la especie y, dentro de estas exigencias, gana relevancia conocer cómo trasplantar un cactus sin perjudicarlo ni resultar heridos en el intento.

Lo llamativo de esta variedad es el aspecto espinoso, descrito por la Extensión de la Universidad de Minnesota como escamas que van desde microscópicas hasta grandes. Sirven para protegerles de los depredadores y resistir el sol. Al respecto, el Servicio de Parques Nacionales de Estados Unidos argumenta que son las espinas las encargadas de romper los vientos de evaporación y de darle sombra al tallo.

Pero son precisamente sus púas las que dificultan la manipulación. ¿Cómo tomar el cactus sin picarse? ¿De qué manera sujetarlo con una herramienta sin hacerle daño? En este artículo lo revelaremos.

Cactus: una planta espinosa, hermosa y utilitaria

Los cactus son plantas de gran resistencia y con una peculiar estampa que las hace un elemento decorativo atractivo. Su mantenimiento es simple; sobreviven en exteriores y en interiores.

Son ejemplares propios de regiones áridas y semiáridas, como explica un artículo de Investigación y fitoterapia. La publicación acota lo utilitario de las Cactaceae, debido a propósitos como los siguientes:

  • Forraje.
  • Alimento.
  • Medicina.
  • Decoración.

Otro texto, difundido por Química de los alimentos, habla de los cactus como una especie de suculenta con tallo sin hojas y muchísimas espinas, coincidiendo con la revista anterior en sus cualidades de provecho para las industrias alimentarias y farmacéuticas.

Las formas de los cactus van de aplanadas a cilíndricas, pasando por las redondas. La rusticidad de la especie no es limitante para su floración, cuyos brotes, por lo general, son hermafroditas. Aunque bien podrían plantarse directo en el terreno, si prefieres tenerlas en maceta es válido; solo tienes que manipularlas con cuidado para evitar incidentes.

Riesgos al trasplantar un cactus: ¿qué le podría suceder a la planta y a ti?

Aunque los cactus no impliquen en su mantenimiento escaso el trasplante constante, cuando lo necesiten hay que ejecutarlo del modo correcto. Así, no dañas la planta y tampoco te hieres.

Es pertinente la muda de maceta si las raíces sobresalen de los hoyos de drenaje, pero esto es algo que sucede entre 2 y 4 años, según la velocidad de crecimiento.

Arrancar el cactus a mano limpia es casi imposible sin que haya una lesión. De suceder este incidente, la herida resulta bastante dolorosa. Y podría generarse una inflamación, como refiere una publicación de Actas Dermo-Sifilográficas. De la misma manera, las almohadillas y las raíces del cactus son propensas a dañarse si no utilizas los instrumentos adecuados para sacarlo.



¿Cómo trasplantar un cactus sin que haya daños?

Con el propósito de que no se produzcan incidentes en el trasplante del cactus, resumimos y compartimos una guía que seguro te será útil en el proceso. Toma nota.

1. Alista las herramientas

Está claro que no debes coger el cactus con las manos desprotegidas; necesitas algunas herramientas jardineras. No pueden faltar los guantes gruesos que cubran el antebrazo y unas pinzas si el cactus es pequeño. Otros implementos para la tarea son los siguientes:

  • Papel periódico.
  • Paño grueso.
  • Sustrato.
  • Maceta.

2. Afloja la tierra

Valiéndote de una herramienta llana, afloja la tierra con ligeras presiones. Asegúrate de abarcar toda el área de la maceta, sin olvidar los bordes internos.

3. Saca el cactus

Ya tienes los guantes puestos, pero es necesario cubrir el cactus con varios folios de periódico o un trapo grueso para no pincharse. Poco a poco, levanta la planta, así no dañas sus almohadillas ni rompes las raíces.

4. Sacude el cepellón y revisa las raíces

Una vez que sale el cactus, sacudes el cepellón para que no lleves nada de esa masa de tierra a la nueva maceta. Aprovecha este paso para inspeccionar las raíces, limpiándolas con un pincel o una brocha más grande, según las dimensiones de la planta.

Fíjate en si hay hongos o alguna señal de enfermedad que comience a manifestarse por los rizomas. Deshazte de aquellos que estén muertos y rocía fungicida si lo precisa.

5. Lleva a la nueva maceta

En este paso ya debería estar lista la maceta receptora. Los recipientes de arcilla son aconsejables para esta clase de plantas, porque contribuyen a absorber la humedad excesiva. Tiene que ser de mayor tamaño, con agujeros de drenaje y permitir que las raíces queden a la misma profundidad que en el envase anterior.

Introduce el cactus limpio y poco a poco agregas la tierra, también limpia. En el proceso mantienes sujeto el cactus, protegiéndote con los guantes o con el paño. Soltarás la planta cuando se llene la maceta y el ejemplar esté erguido.

6. No regar

Al finalizar, no riegues de inmediato. Lo adecuado es darle al cactus la oportunidad de acoplarse al nuevo ambiente.

Transcurrida una semana, comienza el riego.

Conoce el mejor momento para trasplantar un cactus

El inicio o la mitad de la primavera es la etapa recomendada para trasplantar un cactus. Es en esta fase que la planta experimenta su crecimiento activo. Por lo tanto, empleará su energía para adaptarse al nuevo entorno y reponerse del proceso de trasplante.

No olvides cubrir tus manos con guantes gruesos y recurrir a las pinzas especiales cuando el cactus es pequeño. Solo así previenes punzarte con las púas largas y liberas a la planta del estrés que supone una manipulación inadecuada.


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