8 condiciones relacionadas con las altas temperaturas

Las altas temperaturas pueden ser motivo de preocupación. Sin embargo, es posible tomar algunas medidas para evitar que nos afecten. Sigue leyendo para saber más.
8 condiciones relacionadas con las altas temperaturas
Leidy Mora Molina

Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina.

Última actualización: 06 julio, 2023

Hay diferentes condiciones relacionadas con las altas temperaturas que se pueden desencadenar en verano. Sobre todo cuando hay olas de calor.

Es posible experimentar una variedad de síntomas, tales como los siguientes:

  • Excesiva sudoración.
  • Deshidratación.
  • Calambres.
  • Sensación de agotamiento.
  • Mareos.
  • Taquicardia.
  • Desvanecimientos.

Así pues, se deben tomar previsiones cuando el termómetro se acerca a los 40° centígrados o los sobrepasa. Si se manifiestan los síntomas antes mencionados, hay que actuar con celeridad para evitar complicaciones.

Síntomas causados por el calor

Ya sea en el hemisferio norte o en el sur, con la llegada del verano empieza a subir la temperatura. Sin embargo, hay años más calientes que otros, debido a diversos fenómenos climáticos, como El niño.

Lo normal es que el cuerpo se enfríe gracias a la sudoración. Aunque en ocasiones, el organismo muestra incapacidad para deshacerse de la sobrecarga de calor a un ritmo lo suficientemente rápido, perdiéndose el equilibrio térmico.

Entonces, la temperatura corporal se eleva hasta niveles que pueden llegar a ser peligrosos, dando lugar a una diversidad de síntomas:

  • Mareos.
  • Taquicardia.
  • Delirio y confusión.
  • Sed difícil de saciar.
  • Sensación de fatiga y debilidad.
  • Erupciones en la piel y enrojecimiento.
  • Oliguria (producción reducida de orina).
  • Subidas y bajadas bruscas de las cifras tensionales.
  • Anhidrosis o hiperhidrosis (disminución o producción exagerada de sudor, respectivamente).
Cambio climático y olas de calor.
Los cambios climáticos que atraviesa nuestra era están signados por temporadas de calor que son potentes y peligrosas para la salud humana.

Causas y factores de riesgo

Conforme suben los grados que marca el termómetro, aumenta la posibilidad de experimentar problemas con el calor. A partir de los 35° C se pueden sentir malestares.

A su vez, estos se incrementan cuando se permanece mucho tiempo expuesto al calor. Por ejemplo, al trabajar o hacer ejercicios al aire libre, o si no se utiliza algún implemento que ayude a disipar o disminuir la temperatura.

Por otra parte, hay personas más sensibles. Entre los factores de riesgo que predisponen a sufrir las condiciones relacionadas con las altas temperaturas se mencionan los siguientes:

  • Ingesta de alcohol.
  • Personas con obesidad.
  • Poca o inadecuada hidratación.
  • Personas acostumbradas a climas fríos.
  • Niños muy pequeños y adultos mayores.
  • Pacientes con hipertensión y enfermedades cardiovasculares.
  • Consumo de algunos fármacos (betabloqueantes, diuréticos, antidepresivos).


Condiciones relacionadas con las altas temperaturas

Algunos de los síntomas antes mencionados pueden ser comunes a las diversas condiciones relacionadas con las altas temperaturas. Sin embargo, cada una tiene su particularidad. Veamos.

1. Insolación

A menudo, los términos insolación y golpe de calor se utilizan indistintamente. No obstante, hay expertos que establecen diferencias entre ambas, señalando que la insolación suele ser la precursora del golpe de calor y que en la misma no se producen alteraciones cognitivas.

Por otra parte, también se afirma que esta sería producto de la exposición prolongada al sol, por lo que se caracterizaría por sensibilidad, daños y afecciones a la piel. Aunque también se presenta deshidratación, malestar general, dolor de cabeza, náuseas, taquicardia e irritabilidad.

2. Golpe de calor

El golpe de calor es una de las condiciones relacionadas con las altas temperaturas que más riesgos conlleva. La misma se produce cuando el cuerpo sobrepasa la barrera de los 40° C o 104° F.

Se señala que hay dos tipos básicos de golpe de calor:

  • Por esfuerzo: es producto de la actividad física sostenida en un ambiente muy caliente y húmedo. Se desarrolla en un período corto de tiempo. Por ejemplo, en una competencia de maratón.
  • Sin esfuerzo: ocurre cuando la elevación de temperatura ambiental se une a otras condiciones, como la edad o problemas de salud subyacentes. Se desarrolla a lo largo de varios días.

En general, los síntomas del golpe de calor incluyen deshidratación, fatiga, sensación de confusión, taquicardia y mareos. Si no se atiende, puede haber convulsiones, desvanecimientos e incluso coma y muerte.

3. Cuadro de deshidratación

Para combatir las altas temperaturas, el cuerpo produce sudor. Y si se mantiene la situación, habrá más sudoración. Cuando no se compensa con una adecuada reposición de líquidos, sobreviene la deshidratación.

Todo esto acarrea otras complicaciones a corto y largo plazo, tales como labios resecos y partidos, desorientación y confusión, taquicardia, estreñimiento, afecciones renales, entre otras.

4. Agotamiento por calor

Tras un periodo de tiempo expuesta al calor, la persona puede experimentar una sensación de fatiga que se traduce en dificultad para realizar cualquier actividad, sintiendo que el más mínimo movimiento le demanda un gran esfuerzo.

5. Calambres

Con el sudor, el cuerpo también pierde sales y minerales que requiere para su normal funcionamiento. Esto incluye el cloro, el sodio, el potasio y el magnesio, que juega un papel importante en la función muscular

Debido a esto, se pueden producir espasmos y calambres musculares en los brazos y las piernas, así como otras partes del cuerpo; incluso en el abdomen. Esto es algo que también suele ocurrir después de hacer ejercicio físico intenso.

6. Afecciones cutáneas

El sarpullido es una afección de la piel, cuya apariencia es la de unos granitos enrojecidos o pequeñas ampollas. Es más común en los pliegues (axilas, ingles).

Por lo general, ocurre a causa de una sustancia irritante para la piel, así como por sudoración excesiva y obstrucción de los poros. Es común en los niños, sobre todo cuando el ambiente es cálido y húmedo.

Cursa con inflamación, irritación, comezón, ardor, resequedad y descamación. Además de la incomodidad que genera, puede haber complicaciones por infecciones.

7. Enfermedades gastrointestinales

En las temporadas de mucho calor se incrementa la ocurrencia de enfermedades gastrointestinales. Por una parte, los alimentos se descomponen con más rapidez, aumentando las bacterias en los mismos.

De igual modo, las moscas y otros insectos suelen multiplicarse más cuando hay calor. En especial, en lugares donde no hay condiciones sanitarias adecuadas.

8. Problemas renales

Con la pérdida de líquidos, disminuye la frecuencia de micción. Esto puede acarrear diversas consecuencias, como aumento de los niveles de ácido úrico.

De acuerdo con una revisión sobre el tema, se ha encontrado que las olas de calor aumentan el riesgo de insuficiencia renal, siendo los niños, los adultos mayores, las personas con discapacidad y los pacientes con diversas enfermedades crónicas los más afectados.

Anciana con descompensación por ola de calor.
Las personas de mayor edad son más susceptibles a los efectos de las olas de calor, por lo que deben extremar las precauciones.

Consecuencias y posibles complicaciones

Cuando el cuerpo se sobrecalienta, se produce una dilatación de los vasos sanguíneos, obligando al corazón a latir más rápido y con más potencia. Esto, a su vez, afecta los músculos y el funcionamiento de los órganos vitales, incluyendo el cerebro.

Entre las complicaciones relacionadas con el incremento de la temperatura se tienen las siguientes:

  • Hiperventilación.
  • Dificultad respiratoria aguda.
  • Insuficiencia renal y hepática.
  • Disfunción metabólica.
  • Choque hipovolémico.

Adicionalmente, hay algunas patologías que se pueden agravar por causa del calor, como las cutáneas (acné, rosácea), las respiratorias (EPOC, asma), la diabetes mellitus y el lupus.

Prevención de las condiciones relacionadas con las altas temperaturas

Si se adoptan las medidas necesarias, se pueden evitar o prevenir estas condiciones relacionadas con las altas temperaturas. Al respecto, deben tenerse en cuenta varias recomendaciones.

Debemos estar atentos a las previsiones meteorológicas, tomar suficiente líquido y evitar la exposición al sol en las horas de mayor intensidad. Es ideal cubrirse con un sombrero o gorro al salir a la calle; mientras tanto, permanecer en ambientes frescos y ventilados.

Tomar una ducha si se tiene mucho calor es óptimo. Reducir el ejercicio y no usar ropa demasiado abrigada también ayuda.

En cuanto a las comidas, no hay que consumir alimentos en la calle, se deben desinfectar bien las frutas y las verduras, así como evitar comidas copiosas, muy calientes o grasosas.

Disminuye la ingesta de alcohol o de cafeína.

En la casa, usa los dispositivos necesarios para refrescar, como ventiladores y aires acondicionados. Emplea el horno lo menos posible.

¿Cuándo acudir al médico?

Hay que solicitar ayuda médica si la temperatura está muy alta y se manifiestan varios de los síntomas mencionados. Mientras llega el personal de primeros auxilios, se puede ayudar a bajar la temperatura de la persona aplicando bolsas o compresas de hielo en zonas como las axilas, la ingle y el cuello.

De ser posible, se le debe bañar o por lo menos rociar con agua. También ayudar a quitarle la ropa. Otra medida importante es la hidratación con bebidas isotónicas.

La atención médica inmediata es fundamental cuando hay un golpe de calor. Si se logra tratar a tiempo, no hay que temer ninguna complicación. Cuando se tienen familiares que viven solos, hay que mantener el contacto permanente con los mismos para saber cómo se encuentran.


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