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Dacriocistitis: causas y tratamientos

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La dacriocistitis es la inflamación del saco lagrimal. Se genera por la obstrucción del conducto lagrimal y tiene tratamiento médico-quirúrgico. ¿Cuáles son sus causas? En este espacio las detallamos.
Dacriocistitis: causas y tratamientos
Diego Pereira

Escrito y verificado por el médico Diego Pereira

Escrito por Diego Pereira
Última actualización: 06 julio, 2023

La dacriocistitis es una patología inflamatoria del aparato lagrimal que se produce como consecuencia de una infección. Por lo general, se debe a la obstrucción del conducto nasolagrimal, por lo que el drenaje de las lágrimas se complica bastante.

Al haber una acumulación en el saco lagrimal, se forma un microambiente idóneo para la proliferación de bacterias. Así, en poco tiempo, se produce la infección. ¿Cuáles son sus causas y sus tratamientos? ¡Descúbrelo en el siguiente espacio!

¿Qué tipos de dacriocistitis hay?

De acuerdo a su tiempo de evolución, se reconocen dos tipos de dacriocistitis: la aguda y la crónica. Veamos a continuación sus principales diferencias.

Dacriocistitis aguda

Esta presentación clínica de la dacriocistitis se caracteriza por presentarse de forma abrupta. En particular, los síntomas tienen pocas horas de evolución y causan mucha incomodidad en la persona afectada. Suele requerir intervención más urgente debido a la incomodidad y al riesgo de complicaciones.

Dacriocistitis crónica

Como su nombre lo indica, esta forma tarda semanas en instaurarse. Los síntomas aparecen de forma progresiva y lenta. De hecho, algunos pacientes refieren sentir únicamente incomodidad en el ángulo interno del ojo afectado.

Se relaciona con la presencia de enfermedades sistémicas, aunque también con infecciones repetidas y otros factores. A menos que se complique o se reagudice la patología, es posible planificar con tiempo el tratamiento, que a veces incluye cirugía.

Dacriocistitis del recién nacido

Una de las patologías oftalmológicas más frecuentes en este grupo etario es la obstrucción congénita del conducto nasolagrimal. Las primeras semanas de vida se manifiesta como lagrimeo constante y abundante.

Sin embargo, no es sino hasta que se evidencian signos de infección por parte de los padres que se realizan las consultas correspondientes. Más allá de la dacriocistitis, esta condición puede provocar conjuntivitis, dermatitis y celulitis palpebral.

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La dacriocistitis puede presentarse de forma aguda, crónica o congénita. Su tratamiento depende de la evolución de los síntomas.

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Causas de dacriocistitis

El motivo por el que las lágrimas se acumulan y generan infección localizada es una obstrucción del conducto nasolagrimal (dacrioestenosis). A su vez, esto puede estar causado por un montón de condiciones y patologías que abarcan desde los traumatismos hasta los tumores. Algunas de ellas son las siguientes:

  • Traumatismos faciales.
  • Sarcoidosis: es una patología relativamente común que se caracteriza por la acumulación de células del sistema inmunitario en diferentes tejidos. Cuando es excesiva, puede afectar su función de manera significativa. Tiende a ser más frecuente en mujeres.
  • Infecciones locales: la presencia de sinusitis y abscesos cercanos al aparato lagrimal puede provocar diseminación de la infección.
  • Pólipos nasales e hipertrofia de cornetes: debido al crecimiento de estas estructuras, puede generarse compresión de los conductos desde el exterior.
  • Otros tumores.

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 ¿Qué síntomas presenta?

Los síntomas de la dacriocistitis varían de intensidad de acuerdo a las características del paciente. Además, no siempre se presentarán todos los síntomas posibles. A continuación, detallamos los más frecuentes.

  • Enrojecimiento de la piel (eritema).
  • Aumento de volumen (edema).
  • Dolor constante.
  • Salida de pus espontánea o al ejercer una leve presión sobre la lesión.
  • Lagrimeo constante y excesivo.
  • Fiebre (temperatura corporal mayor de 38,3 °C) o aumento de temperatura local.
  • Inflamación de los tejidos adyacentes, como conjuntivitis o blefaritis.

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico de la dacriocistitis suele ser simple. Debido a que no existen pruebas complementarias específicas, el oftalmólogo recurrirá al examen clínico como método principal. Para ello, es probable que manipule un poco la lesión para evidenciar un posible aumento de la temperatura local y otros signos de infección.

Asimismo, puede sugerir exámenes como una analítica sanguínea completa para observar los niveles de glóbulos blancos, que deberían aumentar en casos de infección. En muy raras ocasiones, es posible que el médico solicite anticuerpos en sangre (como anticuerpos antinucleares y anticitoplasma de neutrófilos).

Si la causa de la obstrucción es de origen inmunológico, como lupus eritematoso sistémico o granulomatosis de Wegener, dichas pruebas ayudan al diagnóstico. Ahora bien, si hay sospecha de tumores, son necesarios los estudios por imágenes, como la tomografía computarizada y la resonancia magnética nuclear.

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Ante la sospecha de esta enfermedad ocular es necesario consultar al profesional en oftalmología para obtener un tratamiento adecuado.

Posibles tratamientos

El tratamiento de la dacriocistitis puede requerir las siguientes medidas:

  • Administración de antibióticos: estos fármacos ayudarán a eliminar las bacterias responsables de la infección, y se pueden administrar vía oral o intravenosa. La elección depende de la gravedad.
  • Uso de analgésicos y antiinflamatorios: los más utilizados son los antiinflamatorios no esteroideos (AINES), que incluyen fármacos como el ibuprofeno.
  • Cirugía: muchos casos no responden de forma adecuada al tratamiento médico, por lo que requieren evacuación del contenido infectado. Uno de los procedimientos más utilizados es la dacriocistorrinostomía, que permite reestablecer el trayecto de drenaje del saco lagrimal.

Ante la sospecha, consulta al oftalmólogo

La dacriocistitis es una enfermedad más o menos común, que suele afectar a ambos sexos, inclusive desde el nacimiento. En la mayoría de los casos, puede responder con tratamiento médico, aunque las opciones quirúrgicas también pueden requerirse.

De cualquier modo, en caso de presentar los síntomas mencionados, es primordial planificar una cita con un oftalmólogo de confianza. El profesional será quien determine el diagnóstico y los tratamientos más pertinentes.


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