Decálogo de buenas prácticas de los productos cosméticos

Es fundamental no utilizar productos cosméticos una vez que han caducado, así como no se recomienda cambiarlos de envases ni mezclarlos. Las recomendaciones de buenas prácticas de uso de los productos cosméticos son una gran ayuda para nuestro cuidado.
Decálogo de buenas prácticas de los productos cosméticos
Maria del Carmen Hernandez

Revisado y aprobado por la dermatóloga Maria del Carmen Hernandez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 06 julio, 2023

La AEMPS -Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios- ha publicado un documento llamado Decálogo de las buenas prácticas de los productos cosméticos. El objetivo del mismo es evitar problemas relacionados con la utilización de estos productos, debido a que se han identificado una serie de malos usos y prácticas de ellos que pueden suponer un riesgo para la salud pública.

El Sistema Español de Cosmetovigilancia, que es el encargado de velar por la seguridad de todos los productos de cosmética que están en el mercado, ha detectado que muchos de los problemas relacionados con los cosméticos provienen de un mal uso por parte de los consumidores. Y, aunque son una minoría, se pueden evitar siguiendo las recomendaciones que explicamos a lo largo del artículo.

Veamos, a continuación, cuáles son estas recomendaciones.

1. Leer siempre el etiquetado

Una buena práctica para los productos cosméticos es leer siempre el etiquetado del que vamos a emplear. Asimismo, también se debe consultar el modo de empleo y prestar especial atención a todas las advertencias y precauciones que vienen indicadas.

De esta forma, nos estaremos informando de los componentes que contienen ese producto y evitaremos, por ejemplo, reacciones adversas de ciertas sustancias a las que sabemos que tenemos alergia.

2. Utilizar el producto para el fin que se ha fabricado

El segundo punto del decálogo de las buenas prácticas de los productos cosméticos está bastante claro. No se deben usar los productos cosméticos para un fin que no esté previsto por el fabricante. De este modo, no debemos, por ejemplo, utilizar una crema de manos para hidratar la piel del rostro.

3. Respetar las fechas de caducidad y el plazo después de la apertura

Es fundamental no utilizar productos cosméticos una vez que han caducado, o después de la fecha máxima que soporta un producto tras haber sido abierto. La razón de ello es que las moléculas, pasado cierto tiempo, pueden modificar su estructura química. De hecho, la humedad del ambiente o la luz son condiciones que hacen que reaccionen químicamente y se conviertan en otras moléculas distintas.

De esta forma, si utilizamos productos fuera de las fechas recomendadas, es posible que la composición haya variado. Si es así, o no vamos a obtener los efectos deseados o se producirán efectos indeseados y dañinos.

buenas prácticas de los productos cosméticos

4. Conservar los productos adecuadamente

Similar al punto anterior, es fundamental guardar adecuadamente los productos cosméticos -evitando la exposición a temperaturas extremas y a la luz solar directa-, así como mantener limpios y bien cerrados los recipientes. De no hacerlo, la composición del producto puede modificarse y producir los mismos efectos que ocurrirían con los productos caducados.

5. Lavarse las manos antes de utilizar el producto cosmético

Este hábito es necesario para evitar tanto infecciones como reacciones indeseadas en la zona donde utilicemos el producto. Las manos están llenas de microorganismos y de suciedad.

En caso de no tener una buena higiene, transportaremos todas estas sustancias a la zona donde apliquemos el producto. Y así, las consecuencias pueden ser una infección de la piel o una reacción alérgica del tipo de las dermatitis…

6. No compartas los productos que puedan estar en contacto con fluidos

Algunos productos cosméticos, como los lápices de ojos o los pintalabios, están en contacto con fluidos de nuestro cuerpo. Al compartirlos, estaríamos en contacto con los fluidos de otras personas. Los fluidos compartidos suponen una posibilidad para la transmisión de enfermedades.

7. No mezclar productos ni añadir sustancias adicionales al producto inicial

Muchas personas modifican la composición inicial de los productos cosméticos, ya que piensan que pueden obtener un efecto más marcado o más beneficioso. No obstante, este hábito es erróneo y puede provocar efectos indeseados en el consumidor.

8. Evitar el trasvase de los productos

buenas prácticas de los productos cosméticos

Los envases de los productos cosméticos están fabricados de una forma específica para garantizar la buena conservación del mismo. Por lo tanto, trasvasar un producto a otro envase no garantiza esta conservación; por lo contrario, puede provocar una modificación del contenido.

9. Desechar los productos que no sean reutilizables

Hay algunos dispensadores comunitarios que no son reutilizables. Si la fabricación del recipiente ya especifica desde sus inicios que no puede volver a emplearse, entonces se deben desechar una vez que se ha consumido el contenido.

10. Tirar aquellos productos que tengan mal aspecto

Cuando vamos a utilizar un producto cosmético que tenga alguna alteración en su color, olor o consistencia, debemos tirarlo y no utilizarlo. Puede estar dañado y nos puede irritar la zona en la que lo vayamos a aplicar.

Conclusión sobre las buenas prácticas de los productos cosméticos

Es fundamental seguir este decálogo de las buenas prácticas de los productos cosméticos publicado por la AEMPS. De hecho, si lo llevamos a la práctica nos ahorraremos muchos disgustos y preocupaciones relacionadas con los efectos indeseados desencadenados por este tipo de productos.

Aunque nos parezca que los cosméticos son inocuos, debemos entender que su composición es química y le aplican cuidados muy parecidos a los que se emplean en los medicamentos. Tengamos cuidado al emplearlos y, además de adquirirlos en lugares certificados para su venta, hagamos su conservación correctamente.


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