Cómo detectar a tiempo y tratar una infección vaginal
Revisado y aprobado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas
Muchas mujeres pueden sentir vergüenza al admitir que tienen una infección vaginal, de hecho, algunas prefieren ignorarlo.
Sin embargo, se estima que todas las mujeres pueden padecerla por lo menos una vez en su vida, tal y como afirma la información obtenida por la Biblioteca Nacional Médica de Estados Unidos. Por esta razón, es muy importante prestar atención, ya que se puede convertir en un problema mayor.
Las infecciones vaginales, o también llamadas vaginitis, son una de las afecciones que más afecta a las mujeres en todo el mundo, y sus causas y síntomas son diversos.
Tener una vida sexual activa puede ser considerado un factor de riesgo que conlleva a presentar vaginitis con más frecuencia. Haciendo énfasis en que la vaginitis es una inflamación de la vagina que puede provocar flujo, picazón y dolor.
Por lo general, la causa es un cambio en el equilibrio normal de las bacterias de la vagina o una infección. Los niveles reducidos de estrógeno después de la menopausia y algunos trastornos de la piel también pueden causar vaginitis.
No obstante, esta no es la única causa, ya que pueden presentarse por mala higiene íntima, cambios hormonales o uso de ropa interior inadecuada, entre otros.
¿Quiénes pueden padecerla?
Este tipo de enfermedades tiene dos desencadenantes comunes: tener una vida sexual activa (transmisión sexual), según afirma este estudio realizado por la Clínica Las Condes (Chile), o un proceso que favorece la proliferación de bacterias y hongos (tal y como afirma este estudio realizado por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, en México) que, por lo general, están en la región anal.
Teniendo en cuenta esto, está claro que desde una niña hasta una mujer en su etapa adulta tienen riesgo de sufrir, por lo menos, un tipo de infección vaginal. Los casos más frecuentes son la vaginitis causada por bacterias propias del área del colon y que llegan a la vagina al realizarse la limpieza íntima de atrás hacia adelante.
También son comunes las infecciones por hongos o levaduras. En este caso, lo habitual es que se produzcan cuando algo altera la flora vaginal. Los síntomas varían de mujer a mujer y según el tipo de infección. Pese a esto, la mayoría coinciden en causar dolor, molestia, inflamación y un flujo amarillento de olor desagradable.
¿Cómo detectar una infección vaginal?
Al llegar a la adolescencia y continuando hasta la edad adulta, es normal que las mujeres noten en su ropa interior manchas blancas o ligeramente amarillas. Este es un tipo de flujo que ayuda a limpiar y humedecer la vagina. Es fácil reconocerlo por estas otras características:
- Color blanco y un poco turbio.
- No tiene olor o tiene un suave olor salado.
- En ovulación aumenta su cantidad y su consistencia se asemeja a la clara de los huevos.
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Si esas secreciones presentan alguna alteración, lo más probable es que exista algún tipo de infección vaginal. También hay probabilidades si aparecen otros síntomas. Las alarmas se deben encender en caso de:
- Olor vaginal fuerte.
- Picazón en el área vaginal.
- Ardor al orinar.
- Dolor o irritación al orinar o tener relaciones sexuales.
- Flujo vaginal de color café, verdoso o amarillo oscuro. Así lo asegura esta investigación llevada a cabo por el Policlínico Universitario California (Cuba).
Cuando estos síntomas no se atienden a tiempo hay un alto riesgo de complicación, ya que una vaginitis simple puede ascender hasta el cuello uterino, inflamando el cérvix y provocando una úlcera debido a los hongos, bacterias o virus, según afirma la Asociación Española de Pediatría. De ahí la importancia de detectar cualquier anormalidad y consultar de inmediato al médico.
¿Cómo tratar una infección vaginal?
Todas las infecciones vaginales tienen tratamiento, pero este varía según el tipo de infección y la gravedad que tenga. Por lo general, el médico primero examina muy bien para descartar una enfermedad de transmisión sexual y, luego, procede a recomendar un tratamiento con antibióticos.
No obstante, pese a que la consulta médica es muy importante para encontrar el origen de la vaginitis, también hay algunos remedios caseros que pueden ayudar en el tratamiento. Aquí algunos de ellos:
Yogur natural
Este alimento es sano y contiene compuestos probióticos que ayudan a equilibrar el ácido de la flora vaginal que se altera cuando hay algún tipo de infección. Tomar un yogur natural todos los días contribuye a recomponer las bacterias buenas y apoya la eliminación de los microorganismos malos.
Este estudio elaborado por el Instituto Alpina de Colombia apoya su supuesta labor protectora frente a infecciones, además del fortalecimiento del sistema inmunológico.
Aceite de árbol de té
Tiene propiedades antibacterianas, antiinflamatorias y antibióticas, según afirma la información obtenida de la Clínica Mayo. Por ello, el aceite de árbol de té es un ingrediente ideal para combatir la vaginitis. Solo habría que agregar seis gotas de este producto al agua de la bañera y tomar un baño de 15 minutos ayuda a combatir la infección.
Este estudio realizado por la Universidade de São Paulo (Brasil) avala su uso de manera tópica, pero no existen estudios relacionados con la aplicación del aceite en el agua y sus supuestos beneficios.
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Caléndula
Esta planta tiene compuestos antibacterianos que incluso se utilizan en la elaboración de productos de higiene íntima. La caléndula es un compuesto no agresivo con la zona vaginal y, por si fuera poco, previene y combate diferentes microorganismos que provocan infección. Así lo afirma este estudio realizado por la Ahvaz Jundishapur University of Medical Sciences (Irán).
Ventilación
La transpiración de esta parte del cuerpo es esencial para evitar esos ambientes húmedos en los que proliferan los hongos y bacterias. Los expertos recomiendan utilizar ropa interior de algodón, de preferencia holgada, y evitar el uso de pantalones ajustados.
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