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Diarrea amarilla: ¿por qué se produce?

4 minutos
La diarrea amarilla es el término popular que se emplea para la presencia de mucha grasa en las heces. Hay una serie de situaciones que facilitan este síntoma; en este espacio las detallamos.
Diarrea amarilla: ¿por qué se produce?
Leonardo Biolatto

Escrito y verificado por el médico Leonardo Biolatto

Escrito por Leonardo Biolatto
Última actualización: 24 mayo, 2023

Tener diarrea amarilla, con ese color característico que no se condice con lo habitual, puede asustar, sobre todo cuando el síntoma se hace presente entre los niños o los bebés. El espectro de situaciones que pueden estar detrás de esta condición es variado.

A veces, se trata solo de estrés, y una vez superado el momento de ansiedad se recupera la normalidad. Otras veces, es un síntoma de un padecimiento más sistémico, como los problemas pancreáticos.

El mecanismo por el cual las heces se tiñen de amarillo es la presencia abundante de grasa, que no debería estar en esta cantidad. Esto se deriva de un tránsito intestinal rápido que no llegó a absorber los suficientes lípidos de la dieta.

El cuerpo carga las heces con esa grasa que no pudo absorber y aparece la diarrea amarilla. Si pudiésemos verlo en un microscopio, nos daríamos cuenta que el color proviene de pequeñas gotitas de grasa en suspensión.

Causas de diarrea amarilla

Las causas de la diarrea amarilla son variadas. Siempre es prudente que un médico evalúe la situación y defina el origen etiológico. Si se trata de un fármaco, por ejemplo, podrá optar por suspender el tratamiento. Si sospecha una patología de la bilis, solicitará los estudios complementarios pertinentes.

La diarrea amarilla pasajera, limitada a las 48 horas, no es preocupante. Una vez se ha resuelto, puede que no vuelva a aparecer. Si se prolonga en el tiempo, entonces se necesita intervención. Veamos las causas más frecuentes a continuación.

Colon irritable

La enfermedad del colon irritable es causa de diarrea amarilla en los períodos de aceleración del tránsito intestinal. Es una condición crónica, muy molesta, que se vincula también a estados de estrés y ansiedad.

Los pacientes con colon irritable oscilan entre épocas de constipación y de diarrea. Como norma general, esto se acompaña de distensión abdominal y producción de gases, con dolor en el abdomen.

Si se reúnen ciertos criterios y la persona consulta por este síntoma en particular, es lógico que el médico indague más sobre los hábitos defecatorios para caracterizar un posible colon irritable. No existe un tratamiento puntual para la enfermedad, sino que se combinan fármacos y cambios en el estilo de vida.

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El colon irritable, además de las heces amarilla, puede acompañarse de dolor abdominal intenso.

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Problemas hepáticos

El intestino delgado necesita bilis en su interior para completar la digestión, sobre todo de las grasas. Las sustancias biliares emulsionan los lípidos y permiten que ingresen al organismo para la nutrición.

Cuando una enfermedad afecta el hígado y la vesícula biliar, disminuyendo la producción de ácidos biliares, el intestino entra en una fase malabsorción. Entre los nutrientes más afectados están los lípidos, que se expulsan con las heces sin digerirse.

Las hepatitis, los cálculos de la vesícula biliar y la colecistitis pueden ser origen de diarrea amarilla. A esto se le suman otros síntomas, como el oscurecimiento de la orina y el cambio en la coloración de la piel y las mucosas, virando a un amarillo particular.

Estrés

Las personas estresadas alteran su motilidad intestinal y, al acelerar el peristaltismo, sufren de diarrea. Al principio, se dará de forma acuosa, sin demasiado contenido. Pero, si la ansiedad se prolonga y el tubo digestivo sigue acelerado, aparecerán gotitas de grasa en las heces.

Es una situación transitoria, pero no resulta infrecuente que personas afectadas por grandes cargas de estrés tengan el síntoma por semanas. El tratamiento no puede basarse solo en dieta y medicación, sino que requiere también la intervención psicológica.

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La exposición excesiva al estrés puede incidir en la aparición de episodios de diarrea.

Falta de jugo pancreático

El páncreas fabrica una serie de sustancias que se vuelcan al tubo digestivo para ayudar en el proceso de absorción de nutrientes. Al igual que sucede con el hígado, si una enfermedad altera el órgano, habrá imposibilidad de absorber las grasas, la cuales saldrán con las heces.

El signo de alarma de la diarrea amarilla por enfermedades pancreáticas es la posible presencia de una fibrosis o un cáncer en la cabeza del órgano. Si se agrega pérdida de peso y un laboratorio confirma desregulación de la glucosa en la sangre, las acciones deben ser inmediatas.

Descubre más: El diagnóstico del cáncer de páncreas

La diarrea amarilla exige consulta médica

Aunque la diarrea amarilla parezca un síntoma menor y sea pasajero en varias situaciones, amerita una consulta médica. Las grasas en las heces revelan un proceso interno que puede ser grave y que necesita atención.

Quizás, con un pequeño cambio de estilo de vida se mejora el problema. Por otro lado, si se realizan los métodos complementarios adecuados, se puede detectar de manera temprana un proceso patológico grave.


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