Diferencias entre subconsciente e inconsciente

Nuestra mente no consciente está compuesta por diferente niveles. Entre ellos encontramos el subconsciente y el inconsciente. Veamos en qué se diferencian.
Diferencias entre subconsciente e inconsciente

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 06 julio, 2023

«Subconsciente» e «inconsciente» son dos términos que suelen usarse indistintamente, incluso por algunos profesionales de la salud mental. Y es que contrastar ambas entidades es una tarea complicada, dada las sutiles diferencias que las definen.

De esta forma, para comprender sus diferencias, primero debemos tener en cuenta que existe una parte de nuestra mente que percibimos de forma consciente y otra que no.

En este sentido, la parte consciente contiene todas las ideas y las experiencias que podemos percibir y recordar; mientras que en la parte no consciente se encuentran aquellos contenidos mentales que ahora mismo no recordamos.

Ahora bien, a partir de ahora nos enfocaremos en describir esa parte no consciente de la mente; pues es allí donde se encuentran las dos entidades que hemos comentado. Profundicemos en ello.

Niveles de la mente no consciente

Para comprender las diferencias entre subconsciente e inconsciente es útil pensar en la mente como análoga a un iceberg. En este sentido, la punta que sobresale del agua y que es visible es la parte consciente. En cambio, lo que está sumergido y es imperceptible sería la parte no consciente.

Tal y como lo representa la imagen del iceberg, la parte consciente es tan solo una pequeña fracción de la vastedad de contenidos mentales que se encuentran en la totalidad de nuestra mente.

No obstante, podemos decir que dentro de la mente no consciente existen diferentes niveles de profundidad. Por tanto, habrá contenidos que podrán convertirse en conscientes sin mucha dificultad —como recordar qué cenamos hace tres días— y otros que estarán muy enterrados  —como alguna experiencia traumática reprimida durante la infancia.

Como vemos, algunos recuerdos son más accesibles que otros, y esto lo determinará el nivel de profundidad en el que se encuentran.  Dicho esto, la forma más útil de comprender las diferencias entre subconsciente e inconsciente es a través de su relativa inaccesibilidad. Veamos cómo.

Niveles de la mente no consciente
En el nivel inconsciente de la mente suelen reposar las experiencias traumáticas de la infancia.


Diferencias entre subconsciente e inconsciente

Por lo general, la palabra «subconsciente» es utilizada para hacer referencia a la parte no consciente de la mente más superficial; mientras que el término «inconsciente » se usa para referirse a aquella zona no consciente más profunda e inaccesible.

En este punto, es válido que nos preguntemos: ¿hasta dónde llega la frontera entre lo que consideramos «ideas no conscientes más superficiales» e «ideas no conscientes más profundas»? Es decir, ¿qué hace que una idea sea más superficial y que otra sea más profunda?

Para responder a esta pregunta podemos empezar por analizar nuestra existencia actual y, a partir de ella, intentar ver qué ideas y qué recuerdos pueden ser más profundos.

De todos modos, existe una forma más conveniente de explicar esta distinción, y es a través de los mecanismos subyacentes a cada instancia; la supresión y la represión.

Supresión vs represión

Empezaremos aclarando que la supresión es propia del subconsciente, mientras que la represión lo es del inconsciente. En este sentido, cuando suprimimos algo (un impulso, un deseo, una idea, etcétera), lo estamos forzando a ir por debajo del nivel de la conciencia.

En cambio, cuando reprimimos, nuestra mente está empujando algo que considera demasiado peligroso como para ocultarlo en lo más profundo de nuestra consciencia, hasta el punto de que no sea reconocible.

En este último caso, hablamos de una reacción involuntaria e instintiva, pues la represión representa un mecanismo de defensa psicológico, cuyo fin es garantizar la protección y la supervivencia de la persona.

Asimismo, la represión tiene un especial protagonismo en la infancia, cuando nuestra capacidad mental y nuestro juicio están bastante limitados. De esta forma, la mente, al no poder lidiar con experiencias complejas y traumáticas, envía al fondo del pozo (el inconsciente) aquellos contenidos mentales con los cuales no puede lidiar.

En consecuencia, en el inconsciente se encuentran aquellos recuerdos que son muy desagradables, emociones dolorosas y deseos socialmente inaceptables.

No obstante, por muy paradójico que suene, este mecanismo de supervivencia termina cobrándonos muy caro. ¿La razón? Los contenidos inconscientes empiezan a hacerse eco en nuestro comportamiento —en especial en la vida adulta— en forma de ansiedad o algún otro trastorno.

En cambio, la supresión puede efectuarse por diferentes motivos, ajenos a experiencias desagradables y a la supervivencia. Por ejemplo, podemos suprimir un recuerdo por simple economía mental.

Ejemplos de contenidos subconscientes e inconscientes

Para comprender mejor de qué van las diferencias entre subconsciente e inconsciente, acá abajo dejamos dos situaciones que reflejan el rol de ambas instancias mentales.

  • Subconsciente: cuando reconocemos débilmente que sentimos ciertos celos de nuestro hermano menor. Sin embargo, no sabemos con exactitud el por qué. En este caso, al reflexionar, nos damos cuenta de que ese sentimiento surge porque pensamos que tuvo más oportunidades y privilegios.
  • Inconsciente: una fobia a los caballos; solo verlos nos produce un pánico incontrolable. Pese a esto, no tenemos ni la más mínima idea de por qué. Esto se debe a que hemos reprimido y no está disponible para nuestra conciencia el hecho de que en la infancia nos obligaron a montar uno, a pesar de que no queríamos. Incluso, nuestro padre nos gritó y hasta nos tachó de «cobardes».

En este último caso, vemos cómo una experiencia desagradable y traumática para un niño terminó en el fondo de la mente. Acceder a este recuerdo infantil seguro tomará varias sesiones de autoanálisis o de psicoterapia.

Mujer en el psicólogo
En psicoterapia suelen abordarse los trastornos derivados de las experiencias que quedan en el inconsciente de la mente.

Reflexiones finales

Para concluir, debemos tener en cuenta que las diferencias entre subconsciente e inconsciente no se dan de forma tan tajante en la realidad. Es decir, en la realidad no existen niveles diferenciados con claridad, ya que todo forma un continuo.

Por tanto, los términos utilizados solo simplifican la comprensión de una entidad tan compleja como lo es la mente humana.


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