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Dolor de mandíbula en un solo lado: ¿cuáles son sus causas?

10 minutos
¿Te duele la mandíbula de un solo lado? Es muy probable que la causa sea benigna, pero debes hacer una consulta para llegar al diagnóstico.
Dolor de mandíbula en un solo lado: ¿cuáles son sus causas?
Vanesa Evangelina Buffa

Escrito y verificado por la odontóloga Vanesa Evangelina Buffa

Última actualización: 06 julio, 2023

El dolor de mandíbula que aparece en un solo lado de la cara suele ser por motivos que no revisten gravedad. De todas maneras, hay que considerar que el infarto agudo de miocardio puede irradiar su dolor hacia esa zona. Así que es mejor estar atentos y valorar los signos que acompañan a este problema.

Sí es cierto que el dolor mandibular afecta la calidad de vida. Muchos pacientes perciben dificultad para deglutir, para masticar y hasta para hablar cuando atraviesan la dolencia.

Como ya te adelantamos, no existen solo causas bucodentales para el dolor de mandíbula de un solo lado. Otras afecciones en regiones cercanas o hasta un poco distantes son capaces de manifestarse en la cara.

En este artículo encontrarás 8 causas del dolor de mandíbula de un solo lado. ¡No te las pierdas!

1. Trastorno de la articulación temporo-mandibular (ATM)

La ATM es una articulación que conecta al maxilar inferior con los huesos del cráneo. Consta de elementos duros, que son los huesos, y de partes blandas que incluyen músculos, ligamentos y un disco intraarticular.

Esta articulación es clave para la masticación. Su movimiento permite que trituremos los alimentos para una correcta digestión, por ejemplo. Por lo tanto, su salubridad es un elemento indispensable en el contexto de la realización de funciones vitales.

El síntoma primordial que se presenta en los trastornos de la ATM es el dolor. Este suele localizarse por delante de la oreja, cerca de la sien. Pero también es capaz de irradiarse hacia abajo y afectar toda la rama ascendente del hueso maxilar inferior.

A veces, el dolor de este trastorno se confunde con otras algias. Por ejemplo, con otalgias (dolores de oídos) y con cefaleas (dolores de cabeza). No es infrecuente que el paciente consulte con una sospecha muy diferente al origen articular del problema.

Si se presentan síntomas acompañantes, los mismos suelen ser los siguientes:

  • Ruido o chasquido en la región frente a la oreja al masticar o al hablar.
  • Dificultad para abrir todo el ángulo de apertura bucal.

El trastorno de la ATM, en sí, es una situación que responde a diversas causas. Aunque lo identifiquemos como un origen del dolor de mandíbula de un solo lado, el procedimiento habitual diagnóstico implica la identificación del problema de base.

En este sentido, se reconocen como etiologías las siguientes:

  • Bruxismo.
  • Daño cartilaginoso dentro de la articulación, por desgaste o desalineación.
  • Traumatismos previos.
  • Artritis o artrosis de la ATM.
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Los trastornos de la articulación temporo-mandibular son una entidad frecuente en la práctica odontológica. Algunos se solventan con placas de relajación.

2. Infarto agudo de miocardio

Entre las causas graves de dolor de mandíbula de un solo lado hay que mencionar al infarto agudo de miocardio (IAM). En este caso se localiza la molestia en el lado izquierdo de la cara, generalmente tras ascender desde el cuello.

Un IAM sucede cuando se interrumpe el flujo de sangre y oxígeno a una región del músculo cardíaco. En respuesta a ello, las células sin irrigación mueren, con serio peligro para la continuidad de la vida del paciente.

El dolor del infarto de corazón es sumamente intenso. Las personas experimentan sensación de pánico, dificultad para respirar y hasta pérdida de la consciencia. Aunque lo esperable es que este dolor se localice en la región lateral izquierda del tórax, hay zonas de irradiación que son clásicas.

El brazo izquierdo, el hombro del mismo lado, el cuello y la mandíbula son las regiones que pueden doler en un IAM y llevar a la confusión del diagnóstico. Los síntomas acompañantes pueden ser de gran utilidad para orientar la sospecha, aunque solo un electrocardiograma y una prueba de laboratorio de enzimas cardíacas son capaces de confirmar el diagnóstico.

Esta es una situación con riesgo vital. No se puede demorar la atención porque el tiempo que pasa entre el inicio del infarto y la aplicación de los primeros auxilios es clave. Del mismo modo, el intervalo hasta que se logra restituir la oxigenación del corazón establece la posibilidad de secuelas.

3. Sinusitis

La sinusitis es una inflamación de la mucosa que se encuentra tapizando los senos paranasales. Estas son cavidades neumáticas (llenas de aire) que se hallan dentro de los huesos del cráneo y de la cara.

En general, una sinusitis aparece cuando un resfrío no evolucionó favorablemente. Los mismos agentes patógenos que lo causaron, migran hacia dentro de los senos paranasales y provocan una infección allí. En otros casos también puede haber una reacción alérgica, por culpa de agentes alérgenos que se introducen por las vías respiratorias.

El dolor clásico de la sinusitis se localiza en la frente, detrás de los ojos o debajo de los globos oculares, a cada lado de la nariz. Pero estas ubicaciones no se limitan, ya que es frecuente el dolor de cabeza generalizado cuando se cursa este cuadro clínico. Del mismo modo, un solo lado de la mandíbula podría percibirse hipersensible a la palpación si la infección ha avanzado bastante.

En el examen médico ante la sospecha de sinusitis, el médico suele ejercer presión sobre los senos paranasales para generar dolor. En el caso de que la molestia se haya irradiado hacia la mandíbula, el proceso diagnóstico será más dificultoso.

De todas maneras, esta infección tiende a resolverse de manera autolimitada. Solo algunos pacientes necesitan antibióticos.

4. Neuralgia del trigémino

La neuralgia del trigémino es una neuropatía, es decir, una enfermedad de los nervios. En este caso se localiza en el llamado trigémino o V par craneal. El mismo consta de 3 ramas que se distribuyen por diversas zonas de la cara, encargándose de funciones motoras y sensitivas.

Las 3 ramas del trigémino son la oftálmica, la maxilar y la mandibular. Esta última se subdivide en diferentes nervios que explicarían por qué es capaz de causar dolor en uno de los lados de la mandíbula. De entre todos los nervios implicados, podemos mencionar como más importantes a los siguientes:

  • Témporomasetero: inerva al músculo masetero, encargado de la masticación.
  • Dentario  inferior: es el nervio que llega a los dientes molares y premolares inferiores. Además, inerva tejidos blandos en el mentón y los labios.
  • Lingual: inerva parte de la mucosa de la lengua y algunas glándulas salivales.
  • Aurículotemporal: lleva información y recoge de la ATM.

La neuralgia del trigémino, entonces, será capaz de generar un dolor agudo e insoportable en alguna de las regiones de la mandíbula. Puede que una lesión en el trayecto de cualquiera de los nervios sea la razón del problema, pero hay múltiples casos de pacientes en los que se vuelve imposible determinar la causa subyacente.

El dolor de la neuralgia del trigémino adquiere la forma de punzadas, de calor o quemazón y de hipersensibilidad en la piel. Se exacerba cuando hay algún roce contra la cara, ya sea por afeitarse, tocarse o pasar una toalla sobre la zona.

También hay personas que experimentan signos acompañantes, como contracturas musculares del rostro, espasmos y hasta parálisis. Su tratamiento es todo un desafío médico. Se emplean desde fármacos hasta terapias de rehabilitación.

5. Problemas dentales

Las causas bucodentales del dolor de mandíbula en un solo lado tienen dos entidades mayoritarias: las caries y los abscesos. De todas maneras, también hay que considerar al momento de erupción de las muelas, sobre todo las cordales, y al bruxismo.

Las caries son capaces de producir dolor intenso, sensibilidad a las temperaturas extremas de los líquidos y las comidas, así como se favorecen los procesos infecciosos. Esto podría derivar en un absceso, con acumulación de pus que ejerce presión y se expresa con dolor.

El dolor mandibular de origen dental puede ser persistente o en episodios agudos, por ejemplo al masticar. La simple observación de la cavidad bucal es una técnica suficiente en la mayoría de las ocasiones para que los odontólogos detecten la problemática de base.

No se puede decir lo mismo del bruxismo. Este rechinar de dientes que desgasta las superficies de los elementos dentarios y hasta afecta a la articulación temporo-mandibular es capaz de desarrollarse con lentitud.

A veces los pacientes consultan por un dolor difuso en la cara o en los oídos que no se explica por un traumatismo ni por una infección. Entonces surge la sospecha del bruxismo.

Por su parte, la erupción de las muelas de juicio es un proceso doloroso en algunos jóvenes y adultos. Aunque no siempre aparecen ni en todos resultan problemáticas, la posibilidad de sufrir su salida a través de las encías es notoria si no encuentran el espacio suficiente para acomodarse en la arcada dentaria. Del mismo modo, las cordales pueden quedar retenidas dentro del hueso, llevando a la necesidad de su extirpación quirúrgica.

6. Traumatismos faciales y de cráneo

Un traumatismo en la cara o en la cabeza puede ser motivo suficiente para que haya dolor en un lado de la mandíbula. Sobre todo si el trauma se localizó en las mejillas, en el mentón o en la región alrededor de las orejas.

En los politraumatismos por accidentes de tránsito es frecuente que aparezcan luego dolores y molestias que no se detectaron en una primera instancia. Ciertas lesiones no se hacen evidentes de inmediato.

Un hematoma, a consecuencia de un trauma facial, también es capaz de causar dolor. Los hematomas son acumulaciones de sangre y, como tales, ejercen presión en las estructuras anatómicas vecinas.

Los boxeadores, por ejemplo, son deportistas expuestos a este problema. La sucesión de golpes en el rostro genera lesiones internas que pueden derivar en hematomas. Si los mismos crecen demasiado o no se resuelven con prontitud, acarrearán dolores por presión. Si se localizan superficiales, cerca de la piel, quizás no haya mayores complicaciones, pero los más profundos ponen en riesgo estructuras vitales.

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El boxeo es un deporte con alta exposición a los traumas craneales, por lo que representa un factor de riesgo para el dolor en la mandíbula.

7. Osteomielitis

La osteomielitis es la infección del tejido óseo. Sucede cuando las bacterias invaden un hueso y se multiplican allí. Entre la reproducción de las colonias y la respuesta inflamatoria del organismo se crea un ambiente tóxico para el cuerpo humano.

Hay osteomielitis que encierran un riesgo patente de sepsis, es decir, de paso de las bacterias a la sangre. Esta situación es de suma gravedad, requiriendo internación, soporte vital y antibioticoterapia endovenosa.

La infección del hueso maxilar inferior puede deberse a un efecto secundario de una cirugía dental. Esto es más probable si se reúnen algunos factores de riesgo, como la presencia de una infección previa en la cavidad bucal, un estado de inmunodepresión o una falta de aplicación de protocolos de higiene al realizar el procedimiento en el consultorio odontológico.

En este caso, el dolor se acompaña de fiebre y de mal aliento. El tratamiento se realiza con antibióticos.

8. Tumores

Los tumores de la cavidad bucal pueden hacer doler la mandíbula, pero también es posible que una tumoración propia del hueso se desarrolle en el maxilar inferior. Entre las opciones diagnósticas tenemos las siguientes:

  • Osteoma: este es un tumor benigno que tiende a ser asintomático. De todas maneras, si crece lo suficiente puede irritar nervios de la zona maxilar y expresarse con dolor. Es raro que su tamaño lo haga palpable desde el exterior, a través de la piel.
  • Ameloblastoma: este también es un tumor benigno. Su punto de origen es el esmalte de los dientes y, aunque no da metástasis, tiene un crecimiento notable que invade al maxilar. Para solucionarlo se planifica la extracción quirúrgica y se complementa con radiación.
  • Odontoma: de entre todos los tumores que se originan en los dientes, esta variedad constituye más de la mitad de los casos reportados. Sus células son capaces de formar cualquier tejido del diente normal, en una reproducción descontrolada.

El dolor de mandíbula en un solo lado merece atención

Aunque muchas de sus causas son benignas, el dolor de mandíbula en un solo lado requiere evaluación profesional. Recuerda que el infarto agudo de miocardio es uno de los posibles orígenes.

Considera también los signos acompañantes. La fiebre o la dificultad para abrir la mandíbula pueden orientar la sospecha y mejorar la velocidad con la que se llega al diagnóstico.

Si tienes dolor en un solo lado de la mandíbula, entonces agenda una cita. Seguro te pedirán algunos métodos complementarios para brindarte el mejor abordaje posible.


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