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El cuidado del pene del bebé

3 minutos
Los cuidados que necesita el pene del bebé son muy sencillos: lavar bien con agua y jabón, mantener la zona seca y no retraer la piel del prepucio. Dejar que ocurra naturalmente es lo mejor.
El cuidado del pene del bebé
Escrito por Equipo Editorial
Última actualización: 17 octubre, 2023

Pocas veces se habla con las mamás primerizas sobre los cuidados del pene del bebé. No hay espontaneidad para hablar de ello y el tema puede ser ignorado hasta que llegue a las primeras consultas con el pediatra.

Los padres que optan por la circuncisión tienen el panorama más claro, pero para el resto es un dilema: ¿se debe forzar que la piel del prepucio baje o se debe esperar que ocurra naturalmente?

¿Qué debo saber sobre el pene del bebé?

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En el bebé, el prepucio está pegado con tejido al glande o cabeza del pene. La recomendación de la Academia Americana de Pediatría es muy clara: no es necesario retraer la piel del pene. El prepucio tiene un agujero lo suficientemente grande como para que fluya la orina con normalidad.

El prepucio está adherido al pene del bebé porque protege el glande, así que es lo normal y no es un problema. En varios meses o años, se separará y se podrá retraer de manera segura. El prepucio puede bajar totalmente a los tres o cuatro años, pero también puede ocurrir a los seis u ocho años.

Si se fuerza el prepucio y se retrae antes de tiempo, se puede ocasionar una dolorosa hemorragia y desgarros en la piel. Ello puede afectar la elasticidad del prepucio para que baje normalmente una vez que se haya separado.

¿Se necesita un cuidado especial?

Para mantener la higiene del pene del bebé es igual que en un adulto. Agua y jabón para limpiar y secar bien. En el caso del bebé es importante dejar la piel bien seca, por el uso de pañales desechables. Si queda humedad, la zona se convierte en el ambiente ideal para el crecimiento de hongos o bacterias.

Siempre es posible que la materia fecal alcance hasta el pene del bebé. En ese caso, la recomendación básica es la misma: limpia de inmediato con agua y jabón, y seca el área. No es necesario limpiar el pene ni con hisopos de algodón ni con antiséptico.

¿Y si el médico indica que hay que dilatar el prepucio?

Hay pediatras que indicarán a los nuevos padres seguir este procedimiento. Sin embargo, es una recomendación que está cada vez más en desuso. Si tu médico indica que es necesario hacer una dilatación del prepucio, es importante que consultes otra opinión.

Este procedimiento es doloroso para el bebé y, en muchas ocasiones, innecesario. Solo en los casos en que logréis determinar que la orina sale en gotas, o que para el bebé es doloroso orinar, se podría evaluar la necesidad de dilatar el prepucio.

A lo sumo se puede hacer un amago de bajar la piel para mejorar la higiene de la zona tras el cambio de pañal. Mientras se baña al bebé se puede estirar muy suavemente la piel hasta el punto en que no cede más. Si el bebé hace una mueca de dolor, fue excesivo; no tiene que molestar.

Hay que tener paciencia con esto. La piel se irá separando del glande y la abertura se hará cada vez más grande, hasta que ceda y baje fácilmente. En ocasiones, se puede ayudar a que la piel estire con la aplicación de una crema de corticoides durante unos días.


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¿Qué hago cuando el prepucio ya se separó del glande?

Tras la separación del prepucio hay que retraerlo de vez en cuando, durante el baño. Este procedimiento es para limpiar suavemente el extremo inferior del pene. Tu hijo necesitará que le enseñes cómo debe lavarse el pene:

  • Hay que retraer suavemente el prepucio hasta que quede expuesta la cabeza del pene.
  • Luego se lava con agua tibia y jabón la cabeza del pene y el pliegue interior del prepucio.
  • Después de retirar el jabón, tienes que empujar de nuevo el prepucio hacia la cabeza del pene.
  • Luego se repite este procedimiento para secar el pene.

Enseña a tu hijo que la salud de su pene depende de los cuidados y la higiene que desde pequeño él mismo pueda realizar.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


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Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.