El embarazo múltiple: síntomas más frecuentes

Escrito y verificado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas

Escrito por Nelton Abdon Ramos Rojas

Última actualización: 25 mayo, 2023

El embarazo múltiple se define como ‘la gestación en la que hay varios embriones implantados’. Lo más frecuente es que se trate de mellizos, es decir,  de dos óvulos que fueron fecundados por dos espermatozoides distintos, y que luego, dieron pie a la formación de dos fetos en bolsas amnióticas distintas, y que más adelante nacerán a la vez. Estos a veces reciben el nombre de dicigóticos.

La diferencia de este respecto al embarazo gemelar radica en el que un solo óvulo es fecundado por un espermatozoide, y posteriormente el cigoto se divide en dos, lo que da a lugar que los dos fetos queden dentro de la misma bolsa. En este caso, se les denominaría monocigóticos.

Aunque estos son los casos más frecuentes de embarazo múltiple, pueden darse condiciones más raras en las que, en vez de haber dos fetos, hay más. Son casos excepcionales de manera natural, pero últimamente gracias a la introducción de las técnicas de fecundación in vitro han aumentado.

Existen numerosos factores de riesgo o condiciones que aumentan la probabilidad de desarrollar un embarazo múltiple. Además de los tratamientos de fertilidad podemos citar la predisposición genética, la edad o haber presentado un embarazo en el pasado.

¿Cuáles son los riesgos?

En los últimos años, se ha producido un aumento de los embarazos múltiples con las técnicas de reproducción asistida. Sin embargo, cualquier embarazo múltiple se considera un embarazo de alto riesgo. Esto se explica dado que la probabilidad de que se produzcan complicaciones a lo largo del período gestacional aumenta considerablemente.

Por ejemplo, es necesario vigilar el peso de los fetos puesto que a menudo no llegan a los estándares mínimos. Además, la placenta tiene que trabajar a mayor capacidad y esto se ve reflejado en la clínica como partos prematuros donde la placenta todavía es funcional y no ha envejecido.

El hecho de que los embarazos múltiples generalmente se resuelvan en un parto prematuro significa que los fetos tienen un tamaño menor que si llegasen a término. Esto facilita el parto por vía natural. Pero generalmente no es relevante dado que se opta por la cesárea para evitar las vueltas de cordón.

Hay que tener cuidado con los partos prematuros dado que los bebés no se han terminado de formar. A veces es necesario provocar el parto antes de lo previsto, en este caso se opta por administrar corticoides a la madre para que ayuden a completar la madurez pulmonar.

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¿Cuáles son los síntomas de un embarazo múltiple?

Un embarazo múltiple es siempre un embarazo de riesgo porque pueden suponer un mayor número de complicaciones.

Además, hay que tener en cuenta que, en comparación con los embarazos en los que solo se desarrolla un feto, los síntomas suelen ser más intensos. Los expertos consideran que puede deberse al aumento de la producción de hormonas. Es decir, se produce más cantidad porque se están desarrollando varios fetos.

Por todo lo anterior, se siguen llevando a cabo diversas investigaciones para evaluar los efectos de un embarazo múltiple, su impacto en la salud de la mujer y del feto, entre otros aspectos que puedan ayudar a mejorar los distintos métodos de abordaje que ya existen.

Por norma general, las señales de un embarazo múltiple que puede presentar la paciente son las siguientes:

• Náuseas y vómitos. Se trata de un síntoma característico de la gestación y suele tener lugar por las mañanas. En este caso, las náuseas son más intensas y se repiten con más frecuencia.
• Fatiga, cansancio, falta de apetito o debilidad general. También es posible que el sujeto desarrolle somnolencia a lo largo del día. Por tanto, el equipo médico correspondiente le recomendará la suspensión de actividades físicas intensas y un reposo moderado. Así, la madre podrá recuperar parte de sus energías y descansar de forma adecuada.
• Aumento de peso en un periodo de tiempo reducido. Esta condición no se debe solamente al aumento de apetito o las ganas de comer. De esta manera, se encuentra relacionado con el aumento de peso y desarrollo de los fetos. También influye la preparación del cuerpo de la madre para albergar a los bebés. Por ejemplo, se produce un aumento del tamaño del útero, de la cantidad de sangre, etc.
• Dolor o molestias en los pechos.
• Aumento de la necesidad de micción o de orinar. Es muy común que a medida que se desarrolle la gestación, se incrementen las ganas de acudir al baño debido a la presión que ejerce la placenta sobre los órganos.

Como hemos podido ver, a mayor número de fetos, mayores probabilidades de sufrir complicaciones existe. Por ello mismo resulta tan importante el control médico regular y el seguimiento de las pautas del profesional. Bajo ninguna circunstancia es recomendable prescindir de ello, ya que supondría un riesgo muy alto tanto para la madre como para sus futuros bebés.