El mal uso del cloro y sus efectos en la salud
Escrito y verificado por el médico Mario Benedetti Arzuza
El cloro comercial, que viene en formato líquido, es una sustancia altamente tóxica y, aunque es bueno para limpiar y desinfectar lugares como el baño, en otros casos su uso es nocivo para la salud. Por ello es sumamente importante que tengamos en cuenta cuáles son los usos que se le debe dar y cuáles hay que evitar.
El cloro se encuentra en grandes cantidades en los productos de limpieza, aunque no en estado puro. Sin embargo hay que utilizarlo con precaución porque sí puede causar reacciones adversas.
En lugares como las piscinas públicas hay una gran cantidad de cloro, mientras que en el agua que consumimos se agrega en cantidades justas, para que no cause perjuicios a la salud.
“En cuanto al nivel de cloro en agua potable, se establece que no debe superar 2 mg/l respecto al combinado residual mientras que el cloro libre residual no debe superar 1 mg/l”.
Cuando no se utiliza de la forma adecuada o nos exponemos a su forma gaseosa sin protección, podemos sufrir daños en el aparato respiratorio. Veamos esto con mayor detalle a continuación.
¿Cómo puede afectar a la salud el cloro?
La ATSDR (Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades) registró que las consecuencias y los daños que causa el cloro sobre la salud varían según el tiempo de exposición a dicho elemento y a las cantidades.
Estos son los efectos más comunes que tiene el permanecer un largo periodo de tiempo en contacto con el cloro:
1. Asma bronquial
Es un padecimiento muy común en los niños. Al entrar en nuestros pulmones, el cloro ingerido o inhalado del medio ambiente se encarga de degradar las células que protegen los alvéolos.
Así, les quita su defensa y los hace más propensos a presentar Asma. Además de causar irritación, puede generar tos y problemas para respirar. También se pueden presentar goteos nasales y sibilancias.
2. Dolor de garganta y nariz
El cloro es altamente irritante cuando de mucosas se trata. El contacto de este elemento afecta la garganta y genera tos excesiva y, por consiguiente, irritación en las vías respiratorias.
En el caso de las piscinas es de suma importancia evitar tragar agua, por el alto contenido de cloro.
3. Malestar general
Esto va relacionado con el punto anterior, como se mencionó, el cloro es irritante y esto puede generar dolor torácico. Si se ingiere en grandes cantidades puede causar vómitos, nauseas, mareos y alteración en la respiración.
4. Irritación generalizada
Estar durante mucho tiempo en contacto con el cloro puede causar comezón, ardor, urticaria y enrojecimiento de la piel. En el caso de las piscinas, sumergirse y no lavarse la cara luego de salir puede causar irritación en los ojos y en la nariz.
¿Qué hacer en caso de exposición al cloro?
Si tuviste algún accidente con cloro lo recomendable es tomar medidas de inmediato para evitar una reacción mayor.
- En el caso de que hayas derramado líquido sobre tu piel, lava con abundante agua y un jabón neutro para detener la irritación.
- En caso de ingesta, ya sea por gases o en estado líquido, lo mejor es tomar mucha agua y acudir al médico para un chequeo.
Ten en cuenta que es normal tener los ojos ligeramente enrojecidos o presentar irritación en la nariz después de haberte bañado en una piscina. Sin embargo, si presentas tos, náuseas o dificultad para respirar, lo mejor es acudir inmediatamente al servicio de urgencias para un chequeo y atender correctamente (y a tiempo) lo que haya provocado el cloro.
Algunas medidas de prevención
- A la hora de limpiar el baño o cualquier otro lugar de la casa con cloro, lejía o amoniaco, colócate guantes y utiliza pequeñas cantidades de cloro para evitar inhalarlo en exceso mientras limpias. Adicionalmente, mantén una ventana cercana abierta para que el olor no permanezca en el lugar.
- Guarda los productos de limpieza fuera del alcance de los niños.
- En caso de que tengas que purificar el agua para poder beberla, puedes utilizar pastillas purificantes para evitar el uso de cloro en cantidades inadecuadas.
- En muchos países de Latinoamérica es necesario tener filtros en los grifos de la casa, sobre todo en el área de la cocina.
- Después de haber estado en la piscina, es importante lavarse con agua y jabón neutro para retirar los residuos de cloro de la piel.
- Si tienes una piscina, procura utilizar la cantidad recomendada de cloro para mantenerla limpia y en buenas condiciones. Evita excederte con el producto para que al bañarte no sufras molestias.
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