¿Qué es un enema y cómo usarlo de forma segura?

El enema es la forma más común de limpiar el intestino grueso para diagnosticar y tratar varias afecciones. Su aplicación es sencilla y solo requiere de algunos minutos.
¿Qué es un enema y cómo usarlo de forma segura?
Leidy Mora Molina

Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina.

Última actualización: 06 julio, 2023

El término enema suele causar confusión. Se trata de un procedimiento sencillo que pretende limpiar el recto, el colon y parte del intestino delgado con fines reguladores, terapéuticos y diagnósticos. Si te interesa conocer qué es un enema y cómo usarlo de forma segura, a continuación te contamos.

Los enemas también son conocidos como lavados o lavativas. Consisten en la introducción de una solución medicinal u otro medio acuoso a través del esfínter anal. En este sentido, el objetivo es promover la evacuación del contenido intestinal y la limpieza del colon y el recto.

Por lo general, este procedimiento es útil en el tratamiento del estreñimiento o la constipación. De igual forma, suele utilizarse previo a pruebas radiológicas, endoscópicas y algunos abordajes quirúrgicos.

Usos del enema

Los enemas son sustancias de administración rectal elaboradas a base de agua, medicamentos o remedios naturales. Estos pueden ser clasificados como de evacuación o de retención.

Algunos de los usos más comunes incluyen los siguientes:

  • Tratamiento de la constipación.
  • Abordaje de la retención o impactación fecal.
  • Eliminación de fecalomas.

Por otro lado, un enema es un paso fundamental en ciertos procedimientos endoscópicos, como la sigmoidoscopia y la colonoscopia. Ambos tiene como fin la exploración de la luz intestinal con una pequeña cámara.

Estudios afirman que la limpieza intestinal por enema es una estrategia útil para disminuir las complicaciones posoperatorias de las cirugías intestinales, así como los días y los costos de hospitalización. Además, en la actualidad es cada vez más común la práctica de este procedimiento con fines higiénicos.

De igual forma, los enemas son útiles para administrar sustancias de contraste radioopacas, como el sulfato de bario, previo a un examen de rayos X. Esto facilita la visualización de las asas intestinales y la identificación de afecciones.

Enema para la colonoscopia.
La limpieza del final del tubo digestivo mejora la visualización cuando hay que realizar estudios como la colonoscopia.

Efectos adversos y contraindicaciones

La aplicación de un enema bajo indicación médica suele ser un procedimiento seguro con pocos efectos adversos. Las náuseas, los cólicos y el escozor anal son algunos de los síntomas secundarios.

De igual forma, la administración excesiva de líquido puede llevar a la distensión del abdomen. Algunas investigaciones sugieren que la colitis isquémica y la perforación intestinal son las principales complicaciones de los enemas de evacuación.

Por otro lado, pueden resultar perjudiciales ante la presencia de ciertas afecciones de salud. Dentro de las contraindicaciones se encuentran las siguientes:

  • Colitis y apendicitis.
  • Peritonitis.
  • Prolapso rectal.
  • Traumatismo abdominal.
  • Sangrado gastrointestinal.
  • Hemorroides.

Además, su uso puede resultar de alto riesgo en personas con enfermedad coronaria aguda, deshidratación severa e insuficiencia renal. Por tal motivo, es vital informar al médico tratante acerca de cualquier condición patológica.

Pasos para realizar un enema de forma adecuada

La administración de un enema suele ser un procedimiento sencillo que solo toma algunos minutos. En caso de uno con fines medicinales, es vital consultar al médico la frecuencia y el tiempo de empleo.

De igual forma, se debe tener a la mano el kit de enema, vaselina, toallas y un temporizador, así como un espacio cómodo para acostarse. Para la aplicación se deben seguir los siguientes pasos:

  1. Prepara la superficie donde realizarás el procedimiento, extendiendo algunas toallas sobre la cama o el suelo.
  2. Acuéstate sobre tu lado izquierdo, flexionando la rodilla derecha contra el pecho y colocando una toalla enrollada bajo la misma. Otra posición consiste en colocarse de rodillas, llevando el pecho al suelo y apoyándose sobre el lado izquierdo de la cara.
  3. Con un dedo, aplica vaselina o lubricante alrededor del ano para facilitar la inserción del enema.
  4. Remueve la tapa plástica de la boquilla del enema y con la mano dominante introduce lentamente la misma a través del orificio anal. Es recomendable efectuar pequeños movimientos de lado a lado con la boquilla para facilitar la inserción. Este paso suele causar molestias; el dolor puede indicar la presencia de fisuras anales o hemorroides externas.
  5. Una vez introducida la boquilla, aprieta el recipiente para llevar la solución dentro del recto. La presión debe realizarse de abajo hacia arriba para asegurar la entrada de la solución. Al finalizar, retira con cuidado la boquilla del recto.
  6. Debes mantener la misma posición por el tiempo recomendado por el médico tratante o lo que digan las indicaciones del producto. Los enemas tardan entre 5 y 20 minutos en estimular la evacuación intestinal.

En la mayoría de los casos, este procedimiento puede promover varias deposiciones continuas, por lo que se debe estar cerca de un baño durante la primera hora. No hay que usar otro enema hasta haber expulsado la totalidad de la solución administrada.

Constipación que será tratada con un enema.
La constipación crónica es una de las indicaciones para el uso del enema. De todas maneras, no puede emplearse con frecuencia.


¿Cuándo buscar atención médica?

Un enema es una de las formas más comunes para limpiar el intestino grueso y el recto. No obstante, este procedimiento no está indicado para todas las personas y puede promover varias complicaciones de salud. En este sentido, consulta a un médico de confianza ante cualquier duda sobre su empleo y cuidado.

Por otro lado, es vital buscar atención profesional lo antes posible si el producto no es evacuado luego de 30 a 60 minutos. De igual forma, el sangrado rectal, el dolor abdominal intenso y los signos de deshidratación son situaciones que requieren manejo médico de emergencia.


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