Enfermedad pulmonar obstructiva crónica y alcohol: ¿existe relación?
Escrito y verificado por la médica Mariel Mendoza
En la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) hay una obstrucción poco reversible al flujo aéreo en las vías respiratorias, lo que entorpece la salida de aire de los pulmones. Aunque se ha demostrado que el consumo crónico de alcohol no es un causante directo de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, esta sustancia sí que puede influir en el empeoramiento de los síntomas.
La EPOC causa dificultad para respirar, sensación de falta de aire y fatiga por el trabajo excesivo de los músculos respiratorios. También se presenta tos crónica y expectoración abundante.
El diagnóstico de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica empieza con la sospecha clínica y se complementa con la espirometría. Este estudio refleja la obstrucción no reversible de la salida del flujo aéreo desde los pulmones.
Causas y tratamiento para la EPOC
La EPOC se clasifica en dos variantes principales: bronquitis crónica y enfisema pulmonar. El diagnóstico de la primera es clínico y se define como la presencia de tos y expectoración la mayor parte de los días, durante más de 3 meses al año, más de 2 años consecutivos.
El enfisema pulmonar, en cambio, es un diagnóstico anatomopatológico. Requiere la demostración del agrandamiento permanente de las paredes alveolares, lo que se puede concretar con estudios de imágenes.
Causas
La causa típica de la EPOC es la exposición a largo plazo a irritantes de las vías respiratorias. El principal irritante reconocido es el humo del tabaco, independientemente de la forma de consumo (cigarro, pipa, puros o pipa de agua).
La exposición al humo del tabaco es la causa del 85 % de los casos de enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
La exposición a otro tipo de humos también puede considerarse como etiología:
- Contaminación ambiental por combustibles de biomasa.
- Exposición laboral a partículas de polvo, productos químicos, madera y gasolina.
Algunas condiciones son factores de riesgo para padecer bronquitis crónica o enfisema. Entre ellas tenemos las siguientes:
- Edad: 65 años o más.
- Infecciones respiratorias recurrentes.
- Presencia de ciertos factores genéticos: deficiencia de alfa-1 antitripsina.
- Ser fumador actual, haber sido en el pasado o ser fumador pasivo.
- Padecer asma.
Tratamiento
El tratamiento de la EPOC implica el uso de medicamentos que dilatan las vías aéreas (broncodilatadores). También se prescriben fármacos que disminuyen la inflamación y antibióticos cuando hay una infección subyacente o concomitante.
Se recomiendan ejercicios de rehabilitación pulmonar a la mayoría de los pacientes. Cuando el caso es grave o ha avanzado demasiado, se puede requerir oxígeno suplementario.
El alcohol no es la causa de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica
A pesar de que el consumo de alcohol no representa una causa directa de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, están relacionados indirectamente. El consumo prolongado y excesivo de la sustancia tiende a afectar al sistema inmunitario y a los pulmones, incrementando el riesgo de padecer la patología.
Además, es frecuente la asociación entre el consumo crónico y excesivo de alcohol con el consumo crónico de tabaco. Muchas personas que fuman también beben alcohol.
Así mismo, el alcohol puede interferir con la efectividad de los medicamentos utilizados. En especial, con los antibióticos y los esteroides.
¿Cómo afecta el consumo crónico de alcohol a los pulmones y al sistema inmunitario?
El alcohol afecta el mecanismo de defensa de las vías aéreas superiores, modifica la pared de los alvéolos y causa disfunción de los macrófagos alveolares. Estos últimos son la principal célula del sistema inmunitario en los pulmones.
En la defensa de las vías aéreas superiores participa el sistema de trasporte mucociliar. Este se encarga de limpiar el moco y las partículas contaminantes que ingresan en las vías respiratorias, sacándolas y provocando tos para la expulsión.
El alcohol paraliza los cilios, lo que impide que la vía aérea superior limpie los patógenos y las sustancias irritantes que ingresan. Por ende, las partículas entran al espacio alveolar.
En el alvéolo, los irritantes o patógenos tendrían que ser eliminados por los macrófagos. Sin embargo, en los casos de consumo crónico de alcohol y enfermedad pulmonar obstructiva crónica, la actividad de los macrófagos está disminuida. De esta forma, falla la capacidad de respuesta y de limpieza. Se genera susceptibilidad a neumonías.
Por otra parte, el alcohol disminuye la producción de surfactante y modifica la permeabilidad de las paredes alveolares. Esto impacta en la barrera de protección y genera más susceptibilidad aun a las infecciones.
Los macrófagos y el sistema inmunitario
La presencia de patógenos en el espacio alveolar activa las vías oxidativas que usan los macrófagos para eliminar patógenos. Esto genera la liberación de factores inflamatorios sistémicos que aumentan el estrés oxidativo y la liberación de radicales libres.
Además, el estado proinflamatorio afecta las barreras celulares y disminuye los niveles del antioxidante glutatión. Todo se combina para incrementar los síntomas de la EPOC en los pacientes que consumen alcohol y favorecer la lesión pulmonar.
Alcohol cero en la enfermedad pulmonar obstructiva crónica
La recomendación principal para los pacientes con EPOC es dejar de fumar y disminuir la exposición al humo del tabaco ambiental. Pero no hay que pasar por alto el efecto del alcohol para hacer las recomendaciones a estas personas afectadas con bronquitis crónica o enfisema.
Aunque el consumo crónico de alcohol no representa una causa de EPOC, influye en la exacerbación de la enfermedad. Por ende, las personas fumadoras crónicas, con factores de riesgo pulmonares o que ya padecen la patología, deberían eliminar el consumo de alcohol de sus ingestas.
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