¿Es posible adelgazar el rostro?
El ejercicio y la buena alimentación son dos de los pilares más importantes que debemos tener en cuenta para adelgazar el rostro, sobre todo cuando se ha formado una acumulación de grasa bajo la barbilla.
Y es que tener la cara redonda no siempre es tan atractivo o adorable, sobre todo si ya hemos logrado perder peso en las demás partes del cuerpo. ¿Te gustaría saber cómo lograrlo? En este artículo te lo contamos.
Consejos para adelgazar el rostro
Algunas de las opciones para bajar de peso pueden ser ir al gimnasio, andar en bicicleta o hacer spinning. Sin embargo, para la cara no parece haber una rutina específica que nos acerque a los resultados que pretendemos. Si deseas adelgazar el rostro, presta atención a los siguientes consejos.
1. Consume calorías sanas
Para tener una cara más delgada, deberás deshacerte de todas aquellas comidas abundantes en grasas o fritas, así como bebidas azucaradas, que tanto nos encantanm pero que no son nada beneficiosas para la salud.
El secreto está en consumir menos calorías de las que quemas con el ejercicio diario. En lugar de comida rápida o aperitivos poco saludables, te recomendamos llevar una dieta alta en fibra. Así, podrás metabolizar mejor las calorías y eliminar la grasa acumulada en el mentón o las mejillas.
2. Baja de peso
Debemos tener en cuenta que la forma del rostro también está condicionada por la estructura ósea de cada persona, la genética, la raza y otros factores. De cualquier manera, al bajar kilos en las demás áreas empezarás a notar los cambios faciales; los pómulos tomarán forma y el mentón dejará de ‘lucir’ esa piel colgante tan antiestética.
Por lo tanto, apuntarte a un gimnasio o empezar con ejercicios en casa es una excelente idea. Podrás no solo afinar el rostro, sino también reducir el abdomen, tener las piernas tonificadas y los brazos firmes. ¡Te verás mucho mejor!
3. Bebe mucha agua
Hidratarse es la mejor manera de eliminar las toxinas y las grasas acumuladas en la cara. Además, beber agua es recomendable para tener una piel más saludable, joven y hermosa.
Por ende, no solo estará más delgado el rostro, sino más bonito. También puedes probar con zumos naturales e infusiones de hierbas; prueba sobre todo las diuréticas, como el diente de león o la cola de caballo.
4. Reduce la sal
Si a eso le sumas una reducción en el consumo de sal o comidas que contengan sodio, tu cuerpo irá deshaciéndose de todos los desechos que no sirven, y evitarás la retención de líquidos.
5. Haz actividad física
La actividad física es fundamental para bajar de peso y estar en forma. Quizá la cara no es lo primero que adelgaza al hacer ejercicio, ya que antes se queman calorías y grasa en otras zonas.
No obstante, no desesperes, ya que en algún momento comenzará la reducción de la papada o de los mofletes. Además de una rutina en el gimnasio, te recomendamos mantenerte lo más activa posible, aunque tengas un trabajo sedentario.
¿De qué manera lograrlo? Yendo a la oficina en bicicleta, usando las escaleras en vez del ascensor, haciendo las compras andando y no en coche, levantándote del escritorio cada hora, entre otras acciones cotidianas.
Asimismo, las caminatas, los paseos en bicicleta o los trotes por el parque son ejercicios excelentes, simples y suaves para comenzar. Luego, puedes ir añadiendo más dificultad a la rutina o agregar más días de actividad en la semana.
A continuación te proponemos un sencillo ejercicio que puedes realizar un par de veces a la semana.
6. Ejercicios para adelgazar el rostro
Una rutina facial no requiere mucho esfuerzo y es una actividad sumamente divertida. Puedes practicarla en cualquier momento del día y aprovechar para reír un rato frente al espejo.
¡Dejarás de lado el estrés, las preocupaciones y los problemas! Y, mientras tanto… Estarás haciendo ejercicios para adelgazar el rostro.
- Abre la boca lo más que puedas y luego ciérrala; repite 10 veces.
- Abre bien la boca y cierra los ojos; al momento de cerrar la boca, abre los ojos. Haz este ejercicio de coordinación al menos 10 veces.
- Mueve los labios cerrados hacia los laterales de la cara tantas veces como puedas.
- Llena la boca con aire para inflar las mejillas, mantén unos segundos y suéltalo. Repite 10 veces.
- Haz como que das ‘besos’ y luego una sonrisa sin despegar los labios entre sí (las mejillas deben moverse) al menos 15 veces.
- Saca la lengua y muévela para todos lados durante 1 minuto.
- Arruga el rostro como si hubieras olido algo desagradable o estuvieras a punto de estornudar.
- Inclina la cabeza hacia atrás y aguanta 10 segundos; después, vuelve a la posición inicial. Repite 10 veces.
7. Hazte masajes
¿Quién dijo que la cara no merece una buena sesión de masajes? Pueden ayudarte a sentirte mucho mejor. Comienza con suaves pellizcos por toda la línea de la mandíbula desde el mentón hacia arriba hasta llegar a los lóbulos de las orejas.
Luego, haz movimientos circulares por las mejillas. Deja la boca entreabierta y la mandíbula bien floja para que toda la cara se ejercite.
Otra opción es masajear la zona del mentón, donde suele acumularse la grasa y la piel. Coloca un poco de aceite de almendras en los dedos para que no se irrite la dermis.
Y mientras tanto…
Hasta que surtan efecto los cambios en tu dieta y el ejercicio diarios, puedes recurrir a ciertos trucos de maquillaje y peinado para que tu cara se vea más afinada. Por ejemplo, no sobrecargues de rubor tus mejillas y no uses un corte de cabello muy ‘pegado’ a la cara.
Como habrás notado, es totalmente posible adelgazar el rostro con apenas algunos ajustes sencillos en nuestros hábitos. Pero recuerda, que cualquier cambio en la dieta debe contar con la aprobación de un profesional que pueda señalar posibles incompatibilidades.
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