¿Cómo estimular los pezones de la mujer?

A la hora de estimular los pezones de nuestra pareja es fundamental mantener una buena comunicación para saber qué es lo que le gusta y le provoca placer.
¿Cómo estimular los pezones de la mujer?

Última actualización: 25 mayo, 2023

Los senos son una de las principales zonas erógenas de la mujer. Por eso, aprender a estimular los pezones es algo importante. Aunque durante muchos años se les restó importancia durante las relaciones sexuales, hoy se reconoce que esto puede conducir a una experiencia única y placentera.

Aunque cada mujer es diferente, y siempre hay que tener en cuenta sus preferencias personales, es oportuno saber que en dicha zona del cuerpo se encuentran muchas terminaciones nerviosas. Usando la técnica correcta, se puede lograr una gran excitación.

Ahora bien, por desconocimiento, o por simple tabú, muchos van por el camino equivocado y desaprovechan ese potencial que tienen los senos para conducir a un orgasmo. Pero aquí te explicaremos cómo estimular los pezones de la mujer. Sigue leyendo para saber más.

Lo que debes saber antes de estimular los pezones

Los senos son una parte del cuerpo muy importante para la mujer. Aunque su principal función está relacionada con la alimentación de los hijos durante el período de lactancia, también tienen una connotación estética y una participación en la actividad sexual.

De manera particular, tal y como afirman los expertos en salud, los pezones tienen una gran cantidad de terminaciones nerviosas. Por tanto, todos pueden estimularse para lograr generar una infinidad de sensaciones placentera.

Claro que su sensibilidad a los estímulos puede variar en función de diversos factores, tales como la edad de la mujer, el tamaño y la forma de los senos, o la actividad hormonal; y esto también implica las preferencias de cada persona con respecto al acto sexual.

Antes que nada, es fundamental entender que toda manipulación que reciban, los senos, independientemente de la técnica, debe ser bastante delicada. Por ende, no se aconseja un trato brusco, puesto que, lejos de dar placer, puede causar dolor y lesiones en los pezones y mamas.

En suma, estimular los pezones puede producir un grado de excitación alto y, de hecho, favorece la lubricación de la vagina. Por esta razón, al tocarlos, besarlos y acariciarlos de forma correcta se llega a alcanzar el orgasmo.

Consejos para estimular los pezones

Los siguientes consejos no solo son útiles para los hombres, sino que también son una gran herramienta para que las mismas mujeres puedan conocer mejor su cuerpo y descubrir nuevas sensaciones al tocar, acariciar y estimular sus pezones.

Comenzar suave

Los toques suaves, con los dedos o la lengua, es la mejor manera para empezar a estimular los pezones. Estos pequeños roces o movimientos desencadenan importantes sensaciones que, poco a poco, aumentan el grado de excitación.

Hacer círculos lentos

Los movimientos lentos en círculos son ideales para crear un placer intenso en la mujer. Comienza tocando la punta del pezón, con un giro lento en espiral, y luego extiéndete por el resto de la zona y sus alrededores, como dibujando círculos.

Emplear la lengua y acción del labio

Pareja en la cama jugando

Para muchas mujeres, la estimulación oral es mucho más placentera. Todo depende de gustos. Sin embargo, es importante saber ejecutarla, dado que una mala práctica puede ser dolorosa e incómoda.
  • Se puede comenzar con un poco de aliento cálido, poniendo la boca cerca del pezón, sin tocarlo, y exhala aire caliente sobre él.
  • Con la punta de la lengua, se deben realizar movimientos circulares en el pezón.
  • También se pueden acer pequeños toques hacia arriba y hacia abajo sobre el pezón, pero no por mucho tiempo.
  • Para besar y lamer, siempre hay que proceder con delicadeza.
  • Cuando la boca tiene más contacto con el pezón, se puede chupar, incluso morder, siempre de manera suave.

Sobre este punto, se debe tener buena comunicación con la pareja, puesto que algunas mujeres no lo tienen entre sus preferencias y, lejos de disfrutar, se sienten incómodas.

Masajes

Los masajes son una gran herramienta para estimular al máximo los senos. Estos pueden aplicarse de forma suave, algunas veces un poco más fuerte, con o sin aceites y lubricantes.

  • Poner el pulgar en la punta de pezón y realizar movimientos circulares en la areola.
  • Si se utilizan cremas o productos lubricantes sobre el pezón, se conseguirán movimientos más efectivos y placenteros.
  • Si se desea masajear con la lengua, hay que dejar las manos firmes en el seno, para que ayuden a dar más firmeza al pezón.


Probar texturas

Se pueden estimular los pezones con prendas de seda o plumas.
Se pueden estimular los pezones con prendas de seda o plumas.

En ocasiones, las técnicas típicas resultan un poco rutinarias. Si es así, se pueden aprovechar algunas texturas que resultan muy estimulantes.

  • Colocar una funda de tela, sedosa o rugosa, y pasar la lengua sobre los pezones; esto generan una interesante activación de los nervios.
  • Hay dispositivos (tender) masajeadores de pezones; se pueden adquirir en tiendas eróticas y para ser utilizados por la pareja o por la mujer, así como otros juguetes sexuales.

¿Se puede alcanzar el orgasmo estimulando los pezones?

La estimulación de los pezones no solo genera un alto grado de excitación sino que puede lograr incluso que la mujer alcance el clímax. En efecto, se ha encontrado que, cuando estos se acarician, aprietan o lamen, se activa la misma región cerebral que responde a la estimulación de los genitales, por lo que sí es posible conducir a un orgasmo.

Para ello, habrá que proceder de forma progresiva, despertando primero el deseo y actuando con pericia y delicadeza. Tanto si es la pareja como si es la mujer misma la que realiza la estimulación, las sensaciones pueden ser sumamente placenteras.

Como puedes notar, estimular los pezones no es algo complejo. Tan solo debes practicarlo, considerando que es una zona que requiere un trato delicado. Además, es fundamental que mantengas una buena comunicación sexual con tu pareja por si algo no está produciendo el placer deseado.


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