Examen médico de la agresión sexual
Revisado y aprobado por el médico José Gerardo Rosciano Paganelli
La agresión sexual debe ser asumida como una urgencia médica por el personal de salud. Por lo tanto, la víctima debe ser evaluada y atendida de inmediato. Al aplicar el examen médico de la agresión sexual se pone en práctica todos los protocolos diseñados para una situación de esta naturaleza.
En todos los casos es fundamental hacer un abordaje adecuado, desde el punto de vista psicosocial. Lo primero es darle a conocer sus derechos a la víctima, explicarle los pasos que se van a realizar y obtener su consentimiento para ofrecerle la atención clínica integral.
En la agresión sexual es más frecuente que la víctima sea una mujer. Si se trata de un hombre víctima de agresión sexual, casi siempre el victimario es otro hombre. En ambos casos el efecto psicológico es grave, pero los varones son más propensos a desarrollar traumas de largo plazo.
Qué es el examen médico de la agresión sexual
El concepto de agresión sexual es un poco amplio y, por lo mismo, adolece de cierta vaguedad. En términos generales, corresponde a cualquier tipo de violencia sexual ejercido contra una persona, en detrimento de su autonomía e integridad.
Comprende actos que van desde el contacto abusivo, a través de besos o caricias, hasta la violación sexual propiamente dicha, la cual implica penetración vaginal, anal u oral forzada. Por lo tanto, no todas las formas de agresión sexual son objeto de examen médico.
En todos los casos, la agresión sexual genera consecuencias negativas en el plano psicológico y social. Sin embargo, no siempre da origen a lesiones o efectos físicos. El examen médico de agresión sexual se practica habitualmente solo en los casos en los que hay lesión física.
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Para qué se realiza
El examen médico de la agresión sexual es una valoración médico-legal para establecer cuál es el estado físico y mental de la víctima. También para definir qué tipo de lesiones causó el atacante y para obtener evidencia médica, destinada al proceso judicial.
Desde el punto de vista estrictamente médico, el examen de la agresión sexual se orienta a dar atención frente a las lesiones agudas y evaluar las consecuencias físicas del hecho. Desde la perspectiva legal, el propósito es documentar los hallazgos, evidencias y conclusiones para su uso judicial.
Pese a que es muy importante que el examen aporte elementos para judicializar y castigar a los ofensores sexuales, nunca se debe perder de vista que lo más importante es preservar el bienestar físico y psicológico de la víctima. De lo contrario, podría incurrirse en una revictimización.
En qué consiste el examen médico de la agresión sexual
El examen médico de la agresión sexual debe realizarse tan pronto como sea posible. El valor de las evidencias disminuye si se recogen 72 horas después de ocurrido el abuso. Ese es el rango normal de persistencia del material biológico del agresor en el cuerpo de la víctima. El examen debe incluir:
- Evaluación de la víctima y definición de prioridades. Es una exploración para determinar si hay lesiones agudas que exijan tratamiento inmediato. Así mismo, en este paso se debe tramitar el consentimiento informado del paciente.
- Cuidados médicos inmediatos. Implican garantizar la seguridad y privacidad de la víctima, el manejo de intoxicaciones si las hay, y manejo de urgencias concomitantes, como ataques de pánico, crisis, etc.
- Identificación de riesgo de embarazo y transmisión de enfermedades sexuales. Se deben tomar las muestras para determinar estos aspectos.
- Historia médica. Permite ampliar la información sobre el estado general de salud de la víctima.
- Historia de la agresión. Comprende un interrogatorio realizado por el médico forense, para establecer los hechos de la agresión sexual como tal.
- Examen físico minucioso y completo. Implica explorar en detalle el cuerpo de la víctima y recabar posibles evidencias para el caso.
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Cómo se realiza
El examen médico de la agresión sexual debe seguir un orden predeterminado para que resulte técnicamente adecuado. Se comienza de la cabeza hacia abajo. Primero se examina la piel de la cabeza y el rostro, junto con el pelo. Se presta especial atención a la cavidad oral y a la conjuntiva.
En las extremidades es importante evaluar las uñas, la región media de la mano y el antebrazo. En ellos quedan por lo general las huellas de la defensa propia. Así mismo, es frecuente hallar señales de agresión en los hombros y en las muñecas. Luego se deben explorar las piernas y los pies.
Finalmente se examinan en detalle los genitales y la región anal. Primero se deben revisar los genitales externos y luego hacer una exploración interna. La toma de pruebas debe efectuarse antes de insertar cualquier instrumento.
El médico forense debe tener mucho cuidado al recoger las pruebas, para evitar algún tipo de contaminación. Finalmente, se hace un análisis y una valoración de todo lo hallado, para hacer el reporte correspondiente.
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