Flacidez vaginal y sus 5 causas

Muchas mujeres se sienten avergonzadas en la intimidad porque perciben una sensación de incomodidad debido a la flacidez vaginal. Te contamos más sobre sus causas y cómo tratar esta condición.
Flacidez vaginal y sus 5 causas
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 06 julio, 2023

La flacidez vaginal, también conocida como laxitud vaginal, hiperlaxitud vaginal e incluso prolapso vaginal, alude a la sensación de aflojamiento de la vagina. No se trata de una enfermedad o un trastorno médico, aunque un trabajo reciente publicado en Gynecological Endocrinology lo ha definido como un síndrome.

Desde hace un par de años el término se ha hecho popular debido a las intervenciones quirúrgicas para abordarlo: el rejuvenecimiento vaginal. Hay muchas preocupaciones y dudas en relación con la flacidez vaginal, y es por esto que en las líneas siguientes te indicamos sus características y sus causas.

¿Qué es la flacidez vaginal?

La flacidez vaginal no se considera una enfermedad. Es un problema que se produce por la pérdida del tono muscular en la vagina. Factores genéticos, cambios hormonales y el estilo de vida están detrás de la mayoría de los episodios.

Se estima que entre el 28 y el 38 % de las mujeres llegan a padecerla, aunque no todas lo informan a su médico. Es importante señalar que no se relaciona de forma directa con el prolapso de los órganos y músculos pélvicos, ya que se puede manifestar con independencia de él.

Tal y como señala un trabajo divulgado en International Journal of Gynecology & Obstetrics, la hiperlaxitud vaginal se manifiesta como un trastorno de disfunción sexual. Ciertamente, y al menos en principio, no se asocia con problemas de salud en quienes la desarrollan. Sí puede perturbar las experiencias sexuales, así como el aspecto psicológico.

Síntomas de la laxitud vaginal

El principal síntoma de la laxitud vaginal es la disminución de la sensación genito-pélvica durante las relaciones sexuales. Se trata de una afección común, en especial en mujeres mayores de 40 años. Otros de los signos clásicos con los siguientes:

  • Dificultad para alcanzar el orgasmo.
  • Pérdida involuntaria de la orina.
  • Flatulencias vaginales.
  • Estiramiento de los labios mayores y menores.

En función del grado de flacidez, la condición puede mediar también en infecciones vaginales. Esto se debe a que la uretra queda más expuesta, lo que aumenta un poco las probabilidades de que los patógenos la invadan. Como ya hemos apuntado, los problemas relacionados con la autoestima y la angustia pueden manifestarse debido a todo esto.

¿Cuáles son las causas de la flacidez vaginal?

No hay una causa exacta para explicar por qué algunas mujeres tienen flacidez vaginal y otras no. Sin embargo, hay varios factores que se relacionan con la tendencia a desarrollar dicha condición. Al parecer, estos son sus principales detonantes.

1. La edad

El paso de los años es una de las principales causas de la flacidez vaginal. Debido a los cambios propios del envejecimiento, el cuerpo empieza a producir menos colágeno, que es el principal responsable de mantener los tejidos firmes.

Y si bien los signos de la vejez pueden ser bastante evidentes en el rostro, el cuello y el escote, la zona íntima tampoco se salva de sufrir tales consecuencias. Por todo esto, y a pesar de que las jóvenes pueden desarrollarla, la condición es más frecuente después de los 40 años.

2. Embarazo y parto

Es normal que la vagina pierda un poco de tono después del estiramiento que sufre tras el parto. Inclusive, esa sensación de flacidez aumenta cuando se produjo un desgarro o se emplearon fórceps.

Sin embargo, cuando el bebé nace por cesárea, la mujer también puede desarrollar este síntoma. El embarazo hace que la piel y los músculos de la vagina pierdan firmeza, debido a la presión que se ejerce sobre ellos.

Aunque hoy se reconocen otras causas, un trabajo divulgado en The Journal of Sexual Medicine advierte que el estiramiento del introito vaginal durante el parto es la principal causa de este problema.

3. Sobrepeso y sedentarismo

Los músculos de la vagina se pueden debilitar como consecuencia del sobrepeso y el sedentarismo. Tal y como ocurre con otros grupos musculares, la actividad física es clave para su fortalecimiento.

De hecho, hay varios ejercicios enfocados en el trabajo del suelo pélvico, cuya función es tonificar esta zona y, de paso, prevenir problemas como la incontinencia, la disfunción sexual y la flacidez vaginal.

Está bien establecido que la obesidad es un factor de riesgo para el prolapso de los órganos pélvicos, una condición que puede estar relacionada con la flacidez en la vagina.

4. Cambios hormonales

Los trastornos fisiológicos que se producen durante el climaterio y la menopausia pueden ser detonantes de flacidez vaginal. En estos, se produce un desequilibrio hormonal que aumenta la pérdida de firmeza vaginal por los cambios que sufre la mucosa que protege la zona.

5. Prolapso de los órganos pélvicos

Tal y como advierte un estudio publicado en International Urogynecology Journal, el prolapso de los órganos pélvicos también es un catalizador para la afección. Dicho prolapso, denominado por sus siglas en inglés como POP, alude a la caída de la vagina, el cuello uterino, el útero, la uretra, la vejiga y otros. La cirugía abdominal, la tos crónica, el esfuerzo excesivo, el estreñimiento crónico y tener un hijo a una edad muy temprana puede mediar en su desarrollo.

Otras causas ajenas a las señaladas que pueden explicar la laxitud vaginal son la cirugía previa para tratar la endometriosis, cirugía para extirpar el útero y el cuello uterino (histerectomía), traumas en la zona genital y afecciones de carácter genético como el síndrome de Ehlers-Danlos. Contrario a lo que se piensa, las relaciones sexuales frecuentes no generan este problema.

Consejos para prevenir y combatir la flacidez vaginal

La flacidez vaginal aqueja, en su mayoría, a las mujeres que han tenido por lo menos un parto. Sin embargo, hay varios métodos que podrían ayudar a prevenirla y reducirla sin necesidad de tener que recurrir a la vaginoplastia.

Estos son algunas recomendaciones que puedes tener en cuenta:

  • Haz ejercicios de Kegel varias veces a la semana. Su objetivo es estimular los músculos internos y externos de la vagina para tonificar toda el área.
  • Mantén una alimentación saludable. No solo por salud, sino para equilibrar el peso corporal y mantener una buena producción de colágeno.
  • No estires ni maltrates la zona. Frotarla con fuerza cuando hay comezón puede debilitar su piel.
  • Utiliza productos adecuados para su cuidado. No emplees jabones perfumados, duchas vaginales, ni talcos.
  • No hagas demasiada fuerza. Levantar elementos de mucho peso aumenta la susceptibilidad a presiones intraabdominales que, a su vez, debilitan músculos como los de la vagina.

Incluir una rutina de ejercicios, mantener relaciones sexuales y apostar por técnicas de fisioterapia vaginal pueden contribuir en el proceso. Esta última, por ejemplo, se compone de terapias de puntos gatillo, estimulación eléctrica y biofeedback, entre otras alternativas.

Métodos quirúrgicos para tratar la flacidez vaginal

Además de los de la lista anterior, existen otros métodos para eliminar la flacidez vaginal. Se tratan de opciones quirúrgicas, las cuales se han popularizado en épocas recientes. Tal y como señalan los autores de un trabajo publicado en Aesthetic Surgery Journal, los principales objetivos de las intervenciones de este tipo son abordar la angustia sexual y la disfunción sexual; así como las secuelas asociadas.

En la actualidad existen diferentes intervenciones, entre las cuales destacan el estiramiento vaginal con láser, la vaginoplastia y la cirugía de rejuvenecimiento vaginal (labioplastia, vaginoplastia y reparación del suelo pélvico). De acuerdo con una encuesta realizada a médicos miembros de la Asociación Internacional de Uroginecología (IUGA), las intervenciones de este tipo suelen reportar una mayor mejoría que los ejercicios de Kegel y la fisioterapia.

Por supuesto, los procedimientos quirúrgicos los debe efectuar un profesional; y, como con cualquier tipo de intervención, están sujetos a riesgos. De hecho, algunos de estos se ofrecen como la única solución para la flacidez vaginal, como sucede desde hace un par de años con el estiramiento vaginal con láser, sin que se indiquen los riesgos, las complicaciones y el margen de efectividad.

Consideraciones finales

A pesar del interés reciente por parte de los investigadores, aún sabemos muy poco sobre la flacidez vaginal. Es un problema que no suelen reportar las mujeres en su consulta ginecológica, de manera que sus causas y consecuencias aún no se han dimensionado por completo. En caso de presentar este problema, no dudes en informarlo a tu médico de confianza para que juntos intenten buscarle la solución más oportuna.


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