Flacidez vaginal y sus 4 causas
La flacidez vaginal es una condición común en mujeres que han sufrido cambios en su cuerpo debido a diferentes situaciones. Una de las consecuencias de perder la tonicidad y elasticidad de esta zona, es que se puede ver afectada tanto la autoestima como el ámbito sexual.
Hay diversos factores que inciden su aparición de esta afección. A continuación, te mostramos cuáles son y cómo se podrían minimizar los efectos de la flacidez vaginal, con algunos buenos hábitos y ejercicios.
¿Qué es la flacidez vaginal?
La flacidez vaginal no está considerada como una enfermedad, ni tampoco como disfunción o defecto. Es un problema que se produce por la pérdida de tono muscular en la vagina, debido a factores genéticos, cambios hormonales y estilo de vida.
Por esto, se maneja como una condición natural, dado que se produce principalmente cuando el cuerpo sufre un cambio biológico. Sin embargo, no por ello deja de incidir en la disminución del deseo.
No quiere decir que la flacidez vaginal sea un impedimento para disfrutar con plenitud del sexo y de los efectos de las relaciones sexuales en el organismo. Más bien, el inconveniente surge cuando afecta la autoestima y la seguridad de la mujer que la presenta.
¿Cuáles son las causas de la flacidez vaginal?
No hay una causa exacta para explicar por qué algunas mujeres tienen flacidez vaginal y otras no. Sin embargo, hay varios factores que se relacionan con la tendencia a desarrollar dicha condición. Al parecer, estos son sus principales detonantes.
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1. La edad
El paso de los años es una de las causas principales de flacidez vaginal. Debido a los cambios propios del envejecimiento, el cuerpo empieza a producir menos colágeno, que es el principal responsable de mantener los tejidos firmes.
Y si bien, los signos de la vejez pueden ser bastante evidentes en el rostro, cuello y escote, la zona íntima tampoco se salva de sufrir tales consecuencias.
2. Embarazo y parto
Es normal que la vagina pierda un poco de tono después del estiramiento que sufre tras el parto. Inclusive, esa sensación de flacidez aumenta cuando se produjo un desgarro o se emplearon fórceps.
Sin embargo, cuando el bebé nace por cesárea, la mujer también puede desarrollar este síntoma. El embarazo hace que la piel y los músculos de la vagina pierdan firmeza, debido a la presión que se ejerce sobre ellos.
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3. Sobrepeso y sedentarismo
Los músculos de la vagina se pueden debilitar como consecuencia del sobrepeso y el sedentarismo. Tal y como ocurre con otros grupos musculares, la actividad física es clave para su fortalecimiento.
De hecho, hay varios ejercicios enfocados en el trabajo del suelo pélvico, cuya función es tonificar esta zona y, de paso, prevenir problemas como la incontinencia, la disfunción sexual y la flacidez vaginal.
4. Cambios hormonales
Los trastornos fisiológicos que se producen durante el climaterio y la menopausia pueden ser detonantes de flacidez vaginal. En estos, se produce un desequilibrio hormonal que aumenta la pérdida de firmeza vaginal por los cambios que sufre la mucosa que protege la zona.
Tips para prevenir y combatir la flacidez vaginal
La flacidez vaginal aqueja, en su mayoría, a las mujeres que han tenido por lo menos un parto. Sin embargo, hay varios métodos que podrían ayudar a prevenirla y reducirla sin necesidad de tener que recurrir a la vaginoplastia.
Estos son algunos tips que puedes tener en cuenta:
- Hacer ejercicios de Kegel varias veces a la semana. Su objetivo es estimular los músculos internos y externos de la vagina para tonificar toda el área.
- Adoptar una rutina de rehabilitación del suelo pélvico. Ideal para recuperar la zona después del parto o ante enfermedades como la incontinencia.
- Tener relaciones sexuales con más frecuencia. Al parecer, esto sirve para aumentar la elasticidad de la vagina y prevenir la atrofia y la sequedad.
- Mantener una alimentación saludable. No solo por salud, sino para equilibrar el peso corporal y mantener una buena producción de colágeno.
- No estirar ni maltratar la zona. Rascarla fuerte cuando hay comezón puede debilitar su piel.
- Utilizar productos adecuados para su cuidado. No emplear jabones perfumados, duchas vaginales, ni talcos.
- No hacer demasiada fuerza. Levantar elementos de mucho peso aumenta la susceptibilidad a presiones intra-abdominales que, a su vez, debilitan músculos como los de la vagina.
Otras opciones para tratar la flacidez vaginal
Además de los de la lista anterior, existen otros métodos para eliminar la flacidez vaginal como la cirugía de corrección, no muy recomendada debido a sus posibles complicaciones, y la radiofrecuencia, una opción más moderna que produce el estrechamiento con el uso de calor localizado.
Por último, si tiene esta condición, no tienes de qué avergonzarte. Este síntoma es normal y se podría reducir con las recomendaciones dadas. Además, no tiene por qué ser un impedimento para disfrutar tu vida sexual. ¡Anímate a adoptar estos hábitos!
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