Focos ahorradores: ventajas y precauciones
Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto
Los bombillos son indispensables para iluminar los espacios del hogar, desplazarse con seguridad y ejecutar con comodidad todas las actividades diarias. Debido a ello, hay múltiples alternativas y es importante elegir la que proporcione los niveles de energía más acordes. ¡Descubre en este artículo todo sobre los focos ahorradores!
Los focos ahorradores son un elemento fluorescente que está conformado en su interior por compuestos químicos como los gases nobles, el fósforo y el mercurio. Estos están vigentes desde la década de 1970 y han sido un éxito, pues brindan un brillo similar al de las bombillas tradicionales y son amigables con el medio ambiente.
4 ventajas de los focos ahorradores
Este tipo de focos son los más recomendados para instalar al interior de las viviendas, ya que ofrecen una gran cantidad de ventajas. A continuación se mencionan cada una de las características que tienen a favor.
1. Reducen el consumo eléctrico
Los focos ahorradores necesitan menos watts para poder brindar una luz reluciente. A causa de esto, su consumo es mucho menor.
El ahorro de energía de estos focos oscila un 80 % más que con los bombillos tradicionales. De esa manera, al usar esta opción se garantizan costos accesibles en el recibo mensual de electricidad.
2. Su durabilidad es más prolongada
Los focos ahorradores son una opción de calidad, pues se caracterizan por tener un tiempo de vida útil extenso y resistir largas horas de uso continuo. Además, no se deterioran en las ocasiones que se prenden y se apagan en lapsos muy seguidos.
Estos bombillos suelen ser más caros que los tradicionales, sin embargo, terminan siendo una alternativa económica porque resisten durante mucho tiempo y evita que se tengan que comprar focos nuevos. Su durabilidad puede ser hasta de 10 años.
3. Son la mejor alternativa para cuidar el medio ambiente
En primer lugar, los focos ahorradores son sustentables porque permiten que los interiores se iluminen con lo necesario y no se gaste energía en exceso. Debido a ello, logran que las emisiones de dióxido de carbono se reduzcan hasta en un 80 %.
Asimismo, son claves para mitigar la contaminación medioambiental, porque disminuyen la propagación de los gases de efecto invernadero y contrarrestan el calentamiento global.
4. Producen menos calor
Los focos ahorradores son más seguros para los hogares porque producen menos calor y reducen los riesgos de incendio. Adicional a ello, esta cualidad les permite adaptarse sin inconvenientes a entornos que tengan cualquier tipo de temperatura.
Además, permiten que los ambientes permanezcan frescos, ya que no generan un calor adicional que sofoque e interrumpa el bienestar de los habitantes.
Precauciones importantes al manipular focos ahorradores
Las bombillas ahorrativas tienen mercurio, por lo tanto, si se rompen hay que tener en cuenta unos cuidados específicos. A continuación se detallan todas las precauciones con las que se debe actuar.
No se debe usar una aspiradora para limpiar
Cuando un foco se rompe, nunca hay que usar una aspiradora para recoger el reguero porque se terminan de esparcir los vidrios rotos. Además, la ventilación de esta herramienta puede causar que el mercurio esté por toda la casa e intoxique o provoque daños en la piel a los habitantes.
Por ello, la limpieza adecuada se debe realizar con una escoba que permita retirar con cuidado todos los residuos que se cayeron al suelo.
Durante la limpieza se deben usar elementos de protección
Los habitantes de la casa deben ponerse una mascarilla bien sellada que los proteja de inhalar mercurio. Asimismo, se deben utilizar unos guantes de buena calidad para no interactuar con la sustancia nociva y evitar las erupciones en la piel.
Los focos ahorradores se deben depositar en contenedores especiales
Los bombillos se deben empacar en una bolsa de basura bien sellada para prevenir que el olor del elemento tóxico se extienda por el hogar. Luego, se deben depositar en uno de los contenedores que se encuentran en la calle y han sido destinados para ubicar todos los residuos peligrosos.
¿Cómo limpiar los focos ahorradores?
La limpieza de los focos es fundamental, pues en ellos se pueden almacenar cantidades considerables de polvo que terminen obstaculizando la intensidad de la luz.
Para limpiar las bombillas, lo primero que se debe hacer es desenroscarla para manipular de manera más detallada y no producir ningún daño eléctrico. Luego, hay que humedecer una toalla suave con amoníaco y pasarla con cuidado por todo el elemento para remover las suciedades adheridas.
¡Mucho cuidado con el líquido! Manipular amoníaco requiere precauciones para no irritar la piel ni intoxicarse.
Por último, se debe esperar a que el foco se seque en su totalidad y se debe volver a instalar para disfrutar de una iluminación radiante.
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- Vasco F. Efectos del empleo de focos ahorradores [Internet]. Ecuador: Editorial Abya-Yala; 2011 [citado 29 de junio de 2021]
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