9 formas y consejos para ayudar a que mi hijo suba de peso

Ofrecer una dieta saludable, con alimentos nutritivos y potenciar una buena relación con la comida; todo ello puede ayudar a los niños sanos a ganar peso.
9 formas y consejos para ayudar a que mi hijo suba de peso
Maria Patricia Pinero Corredor

Escrito y verificado por la nutricionista Maria Patricia Pinero Corredor.

Última actualización: 06 julio, 2023

En la consulta con el pediatra es frecuente escuchar “necesito algunos consejos para ayudar a que mi hijo suba de peso”. Muchos padres muestran gran preocupación cuando sus pequeños no están ganando peso.

En este sentido, la doctora Rupal Gupta enfatiza que el aumento de peso y talla en los primeros años de vida de un niño se debe dar de una manera constante pero puede ser diferente en cada pequeño. Por lo tanto, si existe algún problema grave que lo impida debe ser detectado desde la consulta médica.

Algunas pautas alimentarias diarias y la elección de los alimentos adecuados pueden ser de ayuda en algunos casos. Conocemos algunos de estos consejos a continuación.

9 formas que pueden ayudar a que tu hijo suba de peso

Son varios los factores que pueden influir en el hecho de que un hijo no aumente de peso. Tenemos la alimentación inadecuada, las enfermedades y la falta de motivación, entre otros. Lo importante es detectar la causa y ayudarlo.

Si te sientes identificado, te daremos algunos consejos. Revisa estos 9 y ponte a trabajar en ello.

1. Enfócate en las causas

La ganancia de peso en los niños pequeños es variable según su edad. En los dos primeros años de vida suelen aumentar kilos de forma más rápida, pero después esta curva se vuelve más moderada.

Lo más importante para saber si tu hijo sube de peso con normalidad es mantener el seguimiento adecuado junto al pediatra. En las visitas periódicas se lleva un control de su evolución y es posible detectar cualquier anomalía.

Cuando un niño no engorda o crece como es debido, las causas pueden ser múltiples. Algunas de ellas se relacionan con enfermedades que, o bien aceleran su gasto energético, o bien impiden la absorción de nutrientes.

Por otro lado, puede ser que los alimentos que se ofrecen o la cantidad no sean suficientes o que existan otros problemas con el entorno alimentario. Estos pueden involucrar los pequeños o sus cuidadores.

Por este motivo, lo mejor es consultar cualquier duda con los especialistas y no saltarse los controles pediátricos.

2. Aplica un patrón alimentario saludable

Las Guías Dietéticas Americanas para el 2020-2025, señalan que los niños y adolescentes deben tener una dieta saludable para poder gozar de un buen estado de salud en el presente y el futuro.

Para ello es necesario adecuar las necesidades energéticas a su edad y características, así como al nivel de actividad física que lleven a cabo.

Los alimentos para cubrir estos requerimientos son:

  • Legumbres, patata, granos integrales (arroz, centeno, trigo, quinoa, avena, etc.) y sus derivados (pan, pasta, copos).
  • Grasas saludables: aceite de oliva, aguacate, frutos secos, queso curado, pescado azul.
  • Carne blanca y pescado (tanto blanco como azul).
  • Frutas frescas.
  • Verduras.
  • Lácteos.

3. Atiende la calidad de las calorías que come

Para favorecer que tu hijo suba de peso no te fijes solo en las calorías que come. Si bien estas miden el aporte energético, para que sean bien aprovechadas deben provenir de fuentes de calidad.

Cómo señalan los expertos de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, no todos los alimentos de un mismo grupo son iguales.

Por ejemplo, entre los hidratos de carbono son preferibles los complejos (cereales integrales, fruta o patatas) que los alimentos con azúcares simples (zumos, golosinas, azúcar añadido en alimentos como los lácteos, etc.).

En referencia a los lácteos no es lo mismo el yogur natural que la mayoría de yogures con fruta, bebibles y otros postres a base de leche.

O dentro de las carnes, hay que priorizar las más magras y evitar o reducir al máximo los embutidos y las carnes rojas.

Para potenciar las opciones más saludables y de calidad lo mejor es introducir los alimentos citados en el apartado anterior.

Asimismo, todos aquellos productos que solo contienen calorías y pocos nutrientes (helados dulces, comida rápida, golosinas, refrescos, etc) no convienen ya que llenarán el estómago del niño sin aportar ningún nutriente necesario para el crecimiento.

4. Incluye desayunos y meriendas que le aporten y no que resten

Para ayudar a que tu hijo aumente de peso puede ser interesante hacer pequeñas comidas poco abundantes. Esto es positivo ya que el estómago de los pequeños no tiene tanta capacidad. Además, muchos niños poco comedores rechazan el plato cuando este está muy lleno.

Es interesante no olvidar el desayuno y la merienda y hacer hincapié para ofrecer opciones saludables y con nutrientes. Para ello se puede promover el consumo de frutas, frutos secos, copos de avena, bocadillos caseros o queso.



5. Tomar agua y líquidos en el momento adecuado

El agua debe acompañar todas las comidas. Pero algunos expertos sugieren que el mejor momento para tomarla es después de comer.

Explícale que no puede tomar agua antes de la comida porque llena el estómago. Solo se permitirán unos sorbos para ayudarlo a ingerir de forma segura y cómoda.

Dentro de otros líquidos puedes considerar algunos preparados indicados por el nutricionista, como los ricos en proteínas y calorías, los batidos de frutas, las malteadas y la leche entera. Pueden ir bien en una merienda o después de la comida.

6. Enriquece las comidas

Mientras tu hijo no se acostumbre a comer más cantidad o es poco comedor, una buena forma de intentar aportar más calorías es enriqueciendo las comidas sin añadir mucho volumen. Algunas ideas prácticas para ello son las siguientes:

  • Usa salsas para aliñar todos sus platos de verduras, pastas, legumbres, ensaladas, etc. Las más adecuadas son el aceite de oliva, la salsa de tomate, la mayonesa casera, el romesco o el pesto. Estas también pueden acompañar la carne y el pescado.
  • Unta el pan con aceite, hummus o crema de frutos secos.
  • Añade frutos secos o fruta deshidratada a sus yogures.
  • Agrega huevo duro, queso o harina de almendra a las cremas de verduras.
  • Mezcla los vegetales (ensaladas, salteados, menestras etc.) con opciones más calóricas: aguacate, huevo duro, queso, maíz, atún o frutos secos.
  • Añade picadas de frutos secos al pollo, el pescado y las legumbres guisadas.

7. Anímalo a participar

Involucrar los niños en todo el proceso culinario (compra, preparación o cocinado) es una forma positiva de despertar su interés en la comida. 

No solo facilita que prueben más alimentos y tengan una dieta más variada, sino que también puede animarlos a comer más cantidad.

8. Cambia la conducta hacia la comida

El comportamiento hacia la alimentación también forma parte de los consejos para ayudar a que tu hijo suba de peso. Cuando existe preocupación por este tema, puede convertirse en en motivo de disputa y confrontación.

Hazte más entusiasta con la comida, sin que lo vea como un castigo o algo negativo. No puedes obligarlo a que coma todo si no quiere. Lo que sí puedes hacer es apagar la televisión o cualquier juego que pueda desviar su atención.

Tú y el resto de la familia deben ser su modelo en la mesa. Incluye hábitos saludables, incorpora alimentos nuevos y descarta aquellos pocos beneficiosos. No compres comida rápida o chatarra en la calle.

Por otra parte, puedes estimular el ejercicio regular, sobre todo en los niños mayores. De acuerdo a la revista Archivos de la Medicina del Deporte, una rutina de actividad física ayudará a ganar masa muscular y aumentar de peso. Está descrito que el ejercicio también puede estimular el apetito.

9. No lo fuerces a comer

Ni por las buenas ni por las malas. Ponle en el plato la cantidad necesaria y suficiente, pero si está pasando por un período de inapetencia, sírvele menos de lo que acostumbra.

Si quiere más, lo pedirá. En caso de que no lo coma todo, retírale el plato. Si cambia de opinión y pide de regreso el plato, devuélveselo.

Si pide que lo ayudes a comer, accede. Pero no te ofrezcas antes, permite que decida qué hacer, sin presión, coacción, promesa de castigo o chantaje como quedarse sin postre si no come. No le guardes el plato del almuerzo para la cena y permite que coma a esa hora lo que todos comerán.

No tiene que asociar nada relacionado con la comida con alguna forma de castigo.
Si no come a las horas acostumbradas por la familia, tal vez desee hacerlo entre horas. Es importante en este caso tener a la mano un alimento nutritivo, para que no se quite el hambre con golosinas. Un plátano, yogur o un bocadillo casero, suplirán la falta regular mientras dure la crisis de inapetencia, que suele ser pasajera.

Estas y otras recomendaciones las hace el pediatra Carlos González en su libro Mi niño no come, consejos para prevenir y resolver el problema. En este le pide a los padres armarse de una báscula que permita hacerle seguimiento al peso del niño. Y propone, con humor serio, el siguiente experimento:

1. Pese a su hijo en una báscula.
2. No lo obligue a comer.
3. Vuelva a pesarlo al cabo de un tiempo.
4. Si no ha perdido un kilo, siga sin obligarlo a comer y vuelva al paso 2.
5. Si ha perdido un kilo, se acabó el experimento.

Si el experimento funciona, recalca el pediatra Carlos González, su vida, la de su hija y la de toda su familia van a cambiar.”

Hábitos de alimentación saludable para que tu hijo suba de peso

Sembrar y cultivar hábitos saludables en nuestros hijos nos ayudará a que tengan un crecimiento acorde a su edad. Así que revisemos aquellos que incentiven un buen desarrollo nutricional:

  • Ofrece un buen desayuno: el desayuno es la comida que inyecta la energía para iniciar el día. Acostúmbralo a desayunar de manera correcta con alimentos variados y nutritivos.
  • No dejes que la publicidad seleccione sus aperitivos: evita todo tipo de productos industriales que vea en televisor.
  • Enséñale que la mejor comida es hecha en casa: la comida casera es preparada con alimentos bien seleccionados para ayudar al crecimiento y desarrollo.
  • Comer despacio: el “Manual de nutrición y dietética” explica que masticar bien los alimentos ayuda a una mejor digestión.
  • Compartir la comida en familia: el acto colectivo de comer en familia es un medio para que tu hijo socialice, aprendiendo diversos hábitos alimentarios y formas nuevas de relacionarse.

Aplica estos consejos para ayudar a que tu hijo suba de peso

Todas estas pautas que te hemos propuesto, pueden ayudar en el crecimiento y desarrollo de los pequeños. Con su aplicación es posible despertar su interés por la comida, aumentar la cantidad que comen y ofrecer opciones energéticas y nutritivas.

Por lo tanto, son hábitos que puedes aplicar si tu hijo no aumenta de peso o tiene algunas dificultades para comer. Siempre sin obsesionarse ya que, lo más importante es que su desarrollo sea el correcto, aunque tenga un peso algo más bajo.

Sin embargo, ten en cuenta que son válidas para todos aquellos niños que no tienen ningún problema de salud que pueda explicar su bajo peso. Recuerda que las visitas pediátricas son la mejor forma de tener un control sobre este tema.


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