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3 formas de quitar el óxido de nuestros utensilios de cocina. ¡Lucirán como nuevos!

5 minutos
Lo más recomendable para evitar la acumulación del óxido es llevar una limpieza habitual, pero si ya es tarde, con estos remedios caseros dejaremos los utensilios oxidados como nuevos
3 formas de quitar el óxido de nuestros utensilios de cocina. ¡Lucirán como nuevos!
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater

Última actualización: 06 julio, 2023

El óxido es uno de nuestros grandes enemigos. Este se acumula en la mayoría de superficies y utensilios del hogar.

El paso del tiempo, la exposición al aire, la humedad o el contacto con productos químicos hacen que se vaya desapareciendo la pulcritud de los objetos.

Ahora bien, lejos de darlos por vencidos o de invertir grandes sumas en productos químicos, vale la pena probar con sencillos remedios caseros.

También sabemos que, para evitar que el óxido aparezca, lo mejor es llevar a cabo un eventual mantenimiento cotidiano.

Preservar nuestras cacerolas o cuidar cada día de nuestros fregaderos hará, sin duda, que luzcan siempre en buen estado y que además, garanticen la salubridad.

Sin embargo, todos tenemos esa sartén que acumula algo de óxido en su base o en el asa, y que no queremos perder porque es nuestra favorita.

Si es tu caso, si tienes uno o más utensilios que deseas recuperar, toma nota de estos consejos. Te serán de gran ayuda.

1. Almohadilla abrasiva y bicarbonato para el óxido

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En el supermercado encontrarás las clásicas almohadillas o estropajos abrasivos tan útiles para estos casos.

Ahora bien, para garantizar la eficacia de este consejo, la clave está en usar nuestro “producto estrella”: bicarbonato de sodio.

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Qué necesito

  • Almohadilla abrasiva.
  • Bicarbonato de sodio (la cantidad depende de la superficie que vamos a limpiar).

Procedimiento

  • Empezaremos calentando un poco de agua para llevarla a un recipiente donde añadiremos el bicarbonato de sodio.
  • La idea es formar una pasta. La cantidad dependerá, sin duda, del tamaño del utensilio que queremos limpiar, o de la superficie.
  • Añadiremos esta pasta de bicarbonato a la almohadilla o el estropajo abrasivo para empezar a frotar con cuidado la sartén.
  • Ten en cuenta que, en caso de hacerlo de forma muy intensa, podemos estropear el utensilio. Hazlo con cuidado y después, deja actuar 5 minutos.
  • Pasado ese tiempo, enjuaga con agua.

Los siguientes pasos son muy importantes. Nos garantizarán que esa sartén o esa olla se matendrán en buen estado hasta el próximo uso.

  • Debemos secarla bien con papel de cocina.
  • Una vez hecho esto, aplicaremos por encima un poquito de aceite de oliva.
  • Unta bien toda la superficie y procede a guardarla.
  • Verás qué buen resultado te ofrece.

2. Sal gorda y limón

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Este procedimiento es eficaz, rápido y ante todo, económico. Además de los utensilios de cocina, lo más probable es que tus fregaderos también tengan algún que otro rincón donde habite ese enemigo incómodo: el óxido.

Algo que siempre suele ocurrir es que con el uso, o con la propia cal del agua, la superficie, poco a poco, pierde brillo.

A su vez, el óxido suele acumularse en esas zonas donde se hallan los grifos, o en esas esquinas donde suele quedarse la humedad.

Para evitar que esto ocurra y para disfrutar de una cocina reluciente y saludable, toma nota de este sencillo consejo.

Qué necesito

  • Sal gorda (la cantidad depende de la superficie a limpiar).
  • ½ limón.

Procedimiento

  • Tomaremos un limón y lo cortaremos por la mitad.
  • A continuación aplicaremos un poco de sal gorda en la mitad de este cítrico.
  • Vamos a usar el propio limón a modo de almohadilla o esponja.

Modo de uso

  • Una vez retirados los restos de alimento de nuestras sartenes u otros utensilios, empezaremos a frotarlos con estos dos componentes.
  • Cuando veas que la sal gorda se ha oscurecido, añade otra nueva cucharada.
  • Poco a poco verás como se va retirando parte del óxido.
  • Deja actuar unos 5 minutos y enjuaga.
  • Por último, procedemos a hacer lo mismo que en el caso anterior, en caso de que sea una sartén: secar con papel de cocina y preservar la superficie con aceite de oliva.
  • Si es el fregadero, lo único que debemos hacer es secarlo con el papel de cocina. De este modo, le daremos brillo al instante.

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3. Recuperar viejos utensilios con mucho óxido

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Puede darse el caso de que quieras recuperar algún viejo utensilio. Esa antigüedad que heredamos de nuestra familia o cualquier otro objeto teñido de tiempo y óxido es, sin duda, todo un reto para nosotros.

¿Cabe la posibilidad de recuperarlos? Desde luego. Te explicamos cómo.

Qué necesito

  • Papel de aluminio (la cantidad del mismo depende de la superficie o utensilio que queramos recuperar).
  • El jugo de 1 limón.
  • Vinagre blanco (la cantidad del mismo depende de la superficie o utensilio).

Preparación

  • Lo primero que vamos a hacer es retirar la máxima cantidad de óxido posible.
  • Para ello, empezaremos cortando el papel de aluminio en tiras de 3 centímetros. Haremos pequeñas “bolas” y las sumergiremos en el jugo de limón.
  • A continuación, procederemos a frotar ese utensilio o esa superficie.
  • Una vez hayamos retirado una buena capa, prepararemos ya la segunda fase.
  • Se trata de sumergir ese objeto en un recipiente donde quede completamente cubierto de vinagre blanco.
  • Lo dejaremos toda la noche. Al día siguiente, llevaremos a cabo el consejo propuesto previamente con el bicarbonato de sodio y la almohadilla abrasiva.

En caso de que este objeto no quedara en las condiciones esperadas, no tendríamos más remedio que usar ya productos químicos y abrasivos como el ácido clorhídrico.

Para concluir, recuerda que lo mejor es llevar a cabo una limpieza cotidiana para evitar que el óxido se acumule.

 


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.