3 formas de quitar el óxido de nuestros utensilios de cocina. ¡Lucirán como nuevos!
Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater
El óxido es uno de nuestros grandes enemigos. Este se acumula en la mayoría de superficies y utensilios del hogar.
El paso del tiempo, la exposición al aire, la humedad o el contacto con productos químicos hacen que se vaya desapareciendo la pulcritud de los objetos.
Ahora bien, lejos de darlos por vencidos o de invertir grandes sumas en productos químicos, vale la pena probar con sencillos remedios caseros.
También sabemos que, para evitar que el óxido aparezca, lo mejor es llevar a cabo un eventual mantenimiento cotidiano.
Preservar nuestras cacerolas o cuidar cada día de nuestros fregaderos hará, sin duda, que luzcan siempre en buen estado y que además, garanticen la salubridad.
Sin embargo, todos tenemos esa sartén que acumula algo de óxido en su base o en el asa, y que no queremos perder porque es nuestra favorita.
Si es tu caso, si tienes uno o más utensilios que deseas recuperar, toma nota de estos consejos. Te serán de gran ayuda.
1. Almohadilla abrasiva y bicarbonato para el óxido
En el supermercado encontrarás las clásicas almohadillas o estropajos abrasivos tan útiles para estos casos.
Ahora bien, para garantizar la eficacia de este consejo, la clave está en usar nuestro “producto estrella”: bicarbonato de sodio.
Qué necesito
- Almohadilla abrasiva.
- Bicarbonato de sodio (la cantidad depende de la superficie que vamos a limpiar).
Procedimiento
- Empezaremos calentando un poco de agua para llevarla a un recipiente donde añadiremos el bicarbonato de sodio.
- La idea es formar una pasta. La cantidad dependerá, sin duda, del tamaño del utensilio que queremos limpiar, o de la superficie.
- Añadiremos esta pasta de bicarbonato a la almohadilla o el estropajo abrasivo para empezar a frotar con cuidado la sartén.
- Ten en cuenta que, en caso de hacerlo de forma muy intensa, podemos estropear el utensilio. Hazlo con cuidado y después, deja actuar 5 minutos.
- Pasado ese tiempo, enjuaga con agua.
Los siguientes pasos son muy importantes. Nos garantizarán que esa sartén o esa olla se matendrán en buen estado hasta el próximo uso.
- Debemos secarla bien con papel de cocina.
- Una vez hecho esto, aplicaremos por encima un poquito de aceite de oliva.
- Unta bien toda la superficie y procede a guardarla.
- Verás qué buen resultado te ofrece.
2. Sal gorda y limón
Este procedimiento es eficaz, rápido y ante todo, económico. Además de los utensilios de cocina, lo más probable es que tus fregaderos también tengan algún que otro rincón donde habite ese enemigo incómodo: el óxido.
Algo que siempre suele ocurrir es que con el uso, o con la propia cal del agua, la superficie, poco a poco, pierde brillo.
A su vez, el óxido suele acumularse en esas zonas donde se hallan los grifos, o en esas esquinas donde suele quedarse la humedad.
Para evitar que esto ocurra y para disfrutar de una cocina reluciente y saludable, toma nota de este sencillo consejo.
Qué necesito
- Sal gorda (la cantidad depende de la superficie a limpiar).
- ½ limón.
Procedimiento
- Tomaremos un limón y lo cortaremos por la mitad.
- A continuación aplicaremos un poco de sal gorda en la mitad de este cítrico.
- Vamos a usar el propio limón a modo de almohadilla o esponja.
Modo de uso
- Una vez retirados los restos de alimento de nuestras sartenes u otros utensilios, empezaremos a frotarlos con estos dos componentes.
- Cuando veas que la sal gorda se ha oscurecido, añade otra nueva cucharada.
- Poco a poco verás como se va retirando parte del óxido.
- Deja actuar unos 5 minutos y enjuaga.
- Por último, procedemos a hacer lo mismo que en el caso anterior, en caso de que sea una sartén: secar con papel de cocina y preservar la superficie con aceite de oliva.
- Si es el fregadero, lo único que debemos hacer es secarlo con el papel de cocina. De este modo, le daremos brillo al instante.
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3. Recuperar viejos utensilios con mucho óxido
Puede darse el caso de que quieras recuperar algún viejo utensilio. Esa antigüedad que heredamos de nuestra familia o cualquier otro objeto teñido de tiempo y óxido es, sin duda, todo un reto para nosotros.
¿Cabe la posibilidad de recuperarlos? Desde luego. Te explicamos cómo.
Qué necesito
- Papel de aluminio (la cantidad del mismo depende de la superficie o utensilio que queramos recuperar).
- El jugo de 1 limón.
- Vinagre blanco (la cantidad del mismo depende de la superficie o utensilio).
Preparación
- Lo primero que vamos a hacer es retirar la máxima cantidad de óxido posible.
- Para ello, empezaremos cortando el papel de aluminio en tiras de 3 centímetros. Haremos pequeñas “bolas” y las sumergiremos en el jugo de limón.
- A continuación, procederemos a frotar ese utensilio o esa superficie.
- Una vez hayamos retirado una buena capa, prepararemos ya la segunda fase.
- Se trata de sumergir ese objeto en un recipiente donde quede completamente cubierto de vinagre blanco.
- Lo dejaremos toda la noche. Al día siguiente, llevaremos a cabo el consejo propuesto previamente con el bicarbonato de sodio y la almohadilla abrasiva.
En caso de que este objeto no quedara en las condiciones esperadas, no tendríamos más remedio que usar ya productos químicos y abrasivos como el ácido clorhídrico.
Para concluir, recuerda que lo mejor es llevar a cabo una limpieza cotidiana para evitar que el óxido se acumule.
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