Gastroenteritis: aspectos prohibidos y pautas recomendadas para una pronta recuperación
Escrito y verificado por el médico José Gerardo Rosciano Paganelli
La gastroenteritis aparece cuando menos lo esperamos, es invalidante, dolorosa y puede ser bastante seria si afecta a niños pequeños o a personas de edad avanzada. Esta enfermedad intestinal surge por la presencia de una serie de virus o bacterias que inflaman las membranas interiores del intestino.
La mayoría de nosotros hemos pasado en alguna ocasión por esta incómoda condición. Los vómitos, la diarrea y el malestar abdominal pueden arruinarnos las vacaciones y obligarnos, sin duda, a perder algunos días de trabajo hasta que el cuerpo vuelva a equilibrarse y recuperar su fortaleza.
Cabe decir que nunca será aconsejable recurrir a la automedicación. Son y serán siempre los médicos quienes nos recomienden el mejor tratamiento, y ellos quienes consideren si es adecuado o no la administración de algún tipo de medicamento, según la causa del problema.
Lo ideal en estos casos es seguir una serie de pautas muy básicas. Consejos muy sencillos con los cuales favorecer la respuesta inmunitaria del propio organismo para que, por sí mismo, haga frente a la infección.
1. No salgas de casa, necesitas reposo
Hay quien no concibe estar enfermo, quien no soporta quedarse en casa, guardar reposo y dejar que, por unos días, el mundo prescinda de uno mismo mientras el cuerpo se recupera como merece. Sin embargo, cuando hablamos de enfermedades infecciosas, el reposo es tan necesario como seguir un tratamiento médico.
Debemos permitir que el organismo concentre todas sus energías en reducir a esos patógenos que han infectado el organismo y, en concreto, el estómago y el intestino. Es interesante saber que la gastroenteritis aguda puede curarse sin fármacos, basta con confiar y cuidar de la propia respuesta inmunitaria.
Para ello, es necesario que superemos el llamado “síndrome de las 24 horas”, es decir ese primer día más crítico en el que la sintomatología es más intensa y lo que necesitamos es solo una cosa: reposo.
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2. Sí al reposo “digestivo”
Hemos hablado del reposo físico, ahora vamos a hablar del reposo digestivo.
- En esas primeras 24 horas de gastroenteritis el organismo es incapaz de digerir alimentos: la infección y la inflamación de la mucosa intestinal no puede llevar a cabo sus funciones básicas.
- Asimismo, la descomposición intestinal, es decir, la diarrea tiene también una función básica: eliminar las presencias nocivas del cuerpo.
- Por tanto, vamos a darle un reposo digestivo al cuerpo y evitaremos el consumo de alimentos sólidos. Así, optaremos por una dieta líquida.
Nos vendrá muy bien combinar un litro de agua con 3 limones y 4 cucharadas de azúcar.
3. No a los alimentos ricos en fibra
Hay quien comete el error de pensar que en casos de gastroenteritis lo mejor es consumir alimentos ligeros ricos en fibra, como cereales, frutos secos, pan integral, verduras… Bien, es conveniente recordar que estas propuestas, aunque son energéticas y saludables, no son adecuadas cuando sufrimos una inflamación intestinal: lo que conseguiremos será intensificar el dolor y el malestar.
4. Sí a los alimentos astringentes
¿A qué nos referimos cuando hablamos de alimentos astringentes? Principalmente a aquellos ricos en taninos que tienen como principal propiedad actuar como efectivos antiinflamatorios.
- Nos ayudan a curar y reparar la mucosa intestina, reducen la diarrea, ofrecen alivio general a todo el sistema digestivo y, además, son nutritivos.
- Como ejemplo de alimentos astringentes tenemos las manzanas, el membrillo y el níspero.
- Cuida de consumirlos pelados y rallados: de ese modo nos beneficiaremos de su fibra soluble, la cual forma una especie de gel muy suave que alivia el dolor y que reduce la sintomatología asociada a la gastroenteritis.
5. La leche no ayuda en la gastroenteritis
La leche, así como los alimentos con fibra, la reservaremos para más adelante, para cuando ya hayan desparecido los vómitos, el dolor abdominal y el malestar.
No es conveniente que caigamos en el error de tomarnos el clásico vaso de leche con miel para descansar, para “asentar el estómago” y sustituir así una cena por esta opción.
Lo que conseguiremos en este caso es intensificar la inflamación en la mucosa gástrica e intestinal, así que durante esos tres primeros días evitaremos la leche.
6. Alimentos que SÍ debes tomar
Te hemos recomendando prescindir de la leche, sin embargo, un lácteo que te será muy beneficioso son los yogures ricos en bifidobacterias.
Las leches fermentadas desnatadas con bifidobacterias refuerzan la respuesta inmunitaria, cuidan de los intestinos y nos ofrecen adecuadas energías para restaurar el cansancio, la inapetencia y la sensación de debilidad. Asimismo, te irán muy bien las siguientes propuestas:
- Plátanos
- Pollo cocido
- Huevos cocidos
- Zanahoria cocida
- Manzanas al horno
- Arroz cocido con zanahoria
7. No tomaremos antibióticos por nuestra cuenta
Uno de los mayores problemas de salud que tenemos en la actualidad es la resistencia de diversas bacterias ante la mayoría de antibióticos de los que disponemos.
Hemos llegado a un uso y a un abuso tan excesivo en la automedicación y en los antibióticos que puede llegar un instante en que, cuando más los necesitemos, no actúen como deberían hacerlo. Así, es importante recordar que lo ideal es tener siempre una supervisión médica.
Asimismo, confiaremos siempre en nuestra propia respuesta inmunitaria para este tipo de enfermedades leves y, sin duda, tendremos especial cuidado cuando los enfermos son niños y ancianos.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.