Grados y tipos de esguinces
Escrito y verificado por el médico Leonardo Biolatto
Los grados y tipos de esguinces son básicamente tres, pero todos tienen algo en común: la afectación de una articulación. Un esguince es una lesión ligamentaria, ya que la principal estructura afectada es un ligamento o varios al mismo tiempo.
Los ligamentos, en cuestión, pertenecen a alguna articulación. Puede ser un esguince de tobillo, muñeca, rodilla, hombro, entre otros. Sin embargo, por lejos, el más común es el que afecta al tobillo.
Los ligamentos están formados por fibras que tienen una cierta elasticidad. Este estiramiento permitido fisiológicamente otorga movilidad a las articulaciones. El problema es que esta flexibilidad no es infinita. Cuando el movimiento excede la capacidad del ligamento, entonces ocurre la lesión.
Podríamos decir que un esguince es el estiramiento de un ligamento articular más allá de su capacidad, incluso con la posibilidad de que exista una rotura del mismo. Es, en cierto sentido, una luxación también, ya que la articulación pierde su línea de estabilidad y la forma normal de contacto entre los huesos que la forman.
Los dos grupos más afectados por los esguinces son los deportistas y los ancianos. Los primeros por la exposición frecuente a las lesiones relacionadas al ejercicio, y los segundos por la falta de flexibilidad que sobreviene con la edad.
Factores de riesgo de los esguinces
Antes de desarrollar los grados y tipos de esguince que existen, es importante saber cuáles son los factores de riesgo que predisponen a la lesión. Cualquier persona puede sufrirlo, pero algunos se encuentran más expuestos en razón de su condición física o de las actividades que realizan.
Los factores de riesgo más frecuentes son:
- Práctica deportiva: las articulaciones se esfuerzan de más en determinados deportes. El ejercicio sobrecarga los ligamentos y, a la larga, puede ocurrir un esguince por desgaste. También puede suceder intempestivamente por un traumatismo durante la práctica o una mala pisada.
- Edad: a mayor edad hay menos flexibilidad. Los ligamentos se endurecen a medida que pasa el tiempo y las articulaciones se hacen más rígidas. Por supuesto, este factor está también influenciado por el grado de actividad física que haya realizado la persona durante su vida.
- Sobrepeso: al tener más peso en nuestro cuerpo, las articulaciones tienen que soportar una carga mayor. Aunque no esté realizando un deporte de impacto, el cuerpo obeso puede padecer un esguince caminando en un terreno plano. Las articulaciones de los miembros inferiores son las más afectadas.
- Sedentarismo: la falta de actividad física deteriora las articulaciones. Esto puede provocar una lesión cuando se intenta realizar un ejercicio al que no estamos acostumbrados, o bien, cuando se empieza la práctica de un deporte de forma brusca.
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Síntomas de los esguinces
El síntoma primordial de un esguince es el dolor. Duele la articulación afectada y los tejidos a su alrededor. El mismo sufrimiento puede actuar como un limitante de la funcionalidad. Quien lo padece refiere imposibilidad para movilizarse.
Junto al dolor, hay inflamación en todos los grados y tipos de esguince. La articulación dañada aumenta de tamaño y la hinchazón es otro componente más que limita la funcionalidad.
El cambio de coloración es otro signo. El estiramiento de un ligamento se acompaña de la rotura de pequeñas venas y arterias que lo circundan. Eso dará origen a un hematoma sobre la piel de la articulación. El hematoma irá variando su coloración acorde al paso de los días, según la evolución de la hemoglobina.
Por último, se registra elevación de la temperatura a causa de la inflamación. Los tejidos blandos se sienten calurosos alrededor de la articulación por el movimiento de células inflamatorias que migran hacia la región.
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Grados y tipos de esguinces
Como ya adelantamos, hay 3 grados y tipos de esguinces. Veamos a continuación las características de cada uno.
Primer grado
El ligamento se estira sin romperse. Duele como todos los esguinces, pero el dolor es soportable. También hay inflamación, pero la impotencia funcional de la articulación puede no ser tan extrema. Los movimientos normales deberían poder concretarse.
Las indicaciones médicas ante estos casos no son intensivas. Es necesario un cierto reposo, pero puede limitarse el mismo a unos pocos días. Inclusive, es una posibilidad no indicar ningún antiinflamatorio.
Segundo grado
Los ligamentos no sólo se distienden en este caso, sino que aparecen pequeñas roturas de las fibras ligamentarias. El dolor es más intenso que el primer grado y los movimientos se limitan bastante.
El tratamiento implica inmovilizar la articulación por un tiempo con vendajes o con férulas. También se indican antiinflamatorios, colocación de frío local y pie elevado.
Tercer grado
Es la forma más grave del esguince. El ligamento se estira, se rompe y pierde contacto con alguno de los huesos donde se insertaba. Requerirá un tratamiento quirúrgico que repare el tejido lesionado. Además, la recuperación será lenta, con mucha rehabilitación y reposo.
En conclusión
Hay diferentes grados y tipos de esguince. Al practicar un deporte de cierta intensidad nos exponemos en mayor medida a sufrir una lesión de este tipo. Es importante tomar los recaudos pertinentes para evitar que nuestros ligamentos se dañen.
Si sufres un esguince es importante que lo consultes con un traumatólogo. Él determinará el alcance de la lesión y cuál es el mejor tratamiento para aplicar. Quizás sea necesario realizarte algún estudio complementario para diagnosticar el grado de esguince que padeces.
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